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Cinco historias para recorrer los 30

“Elegir hacia dónde quiere ir es una oportunidad, pero también es un desafío para los estudiantes de comunicación”, explicó la Doctora en Comunicación Mónica Cohendoz, profesora de la Licenciatura en Comunicación Social y Directora del núcleo de estudios de investigación ECCO (Estudios de Comunicación y Cultura en Olavarría), haciendo referencia al perfil interdisciplinario que poseen los graduados de comunicación. Contó también su historia en la facultad y cuáles son las labores que se están llevando a cabo desde el núcleo de estudios de investigación ECCO.

 

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Mónica Cohendoz

Cmo y cundo llegaste a la facultad

Con mi familia en 1994 volvimos a Olavarría a instalarnos. Yo trabajaba en la UBA, en la Facultad de Filosofía y Letras, en la carrera de Letras y en la materia Literatura Latinoamericana. Fui invitada a participar de la carrera (Comunicación social) por su creadora Rosa María Brenca. Una persona extraordinaria en cuanto a su lucidez y su capacidad para la docencia universitaria. Eso, creo yo, hay que reivindicarlo fuertemente; quienes han sido los fundadores de esta carrera. Son dos mujeres que han sido emblemáticas en el campo de estudio de la comunicación: Rosa María Brenca y Patricia Terrero. Pensaron desde una visión muy humanista la carrera, con una mirada absolutamente preocupada por problematizar lo social. Muy a la luz de lo que era el proceso democrático que estábamos viviendo en la salida de la dictadura hacia una democracia hasta consolidar una democratización social. Plantearon una mirada crítica de los medios, considerándolos como conformadores de opinión pública y como transformadores de la sociedad; no como reproductores de las industrias culturales. Creo que es esa mirada la que convocó a intelectuales de gran talla como Alejandro Piscitelli, Cristian Ferrer y Cecilia Delfino, que todos fueron docentes en ese momento inicial de la carrera. Fue un momento inaugural muy interesante en términos intelectuales por la riqueza y por la construcción de una mirada sobre la comunicación que proponía un análisis de lo que es el proceso histórico que estábamos viviendo en Argentina.

Llegué desde de otra facultad y desde otro modo de trabajo, pero realmente me abrieron las puertas de una manera muy generosa. Me ayudaron a hacer ese desplazamiento de las letras a la comunicación social, en términos de empezar a construir una carrera que no era la mía de origen. Esa necesidad de cambiar la mirada hizo que me dedicara con mucha profundidad a la investigación y comencé desde el principio a ser docente e investigadora. Al darme una exclusiva se facilitó el proceso de construirme como docente investigadora a lo largo de estos años e ir poco a poco haciendo mi carrera dentro de la facultad. Siempre con una formación muy enfocada a lo humanístico y a lo social. Esto quiere decir que, para mí, lo comunicacional no tiene solo que ver con los medios masivos de comunicación sino también con otros lenguajes, como el de la imagen, el del cine, etc. Esa posibilidad de tener esa mirada me ha dado como investigadora un posicionamiento con el cual me dedico tanto a la comunicación como a los estudios culturales. Eso me acerca muchas veces a una hermandad con la carrera de antropología que me ha resultado muy interesante. He hecho muchos trabajos con los antropólogos de la facultad, y muchas veces la gente no sabe si soy comunicadora, antropóloga o si vengo del campo de la filosofía. Esa mirada interdisciplinaria en la que yo me fui inscribiendo me hace participar de la comunicación desde un enfoque culturalista, que muchas veces es criticado pero me gusta mucho porque me permite pensar cuestiones tanto de la comunicación como de la carrera de la que provengo.

El núcleo de estudios de investigación ECCO (Estudios de Comunicación y Cultura en Olavarría) se armó en ese cruce de comunicación y cultura. En un principio tenía que ver también con la educación, pero después se fue desplazando hacia la cultura.

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Ahora estamos tratando de problematizar la cuestión de la comunicación desde los medios masivos de comunicación. Esos desplazamientos en investigación que ha tenido el grupo tienen que ver con cómo se ha construido el diálogo entre los distintos actores del equipo. Esto hace que las cátedras en las que participamos todos como docentes vayan nutriendo la investigación y vayan haciendo que el equipo se preocupe por diferentes temáticas.

Este año armamos lo que se llama observatorio de medios, es un intento de poder pensar algo que en este momento me parece estratégico en la historia Argentina que es la opinión pública. Qué pasa en Argentina en esta cuestión, donde los medios, a partir de una privatización de los espacios, están construyendo opinión pública desde intereses muy circunscritos a determinados partidos políticos. Me parece que esto no tiene que ver con el enfoque culturalista, pero si con algo que me interesa mucho que es cómo los medios producen cultura y participación social.

Principalmente estamos enfocados en profundidad en el observatorio de medios. Hemos ido abriendo distintas líneas, como por ejemplo con la accidentología, es decir, los siniestros viales. Es una línea que compartimos con la escuela de salud y con ingeniería. Otra línea que estamos empezando a discutir tiene que ver con las próximas elecciones presidenciales. Y por último, otra línea que en lo personal me preocupa mucho tiene que ver con la visibilizarían de las problemáticas vigentes vinculadas al tema de la corporalidad. Tiene que ver con cómo ponerle el cuerpo a las performances de género provoca en la opinión pública toda una serie de politización de los discursos; sobre todo con los discursos acerca de las mujeres y los niños. Me resulta interesante observarlo tanto de los medios como desde la cotidianeidad.

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Creo que la carrera de comunicación tiene la enorme riqueza del dinamismo que no tienen otras carreras. Esto quiere decir que está constantemente pensándose en diálogo con lo que está sucediendo en la sociedad. Eso se vio muy bien en el Enacom, donde se vio una gran preocupación por el impacto de los medios en la construcción opinión publica. La carrera de comunicación tiene estas posibilidades que son absolutamente ricas y complejas, porque constantemente nos están demandando cosas para intervenir en la sociedad. Hay otras carreras como letras en la que estas cuestiones no aparecían, yo podía hablar de la literatura del siglo XVIII y ni acordarme de los siglos anteriores ni posteriores. Estaba todo bien y tenía una beca CONICET. Lo veo también a medicina, que puede estar ocupada de sus problemas psicofísicos y todo lo que pasa alrededor no preocupa mucho. La carrera de comunicación hace un campo de estudio que plantea muchos desafíos y también un dinamismo curricular que nuestra carrera ha sabido seguir mediante los cambios de planes de estudio. Los resultados de eso tienen mucho que ver con las historias de los sujetos en la sociedad que no solo están garantizadas por la carrera.

En este momento la carrera de comunicación social requiere que las personas sigan formándose y que sigan sus trayectorias. La carrera es tan interdisciplinaria que lo que demanda es que cada sujeto define su trayectoria en base a sus intereses, posibilidades y que ruta quiere seguir. Elegir hacia dónde quiere ir es una oportunidad, pero también es un desafío para los estudiantes de comunicación./AC-FACSO

 

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