Monte Pelloni II
Lesa humanidad

Olvido y memoria en la segunda audiencia de la semana por el juicio Monte Pelloni II

La jornada del viernes contó con apenas dos testimonios: uno presencial y otro mediante videoconferencia. El primero de ellos no aportó información y causó sorpresa mientras el segundo reflejó la organización del sistema represivo a escala nacional y aportó al reconocimiento de la responsabilidad estatal en la desaparición de Juan Carlos Ledesma y Amelia Isabel Gutiérrez. En dos semanas se retoma el juicio con la causa FABI.

 

La jornada del 23 de marzo en Mar del Plata comenzó, desde temprano, con algunas dificultades. Prevista para las 10hs, inició media hora después dado los problemas técnicos con el sistema de videoconferencia que se mantiene con el Dr. Lemos, cuarto juez de la causa que se encuentra en las oficinas de Comodoro Py en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Lemos sigue el juicio atento a la posibilidad de tener que reemplazar a algunos de los miembros del tribunal en caso de producirse la ausencia de alguno de ellos por razones de fuerza mayor. Monte Pelloni II se presenta como un juicio extenso (comenzó en agosto de 2017 y su culminación se prevé para  septiembre de este año) y la ausencia sostenida de algún miembro del tribunal sin un reemplazo que conozca el desarrollo de las audiencias obligaría a realizar el juicio desde cero.

En la jornada la tecnología no acompañó y para no demorar ni suspender la audiencia el presidente del tribunal, el Dr. Ruíz Paz, propuso realizar esta instancia testimonial sin el cuarto juez a condición de hacerle llegar el video de la misma. Las partes, compuestas por la fiscal María Ángeles Ramos, Manuel Marañón por la querella y los siete abogados defensores no se opusieron. El primer testimonio fue el de Ester Pereyra, de 71 años, oriunda de Misiones pero radicada en Olavarría desde hace décadas. Se suponía que esta declaración brindaría información sobre el secuestro de Francisco Nicolás Gutiérrez pero desde la primera pregunta de la fiscalía todas las respuestas fueron negativas y se mostraba total desconocimiento de los hechos, lugares y situaciones mencionadas. El tribunal apeló a una declaración ante autoridades policiales en 1977 donde figura su nombre y su respectivo documento. Pereyra reconoció sus datos personales e incluso su firma pero negó haber realizado declaraciones alguna vez.

Se le preguntó por la dirección de su vivienda; si había alquilado parte de la misma; si había visto un operativo de fuerzas de seguridad; incluso se le llegó a mostrar la foto de la casa que figura como suya y no la reconoció. La sensación que existió fue como si la persona que estaba sentada en el recinto no fuera quien debía ser. Ante la imposibilidad de obtener algún tipo de información, a las 10.40 hs se dio por finalizado el testimonio. Mientras tanto, entre el público estaba el hijo de Ester Pereyra, preocupado porque su madre había tenido un pico de presión alta y entendía que por eso se mostraba confundida.

La situación fue muy confusa y no es la primera vez que ocurre un hecho de estas características en el juicio Monte Pelloni II: se había presenciado una situación similar con un testigo del caso LOSA quien también desconocía sus declaraciones anteriores. Las sospechas recaen en olvidos o  en el miedo, aunque también están quiénes proponen investigar si no existió algún delito de acción pública al falsear testimonios.

“Conocí a Isabel”

Luego de un extenso cuarto intermedio, previsto hasta las 12hs, se dio lugar al segundo testimonio a través de videoconferencia desde La Plata. En esta oportunidad, la tecnología funcionó perfectamente. La testigo fue Liliana Mabel Zambano, secuestrada a fines de agosto de 1977 en la capital bonaerense y luego llevada al Centro Clandestino de Detención (CCD) de Lomas de Zamora, conocido como “El Pozo de Banfield”. Fue en este CCD donde dijo haber tenido contacto directo con Isabel Gutiérrez. “Conocí a Isabel. Con él (Juan Carlos Ledesma) no tuve contacto directo pero con ella si. Fue en 1977,a fines de septiembre o principios de octubre. Isabel me comentó que ellos (el matrimonio) vivían en Olavarría. Habían estado en La Plata y volvieron”, afirmó. La fiscal le preguntó si sabía por qué el matrimonio había decidido regresar a Olavarría y ella sostuvo que “sus vecinos les habían avisado que su casa había sido ocupada por las fuerzas de seguridad de ese entonces y por eso decidieron volverse”. Según Zambano, Isabel Gutiérrez le contó que vivían en Olavarría, que habían estado en La Plata y habían regresado; que ella tenía un hijo de un año y que hacía poco tiempo había tenido una bebé que había sido secuestrada junto con ella. Finalmente, acerca de cómo había visto físicamente a Isabel, Zambano respondió que bien pero que le contó que había sido víctima de torturas. Este testimonio permite conectar no sólo los relatos escuchados en la audiencia anterior sino que brinda información sobre el recorrido del matrimonio Gutiérrez-Ledesma y aporta aún más elementos para comprometer a las fuerzas de seguridad en su desaparición.

Un planteo de la fiscalía

La jornada culminó con un planteo de la fiscalía, acompañado por la querella, donde se objetó el perito oficial que pretende realizar el tribunal a una nómina de testigos que manifiestan tener problemas de salud para participar del juicio. El planteo de la fiscalía versa sobre la re-victimización que implicaría volver a evaluar las condiciones de salud de testigos que, además de haber sido propuestos por ellos mismos, fueron evaluados por profesionales de la salud del Comité para la Defensa de la Salud, la Ética y los Derechos Humanos (CODESEDH) como parte del programa de asistencia médica de víctimas que fue aprobado, admitido y convocado por el propio tribunal. La presidencia dijo que tendrá presente el planteo pero allí solicitaron intervención las defensas quienes esgrimieron que no pretenden la re-victimización pero consideran pertinente que el tribunal ordene corroborar el estado de salud de los testigos en cuestión. Este planteo propuso, incluso, que se contemple la posibilidad de aportar un perito de la defensa para tales fines.

La próxima audiencia será el jueves 5 de abril a las 10hs cuando comiencen los testimonios del caso de la Fábrica de Bolsas Industriales de Hinojo (FABI). Mientras tanto, será tiempo de recordar y seguir recordando, sabiendo que la justicia no se espera solo en Mar del Plata sino también en Olavarría y en todo el país. Llegado el momento será grito, masivo y plural, como ocurrirá este 24 de marzo y en cada momento que se convoque a la Memoria, a la Verdad y a la Justicia./ Agencia Comunica y Radio Universidad (FACSO)