Ciencia

Hospital Universitario Favaloro, Covid y consecuencias en la salud

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Omar Hugo Avila *

Los cambios en el cuidado de la salud que se han producido por la aparición del COVID-19 ha afectado, al igual que a otras tantas instituciones, al Hospital Universitario Fundación Favaloro. Alejandra Marino, Gerente de Comunicación Institucional de esa organización, abordó la temática acerca de cómo la pandemia de estos últimos dos años modificó la realidad social y de salud de su hospital.

¿Qué enfermedades, de las que se atienden en la fundación, se han empeorado por la aparición del COVID-19?
La pandemia generó una marcada disminución de consultas, estudios diagnósticos en intervenciones terapéuticas para enfermedades cardiovasculares. Según un informe realizado por ADECRA (Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina), los indicadores de prestaciones cayeron entre un 50% y un 75%, comparando abril de 2020 con el igual mes del año anterior.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte a nivel mundial. En nuestro país, si bien no contamos con estadísticas oficiales, las principales sociedades científicas y colegios de profesionales estiman que durante el 2020 la mortalidad cardiovascular aumentó en un 10%. Por ello es muy importante la consulta con el profesional, la realización de los chequeos anuales -que incluyen un electrocardiograma, un análisis de laboratorio, control de peso y presión arterial- y a medida que uno crece o si va a hacer deporte hay que hacer sí o sí una prueba de esfuerzo. Por más que una persona sea joven y deportista, si no se cuida el corazón va a limitar sus años y su calidad de vida. Hay que empezar desde los chicos a enseñar hábitos saludables. Si se controlan los factores de riesgo tales como colesterol elevado, hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo, obesidad, sedentarismo y estrés, entre otros, se podrían evitar hasta el 80% de las muertes. Es por eso que el pilar fundamental consiste en educar y concientizar a la población para que pueda reconocer los factores de riesgo y generar cambios en su vida, incorporando hábitos saludables.

El Hospital Universitario Fundación Favaloro realizó un estudio que fue presentado en el marco del Congreso Argentino de Cardiología (SAC) (octubre 2020), y tuvo como objetivo analizar la asociación entre aislamiento e hipertensión arterial severa en el Servicio de Emergencias. Los principales hallazgos revelaron que entre los meses de marzo y junio, ingresaron al Servicio de Emergencias un total de 12.464 pacientes. Del análisis surgió que un 17,5% de pacientes registraron hipertensión arterial severa y que posterior a la implementación del aislamiento ingresaron al Servicio de Emergencias 1.634 pacientes, representando una disminución del 53,9% en relación con el período previo a la implementación del aislamiento.

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La denominada HTA (Hipertensión Arterial) es una enfermedad crónica, que no presenta síntomas, pero muy fácil de detectar, por eso es tan importante tomarse la presión al menos una vez al año para realizar un control. Si bien existe cierta predisposición familiar, se da también en personas sin antecedentes, ya que la mala alimentación, el consumo excesivo de alcohol, el sedentarismo, el sobrepeso y el estrés, entre otros, son considerados factores de riesgo. Incluso los niños y adolescentes deben controlarse la presión en la consulta médica. El trabajo documentó una caída interanual del 56,9% en el número de consultas al Servicio de Emergencias, pero con un significativo incremento del 36% de la frecuencia de HTA severa en estas consultas

¿Cómo los ha afectado tanto a nivel operativo como de infraestructura el COVID-19?
Todo el personal sanitario se enfrentó a una situación nunca antes vivida (esto no solo pasó en nuestro país, sino a nivel mundial). Tuvimos que adaptarnos a un enemigo desconocido, que producía cambios todo el tiempo. Esto llevó a armar un Comité de Crisis para dar respuesta tanto a nivel de atención de pacientes, como contención y preparación de nuestro personal. La actividad nunca se detuvo a nivel atención. Tuvimos que adecuar las diversas modalidades a la “nueva normalidad”: muchas áreas administrativas que no requerían del trabajo presencial comenzaron a hacer home office, lo cual significó toda una adaptación a nivel de tecnología para facilitar las conexiones via VPN (Virtual Private Network), una conexión virtual al puesto de trabajo. Por otra parte, y para no perder el contacto con los pacientes que no se podía movilizar debido a las restricciones (trabajamos con muchos grupos de riesgo que necesitan controles constantes, como por ejemplo pacientes trasplantados), apelamos a la telemedicina. También fue necesario capacitar a nuestro personal en el correcto uso de los Equipos de Protección Personal, para evitar los contagios; generamos circuitos seguros de circulación para pacientes sin sospecha de COVID-19 (triage, toma de temperatura, puestos de higiene de manos); producimos material informativo interno y externo, para educar e informar a personal y pacientes.
¿Qué pueden hacer los pacientes en su modo de vida y en la asistencia a los servicios y profesionales de la salud para cuidarse?
Es clave seguir respetando las medidas de prevención, especialmente uso de barbijo y lavado de manos, en relación a la pandemia. Si hablamos de la salud en general, es indispensable realizar controles médicos periódicos, controlar los factores de riesgo como la diabetes, la hipertensión, el colesterol, la obesidad, etc. Incorporar hábitos saludables como el ejercicio, evitar el consumo de sal, controlar la presión arterial, no fumar, no tomar alcohol, consumir alimentos saludables especialmente verduras y frutas. Y lo más importante es poder educar a los niños y niñas, porque los hábitos que se incorporan en la primera etapa se sostienen a lo largo de toda una vida.

*Alumno en el taller “Periodistas en la práctica: taller de lectura y escritura de noticias” (UPAMI)