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Vocación y trabajo en equipo, dos pilares de los cuidados paliativos

Cuando se trata de pacientes con enfermedades terminales, poco se habla del rol y la dedicación de quienes trabajan “puertas para adentro”. Sofia Bunge, médica especialista en cuidados paliativos, explica cómo son los tratamientos y cuánto se puede mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Nota bunge
En Argentina, según Télam, alrededor del 15% de los pacientes con enfermedades terminales pueden acceder a los cuidados paliativos. 

Luz Moyano-Agencia Comunica

16/09/22

“Nosotros trabajamos mucho en lo que es la vida digna, en que una persona pueda vivir de la mejor manera hasta el último día de su vida”. Lo dice Sofia Bunge, médica dedicada a los cuidados paliativos desde hace 22 años. Lo asegura convencida de que en la especialidad se deben respetar los valores de cada paciente y su entorno familiar.

Solo así se alcanzan metas como los que guarda en su memoria: la mujer que logró volver al cuidado de sus plantas gracias a un tratamiento de dolor, o la joven que pudo terminar de pintar sus cuadros, exponer en una galería y llegar en su silla de ruedas para ver que, a pesar de todo, pudo estar presente.

Los cuidados paliativos, según el Programa Nacional, son la asistencia activa y holística de personas de todas las edades con sufrimiento severo relacionado con la salud, debido a una enfermedad grave, y tienen por objetivo mejorar la calidad de vida de los pacientes, sus familias y sus cuidadores.

Actualmente, gracias a la nueva ley 27.678, que tiene como objetivo fortalecer el equipo de cuidados paliativos para aliviar al máximo el sufrimiento de personas en situación de enfermedades terminales, se reconoce el derecho de los pacientes a recibir el tratamiento correspondiente en sus ciudades de origen sin tener la necesidad de trasladarse hacia otros centros urbanos de mayor complejidad.

Además, garantiza el abordaje integral de la persona que se encuentra dentro de un marco normativo que va desde aspectos físicos, sociales y espirituales. A su vez, la rama de los cuidados puede ser vista, para quienes desconocen sobre la misma, como una asistencia médica a la que solo se recurre en casos extremos, cuando en realidad se trata de un cuidado multidisciplinar.

Sofía destaca que es imprescindible el equipo de trabajo integrado por diversos especialistas (psicólogos, enfermeros, asistentes sociales, administrativos). Este es el estilo de abordaje que se implementa para acompañar a cada uno de los pacientes y familiares, sabiendo que para estos últimos también es una situación difícil y compleja de afrontar.

Asimismo, el rol de cada uno de los profesionales es fundamental, ya que muchas veces va más allá del cuidado que se le brinda a cada uno de los pacientes para llevarles alivio y paz. Quienes eligen trabajar en cualquier rama de la medicina tienen como objetivo poder garantizar la salud y el bienestar de las personas.

Por otro lado, además de la ética profesional también existe un compromiso personal que los involucra y los interpela diariamente cuando de realizar su labor profesional se trata. En el caso de Sofía Bunge, al trabajar en esta rama de la medicina a diario se encuentra con situaciones o personas que resignifican su vida y que le enseñan a valorar aún más todos aquellos aspectos de lo cotidiano.

Asegura que acompañar a cada paciente va más allá de los principios o los valores de cada uno. “Me siento honrada de que confíen en mí para poder acompañarlos en situaciones tan complejas. Sumar para que las cosas sean más livianas, aun con lo doloroso que pueden ser para ellos, hace que valore un montón de cosas en lo cotidiano”.

Las personas bajo tratamiento paliativo se encuentran en muchos casos con sentimientos a “flor de piel”, algo frecuente en quienes padecen cualquier enfermedad terminal. La tarea de los especialistas sin importar la situación también es contener al otro, ser comprensivo, solidario y trabajar desde la empatía. “Hoy no concibo de otra manera hacer medicina”, manifiesta.

Todos estos aspectos que se tienen en cuenta cuando llega alguien nuevo a cuidados paliativos, permite que los pacientes puedan aceptar su condición y despedirse de buena forma de sus familiares. Como el caso que recuerda la especialista: de un padre que por su estado terminal sabía que no podría ver a su hija cumplir 15 años, pero que aun así le escribió una carta y le eligió un collar para que un familiar se lo diera el día de su cumpleaños.

De esta forma, el papel de quienes se encuentran realizando la tarea de asistir a personas que necesitan de un tratamiento y un seguimiento diario es tan importante como necesario. El tiempo que le dedican a su labor requiere de mucho profesionalismo, pero también de un compromiso y dedicación con cada uno de los pacientes y sus familias, que hace que para muchos de ellos realizar la especialidad sea una elección constante. “Yo siempre digo que encontré paliativos, pero en realidad los cuidados paliativos me encontraron a mí”, concluye.