Ciencia

Ley de Teletrabajo: un gran paso en derechos laborales

En el último tiempo, el ámbito del teletrabajo ha estado en constante cambio debido a las nuevas tecnologías y a la pandemia mundial. Sin embargo, las leyes que lo regulan no se actualizan con igual velocidad. A un poco más de dos meses de su sanción, ¿qué ocurre con esta modalidad de trabajo?

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14/06/2021

Manuela Aragón

A pesar de que el teletrabajo no es un fenómeno reciente, desde el comienzo de la pandemia por coronavirus se ha colocado en el centro de la escena y ha sido objeto de varios debates, discusiones y análisis. La situación sanitaria actual ha obligado a repensar y reflexionar sobre este modelo de trabajo y la necesidad de que esté regulado y reglamentado para evitar la precarización laboral y la vulneración de los derechos de los/as trabajadores/as.

Tres expertos e investigadores aportan su visión y opinión especializada acerca de qué es lo que sucede con el teletrabajo, la sanción de su ley, cuáles son sus ventajas y desventajas y en qué se diferencia con el trabajo remoto.

Exequiel Alonso es Licenciado en Comunicación Social y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la ciudad. Expresa que la regulación del teletrabajo evita que los derechos laborales sean vulnerados, impide la flexibilización y la precarización, protege a los trabajadores y garantiza “un salario equitativo, la voluntad explícita del trabajador para desempeñarse a distancia, la compensación por gastos que deba pagar el contratado, la provisión de recursos por parte del empleador, el reconocimiento de las tareas de cuidado, el derecho a la desconexión digital” entre otras cuestiones.

Además, Exequiel Alonso sostiene que la viabilidad o no de la Ley Nº 27.555 “dependerá de las características de cada profesión, las voluntades de cumplir tanto de empleadores como empleados y de mecanismos de control que puedan ser implementados”. Y añade que “los sindicatos tendrán un rol clave para incorporar los principales puntos de la ley a sus convenios colectivos de trabajo y asesorar sobre una modalidad que no deja de ser una novedad para gran parte de los trabajadores”.

Sin embargo, Cora Arias, Doctora en Ciencias Sociales, Licenciada en Ciencia Política e investigadora del CONICET, considera que la Ley de Teletrabajo “todavía no está vigente, se aprobó, pero todavía no está reglamentada” y agrega que hasta que no se implemente y se aplique no es posible saber si va a funcionar o no. Por otra parte, Arias expresa que “el gran desafío es si el teletrabajo de forma masiva llegó para quedarse o si se puede pensar en modelos más híbridos de trabajo”.

Facundo Urtizberea es psicólogo especializado en Psicología Laboral y docente universitario. Manifiesta que es muy frecuente la confusión entre teletrabajo y trabajo remoto y que es muy importante distinguirlos ya que son modalidades laborales diferentes. Urtizberea explica que el teletrabajo “es una dinámica que parte del consenso entre empleador y empleado y las condiciones laborales están acordadas y analizadas para el buen desempeño”, mientras que el trabajo remoto es lo que muchas personas se vieron forzadas a realizar debido a la pandemia mundial que nos atraviesa.

Por otra parte, Facundo Urtizberea también expresa con inquietud que preocupa bastante el trabajo que forzosamente tiene que darse de manera retoma, es decir, a distancia ya que no hay una planificación ni una toma de decisiones previa y esto expone a los trabajadores a “un nivel de angustia, ansiedad y frustración de una magnitud increíble”. Esto se debe a que los cambios imprevistos o la adaptación a nuevas condiciones laborales condicionan a las personas a que atraviesen por situaciones o momentos de muchísimo estrés e incertidumbre.

Con respecto a las ventajas de realizar teletrabajo durante el contexto de pandemia, Exequiel Alonso explica que estas se vinculan con la posibilidad de conservar puestos de trabajo, evitar la exposición al virus, sostener e incrementar la productividad y flexibilizar horarios. Pero, “los sindicatos y trabajadores comenzaron a plantear las principales desventajas de llevar el trabajo a casa: sobrecarga de tareas y horas extras no remuneradas, conexión permanente, desigualdad de género en tareas de cuidado, poner a disposición los recursos tecnológicos y la conexión a internet, entre otros”, enumera Alonso.

Cora Arias es investigadora del programa “Ciencia y Justicia” del CONICET, un proyecto que tiene como objetivo capacitar a las diferentes áreas de la justicia sobre el funcionamiento de las empresas con respecto al teletrabajo y las características y particularidades de las relaciones laborales. Esta capacitación se lleva a cabo “desde una mirada sociológica, no jurídica, para aportar desde un conocimiento más empírico cómo funcionan estas nuevas relaciones laborales” explica Arias.

Este proyecto surgió en 2019 como resultado de las demandas que recibían abogados y jueces sobre fenómenos laborales novedosos para los cuales no contaban con herramientas ni conocimientos. “Tenemos un conocimiento de las transformaciones que suceden en el mundo del trabajo, propio de nuestras investigaciones, del trabajo de campo, de construir datos y las formas en que investigamos”, expresa.

Esta modalidad de trabajo a distancia no impacta de igual manera en hombres y mujeres. Esto se debe a que hay una desigual división de las tareas de cuidado de los hijos y del hogar que suelen recaer sobre las mujeres. Además, en el ámbito laboral sufren salarios más bajos, dificultades para acceder a puestos jerárquicos y discriminaciones por género. “Esto debería ser trabajado muy de cerca por los diferentes organismo del Estado Nacional, si hay intención de controlar una efectiva aplicación de la ley sancionada”, agrega Exequiel Alonso.

Para Facundo Urtizberea, la modalidad de trabajo remoto repercute más en la mujer ya que se desempeña en el marco de la propia casa y sigue siendo quien se encarga de la organización del hogar y del cuidado de los hijos. Esto ocasiona que sufran un doble riesgo psicosocial ya que tienen una sobrecarga de trabajo. Sin embargo en el caso del teletrabajo no “porque es algo que está previamente acordado y planificado”, considera el psicólogo.