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Política y derecho laboral

La interminable lucha que encabezan los trabajadores y miembros de empresas recuperadas: Su seguridad laboral se encuentra nuevamente en riesgo por causa de la actual situación que enfrenta el país.

 

Por Eliseo Diaz

Luego que una empresa privada presenta la quiebra, sus trabajadores tienen la posibilidad de tomar el mando de la misma y no perder su trabajo. Los ex trabajadores forman una cooperativa de trabajo mediante la cual pasan de ser empleados a ser empresarios. Muchas fábricas recuperadas no han podido levantar la quiebra heredada y algunas otras han logrado salir adelante pese a todas las dificultades.

Las empresas recuperadas no están exentas de los constantes aumentos de tarifas y tampoco de los múltiples cierres y despidos en fábricas a lo largo del país. Esta situación no solo dificulta su accionar como empresa sino que constantemente se pone en riesgo el trabajo de cientos de empleados. Esta realidad es otro obstáculo de los tantos que han tenido las empresas recuperadas a lo largo de los años y que esperan se pueda encontrar una solución que saque a sus fábricas y al país de esta situación. Los presidentes de la Cooperativa Bolsas Olavarría y de la Cooperativa papelera “Pachi Lara” de Azul cuentan los problemas que han tenido que afrontar, como han logrado salir adelante y que esperan de aquí a un futuro.

Bolsas Olavarría S.A fue una sociedad que funcionó desde 1995 a 1999. Luego de su cierre hubo un lapso de tres años donde la fábrica estuvo abandonada. Tras la iniciativa de uno de sus asociados, se creó la Cooperativa Bolsas Olavarría el 1° de mayo de 2002. “En ese momento nos auto-convocamos para formar la cooperativa. Tuvimos un gran apoyo político a nivel provincial mediante leyes de expropiación… Eso nos dio un puntapié inicial para el comienzo de las actividades auto gestionadas”, contó Gustavo Sierra, presidente de la cooperativa. Todos los asociados a la cooperativa eran pura y exclusivamente del área de producción. “Tuvimos que empezar a explorar todas las áreas de gestión, administración y demás… Eso fue el cambio más significativo que tuvimos que afrontar”, explicó Gustavo sobre la empresa que actualmente se dedica a realizar envases industriales para molineras y cementeras.
La Cooperativa papelera de Azul, en cambio, surgió cuando la fábrica papelera comenzó a tener problemas en 2009, época en la cual sus empleados tuvieron inconvenientes con los cobros que llevó a atrasos en los pagos. “Desde el 2011 trabajamos muy poco y tampoco cobrábamos las quincenas como tenía que ser… Nos debían quincenas y aguinaldos”, recordó Elisen Pereyra, presidente de la Cooperativa “Pachi Lara”. En octubre del 2011 se dio el definitivo cierre y 13 de los desempleados decidieron tomar la fábrica para comenzar ellos mismos con la producción. “Cuando decidimos arrancar tuvimos que hacer todo de nuevo ya que teníamos un montón de cosas que nos hacían falta... Por suerte pudimos vencer esos obstáculos para poner en marcha la planta”, contó Pereyra. En un principio el gobierno le otorgó una ayuda de $1300 a cada miembro de la cooperativa papelera, aunque al poco tiempo se los sacaron. Elisen afirma que todo lo logrado fue gracias a presiones y ayudas de la comunidad; desde partidos políticos, pasando por centros de estudiantes y también la UNICEN. “La UNICEN fue la que nos elaboró el proyecto de viabilidad que nos pedían para darnos los servicios… En ese sentido estamos muy agradecidos”, explicó el presidente de la cooperativa, quien en la actualidad se encarga de realizar papel rústico para caños.

El desafío más grande para una fábrica recuperada, según sus miembros, es superar todas las trabas y barreras que surgen y se presentan. Por el solo hecho de ser una fábrica recuperada se encuentran diversos problemas, que van desde la comercialización hasta la compra de materia prima. “Hay una desconfianza general en las fábricas recuperadas… En un principio teníamos que ir a comprar con la plata en la mano porque sino no nos daban la materia prima”, contó Pereyra.
Luego de un proceso muy largo, la Cooperativa Bolsas Olavarría cumplió 16 años en el mercado, siendo una de las pocas empresas recuperadas que ha logrado levantar la quiebra. “Después de un inicio muy duro que tuvo la empresa, el cambio se da entre 2005 y 2006. Ahí empieza un crecimiento sostenido. Eso nos permitió proyectar a la compañía y creer que era posible el levantamiento de la quiebra”, narró Gustavo Sierra. En el momento en el que se hacen titulares y logran levantar la quiebra, dejan de depender de la parte estatal y se comienzan a manejar igual que cualquier empresa en el ámbito privado. De esa manera, transcurrieron los años con un crecimiento sostenido, hasta que se encontraron con una nueva situación problemática. “Hoy estamos en un contexto difícil. Es una experiencia nueva la que estamos viviendo. Venimos de un crecimiento sostenido gracias a políticas de acompañamiento y hoy estamos inmersos en una crisis que hay en el país”, expresó Sierra.
La situación fue muy diferente para la Cooperativa “Pachi Lara”. Actualmente con el aumento de tarifas y servicios públicos su trabajo apenas cubre el gasto energético que generan sus equipos. A esa situación se suman los aumentos de transporte, materia prima y del mantenimiento de las máquinas. “En la última boleta de luz pagamos 232 mil pesos y con el gas sucedió lo mismo. El flete cuando arrancamos estaba a 6 mil pesos y ahora está a 17...Y la mercadería no la podes aumentar a ese ritmo, es ilógico”, contó Elisen Pereyra. El problema de la cooperativa papelera es no tener los ingresos suficientes como para mantener una producción permanente, entonces trabajan sobre pedido. “Tomamos pedidos, lo hacemos, juntamos los cheques, los cobramos, compramos materia prima y volvemos a arrancar”, relató.

“De acá a futuro somos optimistas, creemos en nuestro país… Pero tenemos que ser conscientes que hoy la realidad que se vive es nueva pero no nos queda otra que enfrentarlo y tratar de salir adelante”, manifestó Gustavo Sierra. El presidente de la Cooperativa Bolsas considera muy parecida la situación actual del país con la ocurrida en la década del ‘90 en la que ocurrieron múltiples cierres de fábricas y empresas. “Estoy de acuerdo con las políticas de defensa de la producción nacional, y también con las políticas de apertura del comercio, pero siempre y cuando se realicen con un criterio lógico y que no perjudique a los que vivimos en el país”, expresó Sierra.
Al igual que el presidente de la Cooperativa Bolsas, Elisen Pereyra considera que la crisis en la que se encuentra el país ha superado a todas las demás, incluidas las de fines del ‘90 y principios del 2000. ”Si este gobierno no cambia su política económica o no se cambia de gobierno es muy difícil que podamos subsistir…. Actualmente lo que estamos haciendo es subsistir”, concluyó Pereyra.
Los miembros una cooperativa más afianzada económicamente como la Cooperativa Bolsas, como así también los de cooperativas en situaciones más críticas como “Pachi Lara”, consideran que lo único que les queda a las fábricas recuperadas es seguir luchando como hicieron desde el comienzo. Son situaciones que parecen ser cíclicas en la historia argentina y actores sociales que se han visto inmersos en problemáticas similares conservan la esperanza de que se podrá salir adelante pese a las dificultades e impedimentos./ AC-FACSO