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Salud pública

“No hay una verdadera inversión para anticiparse a los problemas de salud”

Marcelo Sarlingo, antropólogo, docente y especialista en Antropología Médica, realizó un análisis sobre la situación actual de la Salud Pública y cómo esta influye en Olavarría.

 

La situación actual de la Salud Pública va más allá de las emergencias que se están viendo los últimos meses y esto se debe a problemáticas económicas que aquejan al país hace mucho tiempo. “Lamentablemente los gobiernos corren siempre atrás de lo asistencial apagando el incendio y no hay una verdadera inversión para anticiparse a los problemas de salud”, afirmó Marcelo Sarlingo, antropólogo, docente de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Escuela Superior de Ciencias de la Salud, especializado en Antropología Médica. En entrevista con Radio Universidad, el profesional planteó las principales causas de la actual emergencia médica en Olavarría.

Uno entiende los reclamos de la sociedad en temas de políticas públicas. Pero detrás de la salud hay específicamente una exigencia mucho mayor. ¿Cómo interpreta ese problema y la dificultad que tiene Olavarría para dar atención de acuerdo a la exigencia de su población?

Esta pregunta tiene diferentes planos para contestar. El más evidente tiene que ver con aspectos microsociales y de organización del sistema de salud pública, que uno los puede abordar como la relación entre recursos disponibles y las demandas. Suele haber etapas en la que los recursos económicos, humanos y tecnológicos quedan desfasados en relación a la demanda. Y hay otros períodos en el que los gobiernos a nivel nacional, provincial y local invierten en salud con una perspectiva diferente. Planifican en relación a un futuro y esa relación entre recursos y demandas se resuelve mejor. Parece que la falta de médicos donde siempre lo estuvieron se puede abordar con esta relación, puede ser que haya una demanda que supera los recursos disponibles, pienso yo que por dos cosas.

Primero hay un recambio generacional en un sector de médicos que siempre trabajó en salud pública. El sistema local, que es muy interesante, tiene una historia muy rica y no se conforma solo con el Hospital sino que hay 25 unidades de Atención Primaria en el Partido. Cada una tiene su complejidad y el personal que ha trabajado como médico siempre tuvo una formación especial, ya que el médico de atención primaria tiene un abordaje muy diferente al especializado. Entonces, esa inversión en recursos humanos que se hizo a finales de los ‘80, principios de los ‘90, no se ha vuelto a realizar de manera intensa. Siempre el cambio de recursos humanos es más lento que el personal que se va jubilando. Puede estar pasando eso, puede ser real que muchos médicos en la medida que van terminando su carrera, con gran experiencia en trabajo comunitario, capaz unos 25 o 30 años, van dejando sus puestos. Y hemos entrado en una etapa de neoliberalismo recargado en donde las inversiones en recurso humano cuestan mucho tiempo y dinero formarlas y no son prioritarias. Lo que se ve es que el sistema de salud ya traía problemas de arrastre de la etapa anterior. Como la falta de inversión en infraestructura hospitalaria en la Provincia de Buenos Aires, cosa que aca en Olavarria no era tan aguda sino que siempre hubo un mantenimiento de determinadas estructuras. Por ese lado, la formación y renovación de recursos humanos va un poco más lenta y ésa es una razón por la que no hay médicos para cubrir en las localidades.

Luego hay un problema más profundo y se trata de cuestiones más matemáticas y mecánicas. Es más profundo cuando ves de qué manera en la historia olavarriense el posicionamiento del sistema de salud local alcanza a una cobertura regional. Estamos en una región que tiene aproximadamente 400 mil habitantes y la estructura, sobre todo hospitalaria, recibe gente de los pueblos de la zona y partidos vecinos. Esa es una cuestión que no puede resolver en el día a día sino que hay que planificar. Ya no solo recursos humanos y dinero sino infraestructura, aparatología, cosas que se van desgastando... Este tipo de aspectos tecnológicos que hoy son vitales para la prevención de la salud, los tratamientos y para una gran cantidad de prevenciones a nivel masivo (lo que se llama infraestructuras básicas) se dejaron caer. Hay que pensar por qué un municipio de este tamaño, y con los recursos que tiene no puede plantearse otra estrategia de inversión en materia de aparatología de salud.

Después hay un tercer problema más profundo y es de qué manera se hace una estrategia que integre la salud pública con la dinámica de toda la salud colectiva. El campo de la salud privada, otras medicinas y fundamentalmente de la calidad de vida y la prevención.

¿Sería un diseño de aprovechamiento de recursos?

En una primera instancia si pero después hay un problema mucho más profundo que es cómo se construye como sociedad el plano de la salud colectiva. Tenes la salud pública, tenes la salud privada y otras medicinas. Hay que pensarlo desde una perspectiva individual. Cuando te duele algo no vas primero al médico. Haces otras cosas antes, haces autoatención, utilizas otras medicinas, al doctor vas cuando el padecimiento te impide continuar con tus obligaciones diarias. Esto quiere decir que hay un plano de la salud que es individual y social que no es únicamente asistencial y que tiene que ver con la educación para la salud. Es algo mucho más profundo de que si hay o no un médico para atender. Me parece que ese aspecto está muy descubierto.

Lamentablemente los gobiernos corren siempre atrás de lo asistencial apagando el incendio, y no hay una verdadera inversión para anticiparse a los problemas de salud. Es algo más profundo pero que está relacionado con la falta de médicos. Porque, por ejemplo, la profesión médica ha cambiado en su composición etaria, o sea que la edad y la maduración personal de la gente que se recibe es diferente a los médicos de hace 30 años. Entonces, determinados aspectos de la vida del médico, de la vocación y de la subjetividad médica son muy distintos. Los médicos planifican distinto su trayectoria y su vocación. Eso influye muchas veces en hacer guardias y sacrificarse en determinados lugares, es otra manera de pensar. Hoy en día la profesión médica tiene otra exigencia de formación y de posgrados. No es una profesión total y completamente liberal sino que tiene una exigencia de formación permanente. Los médicos tienen que estudiar mucho más que antes, por eso muchas veces no hay personal para cubrir una guardia porque muchos estan formandose.

En relación a esto que hablabas de la formación cultural del paciente. La idea de ir primero al hospital por un problema de salud en vez de ir a la salita, ya que se cree culturalmente que es mejor en cuanto a la calidad, ¿hace a veces que se centralice todo en el hospital?

Determinados lugares como las Unidades de Atención primaria y los Centros Territoriales están muy bien armados y tienen muchos profesionales que trabajan en equipo. Entonces son una referencia. Hay barrios en los que la gente va primero ahí y en otros lugares de la planta urbana (ya sea por lejanía o porque la hospital les queda más cerca o porque la urgencia y la ansiedad lo determinan) la gente va directo al hospital. Es algo muy variable y habría que ver esa relación entre la salud barrial y los efectores en cada lugar. Hay Unidades de Atención Primaria donde, por ejemplo, hubo médicos que trabajaron más de 30 años. Entonces todo el barrio lo conocía, él era un vecino más y le tenían una confianza enorme e iban todos ahí. Desde ese lugar el proceso de funcionamiento barrial e instalación de la Unidad de Atención Primaria fue muy eficaz y en otros lugares no ha madurado de la misma manera./ AC-FACSO

 

Entrevista realizada en el programa “No todo está perdido” de Radio Universidad FM 90.1