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Redes sociales: un entretenimiento que puede volverse peligroso

Sol Sraiber - Agencia Comunica

Laura es una adolescente mexicana que por medio de internet conoció a un chico. El diálogo entre ambos a través de las redes sociales los llevó a conocerse porque, a pesar de la primera resistencia de la chica, él fue insistente y logró ganarse su confianza. Lo que vino después fue un martirio: Laura fue secuestrada y sufrió toda clase de maltratos. Su amigo de internet la obligó a prostituirse hasta que fue rescatada. Hoy comparte su caso en foros, para prevenir a los niños, niñas y adolescentes que, como ella, pueden estar atravesando una situación similar.


Aunque haya quienes intenten diferenciar mundo “real” y “virtual”, las redes sociales son parte del mundo real y en ese espacio al que pertenecemos es necesario preparar a los niños, niñas y adolescentes, hacerles tomar ciertos cuidados y proveerles la información necesaria para que puedan navegar sin estar expuestos a algún daño.


Las nuevas tecnologías modificaron radicalmente los modos de comunicarse y el poder crear vínculos de manera online, cercana e inmediata con personas que pueden estar del otro lado del mundo -o no- tiene sus ventajas y desventajas. Si bien estas herramientas en sí mismas no tienen nada de perjudicial, si el uso que se le da no es el adecuado puede convertirse en un riesgo. “Un adolescente, o menor que tenga una red social, de acuerdo a la privacidad que tenga su cuenta puede estar más expuesto a ser contactado por una persona a través de un engaño y produciéndose luego el grooming”, expresa Belén Real, licenciada en Psicología.

¿Qué es el grooming?

Es una acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño, niña o adolescente a través de medios online, ya sea redes sociales, chat, mails, teléfonos. El objetivo general de la persona que se contacta es manejar información de fotos/videos de índole sexual o pornográfica y proveer ese material, es decir, pedir a través de engaños y extorsiones a los chicxs y llegar a ese contenido. “En general en las situaciones que tienen que ver con grooming hay una intención del adulto por generar un encuentro”, expresa Maximiliano Peret, licenciado en Comunicación Social y docente de la Facultad de Ciencias Sociales.

Peret forma parte de un grupo de investigación que se denomina: “Mediaciones tecnológicas de comunicación digital” con el que realizan charlas en instituciones sobre el uso seguro y responsable de las redes sociales. “Es una realidad que la vemos como lejana pero en nuestra ciudad está presente. Cuando se genera el debate, los y las jóvenes se animan a contar situaciones que están viviendo o que vivió algún conocido”, cuenta.

¿De qué manera acciona el adulto? En principio se crea un perfil falso, muchas veces con una foto de otro menor, y realiza cierto trabajo de investigación previo a generar el contacto, analizan la red social del menor, qué información y gustos tienen, a qué escuela o club va, etc. y todos esos datos los usan para que, al acercarse, se logre generar cierta confianza con el niño o niña. “A veces las relaciones de confianza se dan en tiempo corto y a veces duran meses, por eso el chico que está del otro lado cree que el agresor es una persona confiable y que puede ser su amigo”, explica Real.

 

Cyberbullying

El cyberbullying o también llamado ciberacoso es otra forma de agredir/acosar a una persona a través de las redes sociales, aunque esta vez es de un menor a otro menor, sin presencia de adultos. A través del anonimato, y el no poder percibir a la otra persona de forma directa y el daño causado puede volverse un gran peligro.

Cuando hablamos de bullying en general, además de que es algo repetido e intencionado hay un desbalance de poder. La psicóloga detalla que “el agresor tiene un poder real, psicológico sobre la víctima y esta última termina siendo por cualidades o características una persona que se encuentra en desventaja y a diferencia de un conflicto, no hay nada que justifique esa agresión”. Además, el agresor no siempre es el menos querido del grupo, muchas veces es el más popular y los demás creen que esa persona tiene cierto “poder” sobre la víctima. “Siempre la acción del agresor es intencionada, en el cyberbullying es más difícil dimensionar el hecho, pero siempre está predeterminada la agresión”, agrega Belén Real.

 

¿Cómo afecta a los chicos?

Angustia, ansiedad, depresión, malestares corporales, miedo, ira, retraimiento social, desmotivación, son algunas de las características que presentan las víctimas. El punto extremo es lo que se llama indefensión adquirida, que es la sensación de desesperanza, donde el pensamiento primordial es ‘no hay nada que pueda hacer ni yo ni nadie para terminar con este sufrimiento’. “Desde la FACSO junto con la municipalidad se está poniendo en marcha un observatorio que va a tratar estas cuestiones. El tema va a ser poder recurrir y denunciar”, anuncia Maximiliano Peret.

Es fundamental el papel de los padres y la familia ya que deben estar muy atentos a los cambios de conducta que presenten los niños, niñas y adolescentes, que suelen ser muy evidentes y, frente a eso poder tener un diálogo y establecer la confianza que se debe tener entre padres e hijos para generar ese espacio. Y, en el caso de detectar una situación, guardar materiales para cuando se realice la denuncia pertinente. “Como padres hay que involucrarse en saber de qué se tratan las redes sociales, la privacidad de la información”, agrega Belén Real.

¿Cuales son los cuidados a tomar? Utilizar perfiles privados en las redes sociales, no aceptar a personas que no hayas visto físicamente y tampoco a los que no conozcas bien, utilizar contraseñas privadas y complejas, jamás revelar datos de contacto (teléfono, dirección, dni, etc). Y lo más importante, si uno conoce o es testigo de alguien que está sufriendo ciberbullying/grooming tiene que hablar con cualquier persona cercana, ya sea docente o familiar para ayudar a detener el maltrato. Además se debe acompañar a la víctima sin juzgarla, muchas veces puede estar sintiendo vergüenza o culpa.