Post pandemia y educación: atender las emociones es la clave

“La pandemia nos ha hecho repensar nuestras vidas como individuos. No tengo dudas que la educación tiene que modernizarse si o si, no hay más tiempo de repensar prácticas. Estamos educando otras generaciones, para otro mundo, con otros problemas y por supuesto van a necesitar otras herramientas” sintetizó a esta Agencia Vanina Belgrano, Directora del Nivel primario de INSRO, colegio que cumplió 125 años y en la primaria cuenta con 372 estudiantes.

21/10/2021

Camila Ale - Agencia Comunica

Esas generaciones hoy necesitan ser protagonistas, ser escuchadas y que sus emociones afloren. Ese aspecto llamó la atención de la docente y Psicopedagoga Ana Viscaino quién notó que “desde lo que sucedió en pandemia, las y los docentes empezamos a tomar nota de la relevancia de cómo se jugaba la emoción en el proceso de enseñanza, no solo la emoción sino también lo que se relaciona con la afectividad al momento de aprender, algo muy fuerte en este tiempo”.

Para las personas en general transitar una pandemia no fue nada fácil sin embargo lograr que se lleve a cabo correctamente el proceso de enseñanza aprendizaje desde zoom o distintas plataformas ha sido màs complejo, y sobre todo mantener el contacto entre la institución y las familias. Escuchar a estudiantes parece ser la nueva clave para las nuevas maneras de enseñar en las escuelas.

Las directoras entrevistadas piensan de igual manera en relación a utilizar el reto o desafío que fue la pandemia como una oportunidad en encontrar nuevas formas de aprender y educar, nuevas temáticas y nuevas estrategias y herramientas.

Para Belgrano “fue difícil dirigir la institución en plena pandemia pero como toda experiencia que trae crisis, en nuestro lugar de educadoras lo vivimos como una oportunidad”, explicó de manera sincera, y agregó que “las burbujas funcionaron muy bien en el regreso por lo tanto fue una experiencia muy positiva, pudimos ver en qué instancia de aprendizaje estaba cada estudiante, pero sobre todo porque nos permitió ver cómo estaba cada uno en el aspecto personal y hoy seguimos trabajando en ello porque no es un aspecto menor”.

Del mismo modo, Marina Schwerdt directora del CEPT N° 8 de Espigas nivel secundario expresó que “tuvimos una ventaja y pudimos aprovecharla de manera beneficiosa que fue el hecho de que en los CEPTS trabajamos con la pedagogía de la alternancia”, es decir que están acostumbrados a llevar tareas a sus hogares porque “están una semana en la institución y después permanecen 15 días en sus casas, hacemos una visita al hogar”.

En tiempos de Covid “fue distinto para todos, tuvimos que adaptarnos y ponernos en acción con las nuevas tecnologías, que hace mucho que están entre nosotros pero no nos quedó otra que tomar todo lo que nos ofrece, fue un punto a favor para estar conectados con todos” declaró Belgrano, en representación del INSRO.

Pero hay otras realidades, gracias a un relevamiento, que hicieron en el CEPT de Espigas, “lo que más quedó al descubierto fue el tema de cuántas familias no cuentan con internet, celulares o computadoras, fue un obstáculo, tuvimos que modificar algunas cuestiones, trabajo que llevó un tiempo importante de paciencia y dedicación “ manifestó Schwerdrt.

Retos y proyectos de la nueva presencialidad

El regreso fue con unas expectativas enormes y una ansiedad increíble para todas las escuelas pero a la vez era todo raro por los protocolos o el encuentro de tantas personas. “Nos encontrábamos que con la máscara no nos entendían, el saludo o la bienvenida cambió, las charlas en los horarios de recreación no estuvieron, todas las actividades cambiaron”, ejemplifcó la directora del CEPT de Espigas Marina Schwerdt.

A su vez definió esta vuelta como “una aventura ya que tuvimos que desarmar la escuela prácticamente y adecuar los ambientes para poder recibir todo el curso juntos. Desarmamos las habitaciones, sacamos las camas y las mudamos a las aulas, y transformamos las habitaciones en aula, así cada grupo podía estar unido” con los protocolos correspondientes.

“Hoy estamos transitando un nuevo desafío que es la unión de esas burbujas, al equipo nos hubiese gustado seguir en grupo más reducidos hasta fin de año para continuar de estructurar esto que veníamos haciendo desde lo emocional” cuestionó Belgrano, y declaró que “encontramos chicos muy tristes, con pocas ganas de atender a lo escolar por los cambios abruptos”.

En Espigas, a partir del contacto permanente con las y los estudiantes, Marina Schwerdt observó que “muchos alumnos de los grados más avanzados, entre 15 y 16 años, salieron a trabajar todos los días y tomaron trabajos de más horas” y eso lamentablemente “restó tiempo para hacer las tareas, se atrasaron en sus trayectorias y hoy les está costando cumplir con el ritmo y las obligaciones de la escuela secundaria”.

En el INSRO cuentan con un proyecto de ESI transversal a toda la institución, “por ejemplo en segundo y tercero trabajan en la construcción de su <diccioemocionario> que contiene palabras que tienen que ver con las emociones, mes a mes se trabajan distintas, se proyectan videos, se analizan situaciones en donde aparecen y se leen definiciones de expertos para poder escribir luego su propia definición en conjunto”, señaló Belgrano.

Por otro lado, en el CEPT Nº 8, “contamos espacios dedicados a la reflexión nocturna, todas las noches después de cenar nos juntamos con las chicas y los chicos y el equipo docente, que se queda a dormir, para hablar sobre lo que pasó durante la jornada”, y los viernes “ muchas veces a partir de juegos hacemos un análisis semanal para llevarse un mensaje positivo a casa después de algún conflicto”, expresó Schwerdt.

Entonces, atender las emociones y las necesidades de estudiantes parece ser la herramienta para las nuevas maneras de enseñar en las escuelas de nuestra ciudad. “Tanto los docentes como los alumnos tuvimos que cambiar de lugar en esto de la definición de qué es enseñar y qué es aprender, y tenemos que mirar todo lo positivo que tuvo la pandemia. Aprendimos cosas totalmente diferentes como la autonomía al momento de encarar una tarea” concluyó Marina Schwerdt. (Facso- Agencia Comunica)