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Especial 24 de marzo

Juan José Castelucci: “No creo que Olavarría se esté haciendo cargo de su historia”

A un año y medio de la realización del juicio por la causa Monte Pelloni que lo tuvo como testigo, el rector de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego da sus impresiones acerca de lo que pasó en la ciudad durante la dictadura, el actual contexto y lo que falta por reconstruir.

 

El 22 de septiembre de 1977 la vida de Juan José Castelucci cambió para siempre. Ese jueves por la noche un grupo de civiles armados ingresó a su casa y lo secuestró. El Centro Clandestino de Detención Monte Pelloni, a 20 kilómetros de Olavarría, fue el primer lugar en el que estuvo detenido además de otras dependencias policiales y militares del país. Fue juzgado por un “Consejo de Guerra” en Tandil, luego trasladado a La Plata y posteriormente estuvo detenido en la cárcel de Caseros y en el penal de Rawson. Tras cinco años de detención, dolor e incertidumbres, finalmente recuperó la libertad en diciembre de 1982. Su segunda vuelta a la vida lo llevó a focalizarse en un solo objetivo: estudiar. Así culminó en diciembre del 84 la carrera de Ingeniería Electromecánica. Los temores, el sentirse observado, las tramas y redes invisibles que existían en Olavarría y él conocía muy bien lo llevaron a buscar otro aire. Fue así que aceptó la invitación poco usual de unos amigos: pasar las fiestas del 84 en Ushuaia. Allí encontró la libertad que tanto anhelaba. De a poco ya no existirían los miedos ni las miradas que lo invadían. Era uno más pero sin dejar de ser él.

A un año y medio de su realización, ¿Qué piensa hoy acerca del desarrollo y sentencia del juicio  Monte Pelloni?

En lo que tiene que ver con el desarrollo y la sentencia estuve muy de acuerdo. Lo que sí plantee en el juicio y lo sigo sosteniendo es que me hubiese gustado vincular también a todos esos que estaban sentados con el poder civil. Eso se mostró muy claramente cuando aparece Ignacio Guido Montoya Carlotto. La participación de la gente de la Sociedad Rural, del Rotary Club, del empresariado, de la parte de bancos, todos ellos estaban muy vinculados con los militares, tanto familiar como afectiva y económicamente. Falta Monte Pelloni II donde esté presente la cuestión civil. Lo del juicio está muy claro: es decir quiénes fueron los ejecutores. Pero si no tenían un fuerte apoyo de la sociedad civil no podría haber ocurrido lo que ocurrió. Para mi hubo un silencio, una complicidad, el “algo habrán hecho” o “por algo será” que justificaba todo eso. El juicio estuvo muy bueno, fue muy interesante, muy bien la parte de los abogados nuestros, el Tribunal, pero fue muy corto en ese aspecto.

¿Cómo percibió el alcance del juicio en Olavarría?

Hace 30 años que me fui de Olavarría y no creo que la ciudad se esté haciendo cargo de su historia. Lo vemos con lo que ocurrió en las últimas elecciones. De un gobierno que venía con una defensa irrestricta de los derechos humanos se pasó a un cambio opuesto a nivel político. Olavarría no se hace cargo de su propia historia como tampoco se hace cargo de su sistema de información porque seguimos con el medio de siempre, que es El Popular, que sabía absolutamente todo lo que nos estaba ocurriendo a nosotros. Doy vueltas siempre en lo mismo pero para mí la parte civil es mucho más responsable que los militares que estaban sentados ahí. Hoy no podría haber un intendente del PRO si Olavarría se hubiese hecho cargo de su propia historia.

JJC2"Falta Monte Pelloni II donde esté presente la cuestión civil", destaca Juan José Castelucci,  quien declaró como testigo durante el juicio Monte Pelloni./ Foto: Gentileza Prensa UNTDF

En su declaración hizo mención a factores muy relevantes que no aparecieron con tanta fuerza en otros testimonios, me refiero a la implicancia del sector civil, el papel de la Iglesia y el rol de los medios. Luego de recuperar la libertad, ¿Cómo fue volver a vivir en la ciudad?

Cuando volví a estudiar, por ejemplo, me encontré con una universidad totalmente distinta a la que había transitado. Era una universidad que no le preocupaba lo que le pasaba a la gente sino que se había vuelto un poco egoísta, un poco el “Yo me recibo y me salvo”. Yo sabía y veía a quienes habían participado en todo el tema de la represión. Y la verdad no tenía ganas de seguir conviviendo con esa gente que sabía que nos había atacado terriblemente. Yo recupero la libertad en diciembre del 82 e inmediatamente me pongo a trabajar para reincorporarme a la universidad. De los dos años de cursada siguientes, uno fue muy fuerte y el segundo muy tranquilo, me quedaban pocas materias para recibirme. Termine de estudiar en noviembre del 84 y después me vine a Ushuaia. Vine a pasar las fiestas con unos amigos en diciembre de ese año, vi que la situación acá era distinta, era otra vida, no estaba como Olavarría y decidí quedarme.  Antes había pensado varias veces el irme pero no tenia en claro a donde, podría haberme ido al exterior… y encontré este lugar que realmente satisfacía mis necesidades. Pude vivir muy tranquilamente, no me conocía nadie en esa época. En Olavarría ni bien salí seguía viviendo con miedo, con preocupaciones, con señalamientos, entonces pensé que me tenía que ir.

Como egresado de la UNICEN, ¿Cómo vio la participación de la universidad durante el juicio?

La participación fue excelente pero yo no diría de la universidad, diría de la Facultad de Ciencias Sociales. Tuvo una participación excelente, con los chicos acompañándonos, con el decano poniendo todo a nuestra disposición, con toda la gente del edificio y comedor... La verdad que todas esas cosas fueron algo muy importante para nosotros. Pero separando lo que fue la Facultad de Ciencias Sociales con el resto de la universidad. Siendo que habíamos sido varios graduados o estudiantes de la Facultad de Ingeniería, ellos no tuvieron participación.

¿Durante estos años transcurridos a qué reflexiones ha llegado?

La reflexión que me cabe es que fue una etapa que pude superar. He logrado superar totalmente una situación de persecución terrible porque no sabía si viviría al otro día o no mientras estaba detenido. Me presenté en las últimas elecciones y he llegado a Rector de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego. Y con mucho orgullo, con mucho cariño, encuentro muchos compañeros que pasaron la misma que yo como el Rector de la Universidad de Florencia Varela, Ernesto Villanueva o el Vicerrector de Lanús, Nerio Neirotti, personas que encuentro cuando voy a las reuniones de gremio, docentes, mucha gente de aquella época que cuando nos ponemos a charlar y recordar nos vienen muy gratos recuerdos de nuestra militancia.

¿Qué cree que falta reparar de nuestra historia durante la última dictadura?

Hay dos deudas muy grandes que tenemos: terminar de recuperar a los nietos, los militares se están muriendo y no dicen donde están los nietos; y asumir la responsabilidad que tuvieron los civiles, caso Ledesma, caso Loma Negra, todo eso tiene que salir a la luz. Yo me sentiría satisfecho el día que encontremos el último nieto y que se evidencie quienes fueron los civiles responsables de todo esto. Hasta ese día lucharemos por los derechos humanos./ AC-FACSO

Juan José Castelucci

Es Ingeniero electromecánico por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires y cuenta con un postítulo docente en Matemática por la Universidad Nacional de Córdoba. Durante los últimos 30 años ha sido docente universitario de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB). Fue Delegado Zonal de la Sede Ushuaia de la UNPSJB y Delegado Académico de la Facultad de Ingeniería y de la Facultad de Ciencias Económicas en la Sede Ushuaia de la UNPSJB. Se desempeñó como coordinador de carreras de la UTN y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA). Integró Consejos universitarios y participó de la implementación de las carreras de Contador Público (UNPSJB), Ingeniería Pesquera (UTN) y de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables (UNPA). Desde diciembre de 2015 es Rector de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF).