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Las nuevas realidades dentro de la salud

Luces y sombras de la telemedicina

Las consultas web actúan como monedas corrientes dentro la medicina actual. Aunque ayudan a resolver gran parte de las inquietudes de los pacientes, no siempre sustituyen la eficacia del contacto real con los profesionales de la salud.

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Camila Valenzuela (*)

22/06/2020

Los servicios médicos a distancia, así se define la telemedicina. Es, básicamente, la consulta y diagnóstico mediados por video llamadas en plataformas concebidas como consultorios virtuales. Actualmente, se promociona como el método que le permite a los médicos llevar su consultorio en el celular.
Dentro de la medicina se viene implementando desde hace varios años, sobre todo en los países más desarrollados. Es lógico que, en el contexto actual de pandemia y distanciamiento social, este tipo de comunicación se haya potenciado a gran escala. Gustavo Zanelli, patólogo y Secretario de Ciencia, Extensión e Investigación de la Facultad de Ciencias Médicas de Olavarría, observa que “ahora se ha desbordado, se hizo natural la relación virtual médico-paciente. Eso dio la posibilidad de que el medico este 24/7 para sus pacientes”.
Aun así, existen profesionales que, debido a la metodología de la que constan sus contribuciones al paciente, experimentan esta modalidad desde antes que las video consultas sean, en la mayor cantidad de casos, una obligación para evitar la propagación del Covid-19. Como prueba de ello, la psicól oga Valeria Di Giano considera este “avance médico” como un instrumento que, lejos de sobreponerse a la metodología de las consultas tradicionales, permite “conectarse con las personas desde otro lugar”, teniendo en cuenta que las sesiones se realizan “desde la comodidad de su casa y sin el gasto de transporte”. La profesional argumenta que, de ser necesario, “se debería seguir sosteniendo todo lo que los pacientes lo requieran. Es fácil, simple y económico”.
Ahora bien, la cuestión se ve favorecedora en varios aspectos dentro de la psicología, debido a que las sesiones básicamente se consignan en el dialogo que sostiene el paciente con el profesional. Pero, ¿qué tan efectiva es dentro de la medicina general y especializada? Betina Zarate, medica clínica de la ciudad de Necochea, plantea un panorama un tanto diferente, explica que “tiene las limitaciones lógicas del caso, ya que el examen físico es imposible. Pero permite orientar, sugerir y contener al paciente, que no es poca cosa”. En concordancia con el patólogo Zanelli, apunta a que “el 50% de la gente que va al consultorio de un médico generalista no tiene nada. Pero el arte y la ciencia del doctor es darse cuenta de eso, de que no tiene nada, pero lo tiene que escuchar”.
A pesar de la creciente necesidad, y la entendible responsabilidad de adaptarse a estos medios en el actual contexto, la Dra. Zarate no deja pasar un punto por alto, “esto viene de antes. Pero con toda esta situación se busca normalizarlo hasta pasarlo por desapercibido, creyendo que está bien, y no, es casi una aberración”, sostuvo Zarate.
A Carolina Cuñado le ha tocado ser paciente virtual más de una vez, por lo que puede opinar que “es beneficioso en varias ocasiones. Podes tener una opinión médica sin salir de tu casa”. Cuñado tiene 53 años de edad y hace 5 que padece daños y dolores en una de sus rodillas, estado que la ha imposibilitado a un desplazamiento de forma independiente, “en las condiciones que me encuentro se me ha hecho difícil ir a médicos sin nadie que me acompañe, asique se me hizo recurrente consultar a médicos por juntas online”.
Explica que en un primer momento, lo hizo con alguno de los médicos con los que se trataba regularmente, mediante paginas como Zoom y Skipe, pero con el tiempo consiguió tomar un poco más de confianza en el tema y supo unirse a plataformas como Esculapio en busca de especialistas que pudieran darle respuestas a las inquietudes que le surgían. Ella explica que “la primera consulta que hice fue en relación a mi peso, por lo que consulté un nutricionista y no se presentaron inconvenientes”, recuerda que “luego de enviar mi necesidad clínica, recibí diferentes presupuestos de los profesionales que trabajaban desde la página”.

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El Dr. Gustavo Zanelli diferencia entre el médico que conoce a su paciente de años y la primer consulta. 

Las consultas vía web han probado ser de gran eficacia para el seguimiento de paciente con el que se tuvo un encuentro previo o del que “mínimamente conoces su historial clínico y al igual que sus patologías”, explica Zarate. Pero algo muy distinto opina el especialista olavarriense Zanelli. Para el patólogo, “una cosa es con un médico clínico que te conoce hace años y conoce tus patologías, y otra cosa es un especialista que te ve por primera vez”. Aun así, en ningún caso “deberían surgir inconvenientes”, apunta Zanelli, ya que el hecho de “escuchar el tono de la voz y ver el color de la piel” es fundamental para un médico con experiencia. Aun así, a Carolina Cuñado le tocó vivir en primera persona los malos resultados que este tipo de experiencias puede tener. La paciente virtual recuerda que “me habían salido manchas de irritación en la piel, así que contacté a un dermatólogo y le envié fotos de las marcas que tenía”. El profesional realizó una aproximación de diagnóstico y pasó a recetarle una crema que “terminó por dañarme el doble la piel”.
Las sombras de la telemedicina no solo se hacen gráficas en los diagnósticos erróneos que pacientes como Carolina Cuñado ha recibido alguna vez sino que también les toca a los médicos cuando las obras sociales optan por ampliar sus ingresos sacándole a los profesionales de la medicina un porcentaje de sus ganancias por consultas virtuales debido a que, según Zanelli, “no estamos realizando el trabajo completo que un médico tiene que hacer”. Mientras que especialistas experimentados como la psicóloga Di Giano testifica que “yo puedo hacer lo mismo tanto por consulta virtual como online”, otros profesionales como el patólogo Gustavo Zanelli aluden a que “ahora que se pasó todo a la telemedicina, consideran que la atención virtual vale menos que una presencial. Me parece algo muy miserable”. En correspondencia a ello, la médica clínica Zarate confirma, “precarizan nuestro trabajo. Como si el hecho de estar 20 minutos escuchando a un paciente para tomar decisiones en decir: hace reposo, toma tal medicamento o andá ya para la clínica, no fuera un servicio médico”.
Si en algo pueden coincidir el patólogo y la médica generalista es que la telemedicina como avance técnico también representa, por un lado, la mercantilización del paciente al no ser atendido, según Zarate “mediante interrogación y examen físico” y por el otro, la precarización del médico que se ve limitado a cobrar menos por cada consulta que responda mediante su consultorio online.

* Trabajo realizado para la cátedra Redacción Periodística I, segundo año de la carrera de Periodismo de la Facso