Ciencia

Salud mental

Los niños y adolescentes en la lupa mental

La salud mental en niños y adolescentes impactó negativamente durante la pandemia. Desde déficit de atención hasta traumas generados por las familias, los chicos fueron las mayores victimas en estos tiempos pandemicos. El bienestar de los niños y el rol de los adultos cuidadores es clave. Los adolescentes y su zona de confort se deterioraron gravemente. Distintas psicólogas de la ciudad dialogaron con Agencia Comunica y comentaron sus preocupaciones.

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Rodrigo Junger- Agencia Comunica

04/01/2022

La vida en sociedad es fundamental para todos, en especial para los niños, niñas y adolescentes que empiezan a forjar sus primeros vínculos. Las dificultades que atravesaron estos durante la pandemia fueron muy significativas, y dejará una huella en su historia, en su vida y en su desarrollo. En este sentido la psicóloga Eugenia Fernández manifestó que durante la pandemia: “hubo mucho trastorno de ansiedad, ataques de pánico provocados por el aislamiento, atendimos muchos niños con depresión, mucha melancolía, muy decaídos, hubo un aumento bastante fuerte entre la ansiedad y la depresión en la infancia.”

El caso de los adolescentes es muy distinto al de los niños, ellos necesitan de otras características para desarrollar su vida social en plenitud. La relación con sus pares es de vital importancia, es por ello que la cuarentena y la imposibilidad de reunirse generaron graves problemas para ellos, en relación a esto, la psicóloga Alejandra Capriata argumentó: “el no poder concurrir a los espacios donde se relacionaban ha generado conductas de retraimiento, de depresión, de ansiedad en muchos chicos”.

La cuarentena estricta en el mundo originó el cierre de las actividades para niños y adolescentes en su totalidad. Los espacios de educación, de entretenimiento y óseo, de deportes, entre otros, son fundamentales para el correcto desarrollo de los chicos en sus primeras etapas de niñez y adolescencia “son espacios donde los chicos se expanden y tienen relación con sus pares y otros adultos, todos estos espacios son oportunidades que tienen fuertísimo impacto sobre la salud de los chicos, no tener estos espacios durante la pandemia es la explicación a muchos problemas” advirtió la psicóloga Alejandra Capriata.

Yendo un poco al plano cientificista sobre la estructura mental en los niños y adolescentes, la especialista Eugenia Fernández explica “el psiquismo se estructura entre componentes genéticos y hereditarios, más las experiencias individuales que cada niño vive en particular, sumado a las experiencias traumáticas que algunos padecen”. En la misma sintonía la profesional destaca el concepto de “resilientes” y argumenta “hay niños que son muy resilientes y atraviesan situaciones muy difíciles como un abuso, una pérdida o situaciones traumáticas y al ser resilientes no dejan esa huella traumática en el niño”.

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Psicóloga Eugenia Fernández

Respecto a las sesiones con niños, las formas de trabajar suelen ser variadas y dependiendo, claro está, de la situación. “con los niños se trabaja en una sesión de 45/50 minutos donde en una primera sesión es siempre con la familia. Luego se le arma una historia clínica al pacientito y de acuerdo a eso se va viendo si hay que trabajar con alguien en particular o de forma individual para hacerle un psicodiagnostico, trabajando con dibujos para ejercer tests proyectivos y psicométricos” Expresó Eugenia Fernández. En el caso de los adolescentes “es distinto porque ellos ya vienen por elección propia y solos. Con ellos se trabaja por supuesto con la familia y particularmente con la entrevista desde un principio, sino también si estos presentan problemas en el lenguaje se trabaja con el psicodiagnostico, aunque lo que más predomina con esto es el trabajo mediante la palabra y la charla” enunció la profesional.

Del mismo modo, Alejandra Capriata profundiza en las alteraciones de la cotidianeidad y lo que esto implica, “La pandemia ha alterado muchísimo la rutina, y en aquellas familias que por ahí tenían relaciones disfuncionales no muy contenedoras, se acrecentaron ciertas cuestiones de maltrato o de abuso”. Ante estas situaciones la mayor dificultad reside en que el niño o niña no tuvo la oportunidad de acudir a otro espacio como puede ser la escuela o el club, espacios donde podían concurrir y salir “de ese clima tóxico que muchas veces existe en estas familias disfuncionales. Esto ha dejado una huella importante en muchos chicos que va a ser muy difícil de recuperar”, reflexiona la psicóloga.

En misma línea, Capriata agrega que “el espacio de búsqueda y de sostén en los adolescentes son sus pares, al no poderse reunir y no poder concurrir a los espacios donde se relacionaban ha generado conductas de retraimiento, de depresión de ansiedad en muchos chicos, lanzándolo más a las redes sociales, al encuentro en las redes y que no generan muchas veces las habilidades sociales que tendría que tener en esta edad, por lo tanto la tecnología también ha invadido más allá de lo que habitualmente invadía la vida cotidiana de todos los adolescentes”.

Poniendo el foco en la cantidad de consultas y turnos recibidos, Eugenia Fernández manifiesta que “las consultas subieron muchísimo, de hecho durante este último año casi todos los psicólogos que somos terapeutas de niños/adolescentes no teníamos turno”, y agrega que “fue bastante difícil porque estábamos todos con mucha demanda, los psiquiatras infanto-juveniles no tuvieron turnos, teníamos que enviar a psiquiatras de buenos aires, o de azul de Tandil, hacer derivaciones porque acá hay muy pocos”. Asimismo, explica que la salida progresiva de la cuarentena y los sistemas de burbujas empleados fueron los primeros motivos en muchas demandas.

Por último, la psicóloga Fernández concluye que “Si algo vino a enseñar esto del covid es que somos tan particulares por eso a todo el mundo le afecto distinto”.