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Educación pública

“El presupuesto exige un ajuste hacia el interior de la universidad”

Marcelo Spina, Decano de la Facultad de Ingeniería (UNICEN), analizó el impacto que genera el recorte presupuestario en las carreras que ofrecen. Explicó, además, que se buscan realizar ajustes menores para no afectar las actividades que están en marcha.

 

En un contexto de ajustes en el presupuesto universitario y de paralización de obras de infraestructura, las autoridades universitarias expresan su preocupación. “Tenemos que soportar un presupuesto que no está a la altura de las circunstancias”, remarcó Marcelo Spina en entrevista con Radio Universidad. Explicó, también, que la Facultad de Ingeniería contaba con la realización de una obra ya licitada pero la construcción quedó detenida. “Necesitamos un espacio de mayor envergadura porque nuestro personal está ubicado en lugares muy precarios”, enfatizó.

¿Cómo están viviendo esta situación?

Efectivamente hay una realidad que ha expresado el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) en la reunión plenaria en Jujuy con la Secretaría de Políticas Universitarias. La Secretaria ha sido sincera en cuanto a la situación de este recorte, fundamentalmente en relación con las obras de infraestructura de la Universidad. La Facultad de Ingeniería tiene una obra prácticamente adjudicada que ha quedado detenida, sin poder concretarse. Está suspendida desde el año pasado y con estas noticias estamos dando por tierra la posibilidad concreta de que se ejecute.

Se trataba de una obra para construir un lugar administrativo para la Secretaría de Extensión, Vinculación y Transferencia. Necesitamos un espacio de mayor envergadura porque nuestro personal está ubicado en lugares muy precarios. Además estamos teniendo muchas consultas externas, por la dinámica que tiene una facultad que hace mucha vinculación tecnológica y extensión universitaria. No era una obra demasiado importante pero sí nos solucionaba problemas. Ya estaba licitada y quedó paralizada. Realicé algunas gestiones por fuera de la gestión universitaria para ver si desde distintos ámbitos políticos existía alguna posibilidad de movilizar este pedido de licitación. Pero no he tenido ningún resultado porque la decisión ha sido global, para todo el sistema universitario.

¿Se va a agudizar la situación si sigue disminuyendo el presupuesto?

En la reunión que tuvo el CIN uno de los temas que se trató fue las obras públicas, el otro tema es el recorte de 3.000 millones de pesos del presupuesto. En la resolución final se habla de retrasos en el envío de partidas presupuestarias y después se hace un enfoque específico en la cuestión de obras públicas. Pero además de estos 3.000 millones de pesos, hay una cuestión en la asignación presupuestaria que tiene que ver con gastos de funcionamiento particularmente. El presupuesto de este año de nuestra Universidad se incrementó pero no lo suficiente como para soportar todos los incrementos que han tenido los gastos de funcionamiento. Con lo cual lo que exige este presupuesto universitario es un ajuste hacia el interior de la universidad. Esto es lo que se está discutiendo... por dónde va a estar pasando ese ajuste. Hubo una reunión de decanos en la universidad con el rector para ver cómo se pueden hacer algunos ajustes menores para no afectar demasiado las actividades de nuestra universidad, para soportar un presupuesto que no está a la altura de las circunstancias.

¿Existe la posibilidad concreta de que en el futuro haya alguna asignación extra-presupuestaria?

La Secretaría de Políticas Universitarias ha dejado la posibilidad de que haya alguna concreción de algún refuerzo. Pero cuando uno ve la realidad del contexto de lo que está pasando con el Estado, las expectativas quedan bastante relegadas. Nos parece más que importante seguir reclamando desde las universidades para que se incrementen los gastos de funcionamiento y las asignaciones presupuestarias para funcionar. En nuestra facultad, el 96% del presupuesto se va en salarios. Eso es bueno desde el punto de vista de que conservamos la fuente de trabajo y la posibilidad de seguir haciendo las actividades primarias. Pero cada vez se han reducido más los gastos de funcionamiento y hay facultades, como la nuestra, que cada seis años tienen que hacer una actualización tecnológica porque es una facultad que necesita equipamiento para soportar la calidad de las carreras y no hay margen para estas cuestiones. Hace un tiempo que venimos con este reclamo interno y externo de que las inversiones al interior de las unidades académicas son sustantivas.

¿Las actividades de extensión con el Municipio y con empresas se ven afectadas por esta situación?

Al contrario del problema con el presupuesto interno, las actividades externas son crecientes por varios motivos. Particularmente, en Olavarría hay una movilidad de inversión con respecto a la obra pública, algunas inversiones en empresas cementeras importantes y otras empresas que también tienen expectativas. Esto moviliza aún más la posibilidad de la vinculación. El tema es que las tarifas, los gastos, la formación de recursos humanos, tienen que estar asegurado por el Estado. Por eso decimos que esta generación de recursos propios no puede salvar la indelegable responsabilidad que tiene el Estado para que efectivamente el concepto de “educación para todos” sea una realidad concreta. No vemos que desde la política en general la educación siga siendo un objetivo estratégico.

¿Cómo cree que esto afecta en particular a las carreras de Ingeniería dentro de la Universidad?

Es preocupante que el país retroceda en estas políticas. Lo más importante en las carreras tecnológicas como es la ingeniería es que es difícil mantener recursos humanos dentro de la facultad para hacer investigación. Cuando hay un decrecimiento del nivel salarial y del poder adquisitivo de un investigador frente a una oferta privada, se produce un retroceso en la formación de nuevos recursos humanos. Pero ahora se agudizan estas situaciones y eso tiene que ver fundamentalmente con el nivel salarial. Por eso es muy importante que haya una recomposición salarial de todo el cuerpo docente para que podamos seguir siendo competitivos y mostrarle a la juventud que se puede hacer investigación en la Universidad pública.

Desde una mirada global, hay que plantear algunas políticas de Estado que sean perdurables. Creo que vamos a poder hacer un sostenimiento de lo que está, somos optimistas en esto. El problema sustantivo tiene que ver con la gestión. Lo más preocupante es cómo podemos plantear un desarrollo estratégico con estas circunstancias. En este momento tenemos que dar una pelea para que los recursos sigan llegando a la Universidad y que puedan cumplir sus funciones para seguir creciendo como Universidad pública. En ese sentido vamos a necesitar una respuesta rápida./ AC-FACSO

 

Entrevista realizada en el programa “No todo está perdido” de Radio Universidad FM 90.1