Universidad

Los estudiantes universitarios que cuentan con becas pertenecientes al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) no recibieron el pago correspondiente a agosto. La falta de fondos vinculada al desarrollo de la ciencia y la tecnología preocupa a las universidades.

Por Lisi Batres

El estudio del arte rupestre en la provincia de San Luis, la exploración de la puesta en valor del patrimonio en la radio y el análisis de los procesos de producción y tratamiento/resolución de los conflictos públicos son algunas de los trabajos de investigación que se llevan a cabo en el marco de las becas del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Se trata de becas a estudiantes de carreras de grado de universidades de todo el país que tienen como objetivo estimular las vocaciones científicas. Pero en el marco de un marcado recorte presupuestario, la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), que cuenta con 54 becarios, no recibió los fondos para depositar el dinero correspondiente a agosto. En la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) son once los estudiantes que trabajan en este contexto.

El día que debía estar el pago disponible, la Secretaría de Ciencia, Arte y tecnología (SECAT) de la UNICEN envió un email notificando a los becarios y directores que el dinero no estaría depositado hasta que no estén los fondos correspondientes. “Este dinero tiene implicancias concretas en lo que hace a la manutención de los becarios… Y además el pago es muy escueto” señaló Juan Pablo Matta, Doctor en Antropología y director de uno de los becarios. “En otros casos donde ha sucedido algo similar, la universidad podía cubrirlo con recursos propios pero ahora explicaron que no hay recursos”, explicó Silvina Mentasti, becaria de la FACSO. “Los estudiantes contamos con ese dinero para los gastos necesarios del mes. Si ellos preveían que iba a haber una falta de fondos o que no estaban ingresando en la fecha correspondiente tendrían que haberlo comunicado”, remarcó Ailen Antiñir, otra de las estudiantes becadas. Estos fondos provienen de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) y se trasladan al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Desde allí son distribuidos a cada universidad y a cada estudiante. En esta ocasión, la SPU no brindó los fondos al CIN. “En este email tampoco se aclara cuánto tiempo puede llegar a pasar hasta que estén los fondos disponibles o cuál es exactamente el problema”, detalló Antiñir.

“Lo que afecta es cómo se traduce esto en el becario porque la macroeconomía de la universidad es muy distinta a la microeconomía de un estudiante”, enfatizó Matta. Ante la falta de pago y la recepción de un email que no brindaba certezas, los becarios comenzaron a realizar acciones en pos de reclamar y visibilizar su situación. “Lo primero que hicimos fue reunirnos en conjunto con quienes poseen becas en la unidad académica de ingeniería”, relató Antiñir. “También nos comunicamos con la Juventud Científica Universitaria (JCU) que principalmente está compuesta por becarios doctorales. Ellos nos ayudaron a determinar qué acciones llevar a cabo”, contó Augusto Oliván, becario de la FACSO. En este sentido, otra de las medidas que tomaron fue elevar una carta al Rectorado y al CIN exigiendo más información sobre los pagos.

Por otra parte, los estudiantes también pegaron consignas en el campus de la UNICEN de la sede de Olavarría para dar a conocer la problemática. “Notamos que se desconocía lo que está sucediendo y probablemente se deba a que los becarios somos muy pocos en relación al total de la comunidad universitaria”, agregó Oliván. Los reclamos llevados adelante por los becarios no sólo se reducen a la falta de pago sino que hacen hincapié además en que la Secretaría de Ciencia, Arte y tecnología (SECAT) de la universidad brinde más información acerca de las becas que poseen. “Hasta este momento estábamos en completo desconocimiento de cuáles eran las rutas presupuestarias que tienen nuestras becas”, subrayó Oliván. En este marco, se pudo concretar una reunión entre los becarios y la SECAT en la sede Tandil de la universidad.

Las becas CIN se otorgan en el marco de una convocatoria pública en la cual los estudiantes avanzados de diferentes carreras de todo el país participan y compiten. “Es una competencia bastante exigente. Para poder obtener una beca se tienen que acreditar antecedentes realmente destacados”, aclara Matta. En este sentido, las becas vinculadas a la investigación científica cumplen un papel importante en relación a la producción académica de las universidades y al desarrollo de la ciencia. “Las becas CIN son una pieza fundamental para el armado de grupos de investigación. Si no podemos introducir becarios en una etapa temprana de las carrera de grado, se corta una fase importantísima en la formación de científicos en Argentina”, profundizó Matta, quien también destacó que los grupos de investigación se sostienen gracias al trabajo y aporte de los estudiantes.

“Teniendo en cuenta que el Ministerio de Ciencia y Tecnología ya no existe como tal, imaginamos que todo es más inestable”, reflexiona Mentasti. “Si se sigue afectando de esta manera esa pieza clave, se está afectando definitivamente la proyección de la ciencia en Argentina”, resalta Juan Pablo. Pero la falta de pago no es la única preocupación actual, puesto que a ello se suma la situación de recorte y ajuste que atraviesa a la universidad pública, la ciencia y la tecnología a nivel nacional. En este sentido, Matta insistió en no perder de vista que la ciencia argentina es reconocida por su calidad a nivel mundial y que no debe ser considerada una variable aislada. “Incluso el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) expresó en un comunicado que debe pensarse en la ciencia y la tecnología como herramientas para salir de la situación económica crítica que enfrenta el país”, finalizó.

Mientras el pago de las becas sigue sin efectivizarse, los becarios continúan trabajando en sus investigaciones sin perder de vista sus reclamos. Esta suspensión sin previo aviso del depósito del dinero correspondiente es un obstáculo para los estudiantes que utilizan ese monto para sus gastos mensuales. Incluso si los inconvenientes con los fondos se extendieran a lo largo del tiempo, no sólo afectarían a quienes poseen la beca en este momento sino que también corre peligro la convocatoria para el 2019./ AC-FACSO

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