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Salud pública

La grave situación que atraviesa el Hospital de Azul

Carencia de personal y falencias en infraestructura son los principales problemas por los que está siendo afectado el Hospital “Doctor Ángel Pintos” de Azul.

 

Por Eliseo Díaz

Por su historia y su labor, el Hospital Municipal “Doctor Ángel Pintos” es uno de los emblemas de Azul. Ubicado desde 1964 en Amado Diab 270, pasó por diversas dificultades y siempre logró mantener su estructura y su funcionamiento. Sin embargo, desde los últimos años la situación se torna cada vez más compleja debido a los recortes presupuestarios en el sector de salud pública e infraestructura. Hechos que afectan, inevitablemente, a la comunidad. “La falta de personal es el principal de estos problemas que no ocurren solamente en Azul sino en toda la provincia y el país”, afirmó Serena Colman, médica de terapia intensiva del Hospital Municipal de Azul. Al problema del personal se le agregan otras cuestiones que influyen en las decisiones de los médicos. “Hoy en día, el médico en vez de hacer una residencia y quedarse trabajando en el hospital prefiere ir a trabajar a una ambulancia privada que les pagan por día y mejor”, expresó Colman. Estas situaciones llevaron a que, muchas veces, se encuentre un solo médico atendiendo las salas de emergencia, la guardia externa, las salas de internación clínica y de cirugías, lo que conlleva a problemas en la atención y a la calidad de la misma. Las consultas consideradas como “menores” (fiebres, dolores de garganta o de muela) son las que poseen mayor demora en la atención. Y eso suele generar malestar en la comunidad. “Lo que quiere la gente es que se la atienda ya y que se les de todo. Y se les da todo...Todo lo que se puede. Las personas están enojadas, están enojadas con el gobierno y ven en el hospital al estado”, enfatizó la doctora.

El Hospital está resistiendo a una crisis económica, de personal y de infraestructura cada vez más delicada, la cual proviene desde hace varios años. “La directora anterior tenía que salir a comprar gotitas de butanol a la farmacia de enfrente para nebulizar a los pacientes… A ese nivel estábamos”, describió Mariano Donelli, actual vicedirector del Hospital. Para Colman, no hay un análisis correcto en temas de salud desde el Estado ni se percibe lo que le pasa a la gente. “Me enteré que en un jardín de infantes había chicos sin control y sin vacunas. Eso en 2017 no puede ocurrir... Una familia debe saber que tiene que vacunar a su hijo pero por ahí no lo sabe porque no se lo educa o concientiza”, contó. Además, las diversas problemáticas y falencias, en épocas invernales, se ven agravadas. “En esta época, el Hospital queda chico. Tenemos lugares que se encuentran desbordados. Lo ideal sería optimizar los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) pero es complicado”, explicó Donelli.

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En cuanto a los múltiples reclamos que se han realizado durante el último tiempo, el vicedirector sostiene que, por parte del Hospital, se trata de investigar dichas demandas una por una, como así también hablar con los afectados. “Hemos tenido varios reclamos por la sala de clínica, por mala atención de enfermería, maltrato o problemas de infraestructura. Y en cada caso, hablamos con los protagonistas para que nos expliquen los sucesos”, contó Donelli. Una de las personas afectadas por dichas falencias fue Guillermo Asad, quien tuvo que acudir al Hospital para una operación de urgencia. Luego de múltiples postergaciones, debido a que el único ascensor se encontraba roto, finalmente decidió pagar para ser atendido en un sanatorio privado. “Mi operación era de urgencia. Yo no podía seguir esperando por reprogramaciones y toda la burocracia que conlleva y se me iba a dilatar demasiado. Yo no puedo concebir que en un hospital el único ascensor disponible se encuentre roto durante 15 días. Durante todo ese tiempo me postergaron las operaciones, es algo incomprensible”, sostuvo Asad, jubilado de 68 años.

Luego de lo afrontado, Asad analizó la posibilidad de realizar reclamos formales tanto al Hospital Municipal como a la sede local de PAMI y a la intendencia. “De todo esto, la experiencia que me queda es que si no tenes plata te morís. En mi caso, si yo no tenía la plata para pagar el sanatorio, la situación hubiera sido muy distinta” reflexionó. Mientras se suceden los reclamos y no se prevén mejoras a la brevedad, el Hospital trata de salir adelante. Para ello, el gobierno y las autoridades correspondientes deberán priorizar la salud pública dándole la relevancia que parece haber perdido./ AC-FACSO