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Prevenir para no lamentar

Europa atraviesa una cruda segunda ola. Los sistemas de salud están desbordados y toda la población está confinada. Es volver al 2020 cuando todo parecía calmarse. ¿Qué posibilidades hay que se repita lo mismo en Argentina? ¿Cómo evitarlo? ¿A qué se debe el repique de casos registrados en los últimos días?

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Santiago Garralda-Agencia Comunica

La llegada del verano a Europa trajo consigo una baja en los casos por Covid-19. Se relajaron las medidas y el Viejo Continente se convirtió en un espejo para el resto del mundo, reflejando que el final de esta pesadilla estaba cerca. Pero no fue así. Al finalizar el período veraniego hubo un reflote de los casos, hasta llegar a cifras preocupantes: en Reino Unido confinaron a gran parte de la población por contagios masivos; en Alemania y Rusia se registraron récord de muertes en los últimos días que obligó a los gobiernos a tomar medidas similares; misma suerte corrieron España, Italia y Escocia. A pesar de que varios países arrancaron con sus campañas para vacunar progresivamente a la población, el panorama en el “primer mundo” es desalentador. El colapso de los sistemas de salud es inminente. Parecería ser un dejavu de Febrero- Marzo de 2020, pero con un desenlace mucho peor. Alcanza con analizar las estadísticas para comprender que esta “segunda ola” es más grave que la primera. Ahora bien, ¿qué está pasando en Argentina? ¿Estamos próximos a enfrentar una segunda ola de contagios? ¿Es posible evitarla?

En relación a esto, la médica infectóloga Marina Grand sostuvo que “creemos que puede suceder. Si comparamos los datos a nivel país y provincia, estamos muy parecidos a como estábamos en julio y agosto. Es preocupante este repique tan masivo de casos que hemos tenido”. Los datos no mienten: en Agosto se reportaron un promedio de 10.000 casos por día en todo el país, en Septiembre y Octubre esa cifra superó los 15.000 casos. En los primeros días de Diciembre se registró una baja considerable, reportando un promedio de 3.000 casos por día. Sin embargo, la situación cambió con el inicio del 2021.

Nuevamente, el registró osciló entre los 10.000 y 15.000 casos diarios, confirmando de esta manera los temores de los especialistas de la salud. Las razones de este repunte varían, pero lo principal -al igual que en Europa- es un relajamiento en las medidas de prevención a nivel individual y comunitario. En este sentido, el cansancio de un año hiper estresante está jugando su papel protagónico; la incertidumbre de no saber cuando se termina y el hecho de tener que enfrentar un proceso más largo de lo que cualquiera imaginaba causaron que, poco a poco, la sociedad vaya dejando de lado las medidas.

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Foto: El Popular, Dra. Marina Grand.

Frente a este panorama, surge el interrogante de cómo frenar o adelantarse a una posible -e inminente- segunda ola de contagios. En el horizonte aparece la posibilidad de que todo el país regrese a Fase 1, tal como está sucediendo en Europa. Sin embargo, la médica especialista en infectología, afirmó que “es muy difícil lograr nuevamente un confinamiento, una fase 1 en nuestro país, porque lamentablemente la gente está muy cansada, pero va a tener que ver directamente con el número de casos y como se comporte la comunidad”. En efecto, si la cantidad de contagios llega a aumentar de forma considerable, y el número de camas disponibles empieza a reducirse, “no nos queda otra que haya alguna medida como para restringir la circulación de personas”. Por esta razón, y para evitar un caótico regreso a fase 1, es que se está testeando masivamente para poder detectar y aislar a los positivos, además de reforzar (y repetir hasta el cansancio) las medidas de distanciamiento social, el uso de tapabocas y el lavado de manos.

Nueva cepa, ¿qué es?

A mediados de Septiembre de 2020, comenzaron a circular noticias de que una nueva cepa del Covid-19 había sido detectada en Reino Unido. Este término desconocido puede generar confusión y temor, sobre todo ante la falta de información verídica. En estos casos (y en todos), es necesario democratizar el conocimiento, la información y la comunicación para que la sociedad comprenda de una mejor manera a lo que se enfrenta. Lo cierto es que, a decir de Marina Grand, “todos los virus, sobre todo los virus de ARN (ácido ribonucleico), como es el SARS-Cov 2 que es el que causa el Covid- 19, tienen una gran capacidad de mutar, es decir, que cuando van copiando su propio material genético para formar otro virus puede haber errores en esa copia”. Esos errores pueden ser negativos para el virus y lograr que se reproduzca lentamente y sea menos infectivos. Por otra parte, si los errores son positivos para el virus puede generar “mayor contagiosidad o mayor capacidad de daño al huésped que lo adquiere”.

En el caso de Reino Unido, la mutación (conocida como B117) le confiere al virus una capacidad mayor para transmitirse -60% más transmisible- Por esta razón, es que la segunda ola en Reino Unido se aceleró a niveles superlativos, alcanzando su pico máximo el 8 de Enero con 68.063 contagios en un día.
A modo de ejemplo, Grand señaló que “si el virus de Covid-19 por cada persona infectada podía contagiar a dos personas, con esta nueva cepa se podría contagiar casi a cuatro”; aunque también resaltó que no sería más agresivo que la cepa anterior. Cabe destacar, que las mutaciones son muy comunes, por lo tanto hay cepas en distintos países (en Argentina ha tenido pequeñas mutaciones, pero hasta el momento ninguna relevante). Esto no significa que todas sean “malas”, a veces aparece una que es igual al Covid-19 pero que tiene una pequeña mutación que no le cambia ninguna capacidad al virus.

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¿Soluciones?

La calma pasajera aparece en las vacunas, que efectivamente pueden neutralizar estas nuevas cepas. Para eso, primero tiene que haber campañas masivas de vacunación para convencer a la población. En este sentido, Marina Grand afirma con certeza que la Organización Mundial de la Salud debe intervenir “para que se vacune masivamente al mundo entero porque si no esto no va a terminar”.
Sin embargo, la doctora advierte que “si las personas no respetan las medidas y no se termina de completar la vacunación por poca disponibilidad de vacunas o porque tarde mucho tiempo la campaña, tranquilamente puede haber otras olas más”. La solución momentánea, aunque suene repetitiva, está en “cumplir las medidas, que respeten los dos metros y el uso de tapabocas que tape de la nariz al mentón, que se laven bien las manos y que eviten las reuniones sociales sobre todo en espacios cerrados”. Porque si bien las poblaciones están vacunando de a poco, la pesadilla “está lejos de terminar”.