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Políticas económicas

“El gobierno busca enfriar la economía con las Leliq”

Pablo Anino, licenciado en Economía y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), analizó las medidas económicas que el gobierno está llevando a cabo y sus consecuencias a corto y largo plazo.

 

En un contexto de inflación muy elevada y continua, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) emite Letras de Liquidez, también conocidas como Leliq. Se trata de la principal herramienta con la que cuenta el Banco Central para reducir la circulación de dinero y evitar el aumento del dólar. “Es una medida ligada a la política cambiaria de tratar de contener el dólar pero tiene muchas dificultades porque el propio esquema que estableció el gobierno está plagado de inconsistencias”, remarcó Pablo Anino, licenciado en economía y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Además, detalló que sólo es una solución a corto plazo y no resuelve los problemas económicos y especulativos que tiene la economía. “Hoy la banca favorece la especulación, que es un instrumento de fuga de capitales del gran empresariado argentino”, enfatizó en declaraciones a Radio Universidad.

¿Qué son las Leliq y cómo están funcionando en este momento?

Las Leliq son Letras de Liquidez, papeles que emite el Banco Central de la República Argentina para absorber el dinero que circula en la calle y en los propios bancos. El objetivo final es quitar la plata que está en circulación para frenar la inflación. El resultado final de esas medidas es que disminuye el dinero que la gente tiene en el bolsillo, es un mecanismo para enfriar la economía. Lo que ocurre actualmente es que para bajar la inflación el Banco Central paga una tasa muy alta por las Leliq. Esa tasa se va definiendo día a día. Algunos días ha pagado hasta el 74% anual, siempre se mantiene por encima del 70%.

De esta manera, los bancos inmovilizan dinero en el Banco Central para cobrar esa tasa alta y cuando los bancos prestan dinero, por ejemplo para un préstamo personal o cuando financia el consumo con tarjetas de crédito está obligado por la propia lógica de sus ganancias a cobrar una tasa más alta. Lo mismo sucede con las empresas. Las tasas que paga todo el mundo y pagan las empresas que necesitan algún tipo de financiamiento, tanto en los bancos públicos como en los privados, termina siendo extremadamente elevada. Eso termina comprimiendo el consumo, porque todo es más costoso. Es un encadenamiento que va llevando a que finalmente la economía se enfríe.

¿Cuál es el objetivo del gobierno al buscar que la economía se enfríe?, ¿Qué relación tiene esto con el dólar?

Detrás de todo esto hay un supuesto de que si el Banco Central comprime la cantidad de dinero en circulación, hay menos posibilidades de que se compren dólares. Está ligado a la política cambiaria de tratar de contener el dólar pero esto tiene muchas dificultades porque el propio esquema que estableció el gobierno está plagado de inconsistencias. En primer lugar porque en los últimos meses la base monetaria, que es lo que el gobierno quiere comprimir es decir estos billetes en circulación, estuvo congelada. Hace varios meses que por distintas operaciones que hace el Banco Central, el dinero en circulación en la calle está prácticamente congelado y el dólar subió muchísimo. Por otro lado, la alta remuneración de la tasa de interés que paga el Banco Central por las Leliq reinserta cada siete días un montón de dinero. Cuando se reinsertan esos intereses como billetes, el Banco Central tiene que reforzar día a día la tasa de interés para volver a absorberlo. Es una tarea incesante que no se termina nunca. Finalmente el dólar sube por otras cuestiones más profundas y estructurales. Sube porque el déficit externo es enorme, los pagos de la deuda son gigantes y la fuga de capitales es exorbitante. Los mecanismos son muy complejos de visualizar pero pasó lo mismo con las Lebacs.

¿Pensas que las Leliq sea una herramienta que va a subsistir?

En principio estas semanas funcionó bastante bien porque es un instrumento novedoso y que da enormes beneficios a las operaciones especulativas del banco. Es un negocio redondo y seguro para los bancos porque el Banco Central es prestamista en última instancia del país y no va a quebrar. Pero no es sostenible en el largo plazo. También funcionó bien por otros factores como la propia política monetaria, porque estamos en vísperas de que se firme el acuerdo ya anunciado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y eso va a hacer que ingresen dólares en la economía. Entonces mientras esos dólares ingresen, probablemente veamos una relativa estabilidad cambiaria. Pero esto ya pasó una vez: el 20 de junio el FMI aprobó el primer crédito para la Argentina y entraron 15 mil millones de dólares al país. Durante el mes de julio vimos una paz cambiaria y en agosto se descontroló todo otra vez. En el medio, el Banco Central dilapidó todos los dólares que entraron por el FMI. Entonces no está descartado que entremos en un ciclo que puede durar unos meses y tenga características similares a las que vimos los meses anteriores.

Creo que en última instancia, desde una perspectiva de izquierda, es necesario solucionar los graves problemas económicos y especulativos que tiene la economía. Hoy la banca favorece la especulación, que es un instrumento de fuga de capitales del gran empresariado argentino, como han hecho en 2001. Entonces una medida esencial de defensa de los recursos nacionales a favor del pueblo trabajador es nacionalizar la banca. Que en lugar de que sirva para especular y para fugar capitales se utilice para dar crédito para viviendas, consumo o incluso para pequeños comerciantes que están siendo llevados a la quiebra por la propia crisis económica./AC-FACSO

 

Entrevista realizada en el programa "No todo está perdido" de Radio Universidad FM 90.1