Entrevistas

Sara Cánepa, abogado del niñas, niños y adolescentes

"Poder escuchar a los niños y niñas significa reconocer su subjetividad"

Asegura que escuchar a niñas, niños y adolescentes es el derecho sobre el cual se debe seguir trabajando. Qué quieren y necesitan, sin prejuzgar por edades. En el mes de las infancias, un análisis sobre cómo correr la "mirada adultocéntrica". 

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Fernanda Alvarez - Agencia Comunica 

Escuchar a los niños, niñas y adolescentes. Tan simple, tan claro y tan pocas veces aplicado. Quizás ese sea un derecho sobre el cual es necesario seguir trabajando, desde la mirada de la Abogada Sara Cánepa. En el mes de las infancia, un análisis con quien defiende y promueve los derechos de los niños en la Argentina y su confianza en que los adultos dejen de mirar a la niñez desde sus propios prejuicios y que, en cambio, lo hagan atendiendo sus necesidades.
En la Argentina las infancias tienen derechos. Las leyes existen, pero se cumplen?
El problema central es que en los distintos ámbitos seguimos con una conformación adultocéntrica, como con la construcción del patriarcado. Hay cuestiones que tenemos tan naturalizadas que no nos damos cuenta. Y tratándose de niñas, niños y adolescentes esto se marca porque en general las decisiones en los espacios escolares, hospitalarios, judiciales, familiares, desde la comunidad o los medios se naturalizan los actos adulto céntricos. No es fácil deconstruir, pero cambia todas las posibilidades para chicos y chicas. Fijate el trato en un hospital, cualquiera sea, es difícil que tengan parámetros adecuados para atención de chicos y chicas, incluso que tenga atención especial para adolescentes, un rango etario que queda excluido. Un ejemplo reciente: un fiscal prepotea en vivo a una periodista en una entrevista, la cuestiona y maltrata. Eso se puede detectar fácilmente. Pero la periodista mujer le dice “usted me ha tratado como una niña”, fijate cómo podemos ver que naturaliza que si hubiera sido niña se le podría haber hablado así…
-Es cierto. Uno suele escuchar o decir incluso ´no me hables asi que no soy tu hijo o no soy un chico´...
Exacto. Y cuando se empezó a aplicar el código civil nuevo, que prohíbe el castigo, me acuerdo escuchar en programas de radio que se decía “ahora no se le puede dar un coscorrón a nadie”. Entonces naturalizamos que se podía gritar a un niño o niña, insultar, tirar el pelo. Y no, no se puede.

La posibilidad de escuchar

Para la abogada resulta fundamental poder “escuchar. Porque significa respetar la subjetividad de la otra persona. Y escuchar significa que si escucho espero a que manifiestes algo, no estoy pre juzgando a ver que me vas a decir y yo ya prepararme para la respuesta. Cuesta entre adultos escucharse, imaginate a un niño o niña. Cuando hay posiciones encontradas no hay escucha, es muy frecuente ver en los debates que uno frena para respirar y ya salta el otro a castigar con las palabras. Lo mismo sucede con el trabajo interdisciplinario, que implica estar abierta a que otra disciplina me interpele. Y en el ámbito judicial, el hecho de que los niños y niñas tengan patrocinio les permite que sean atendidos en sus reclamos. No se los puede desoír”.

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-¿Eso sucede en casos de separaciones de los padres o también cuando los niños o niñas sufrieron violencia? ¿Es ahí cuando pueden tener su propio abogado?
Si, y en otras ocasiones también. Por ejemplo cuando no soportan la violencia de los padres,se van de sus casas y patrocinamos adolescentes que hacen juicio de alimentos a sus padres.
-Considera que la escucha, entonces, es uno de los derechos sobre los cuales más se tiene que trabajar, aunque pareciera que no debería hacer falta ley para eso…
Si claro. Porque la escucha remite a la subjetividad. Cuando me dispongo a escuchar es porque estoy reconociendo la subjetividad de la persona que escucho y puedo correr la mía. Voy a tener que estar abierta. A veces las miradas están teñidas de prejuicios, preconceptos. Hay una cuestión a atender: cuando estos chicos no han tenido reconocimiento en la familia en cuanto a su valía, es muy fácil que no tengan deseo. Es frecuente cuando han estado presos, vemos durante las entrevistas en programas de acompañamiento, que no saben qué desean. Uno le pregunta ¿qué querés hacer? No saben..tienen desconcierto. Porque nunca nadie les preguntó ni siquiera si les gustaba el fútbol. Cuando los invitábamos a pensar sobre eso, volvíamos a la semana siguiente y ya sabían qué les gustaba. El tema es acompañar.
Otra situación es cuando los nenes y nenas expresan sentimientos de desagrado hacia las parejas de sus mamás o papás. Ahi faltan preguntas de los adultos, porque no es que ´mi novio/a te tiene que gustar porque me gusta a mi´. Y peor aún los chicos que tienen que estar en un hogar por medida de abrigo o en un penal, en este último caso no tienen ni agua caliente. Por eso es importante la figura del abogado. Cuando las personas adultas le temen al abogado del niño tienen razón. Porque los niños y niñas tienen una herramienta muy potente, le pongo a favor de esa criatura todo el ordenamiento normativo.
-Muchas veces las escuelas denuncian casos de violencia en las familias. ¿Qué sucedió en la pandemia? ¿Qué derechos se han visto vulnerados en estos meses?
Esta generación de chicos para su bien o mal han tenido una experiencia que en generaciones no tuvieron. Han vivido con su madre y padre todo el tiempo. Algunos problemas se calmaron, otros recrudecieron. Pero hay un común denominador: todo lo que en Argentina se hace mal, con la pandemia se recrudece. Los Servicios Locales de Niñez no han sido áreas privilegiadas por ningún Municipio, algunos les han puesto más inversión, otros casi nada. Pero en general no es una política pública que desde la Provincia y el Municipio se haya fortalecido nunca. Este aislamiento ha mostrado brutalmente todo lo que falta.
-¿Qué posibilidades ve de que los adultos, a quienes tantas veces nos cuesta hablar con otro adulto, seamos capaces de escuchar a nuestros hijos, estudiantes, pacientes, cada uno desde su lugar?
Siempre hay oportunidades, soy como una porfiada y quizás este sea un punto nodal en la vida planetaria. Cuando crecemos nos olvidamos de lo que nos pasaba de niños. Muchos de nosotros hemos tenido que deconstrir una cantidad de cuestiones que la cultura nos va dando... Un ejemplo: las canciones de mi infancia o determinados cuentos son imposibles de escuchar hoy por hoy. Y si escucho que en un jardín lo enseñan, puedo ir a quejarme. Y quizás la maestra pueda reflexionar sobre eso. Recordemos letras como “me arrodillo a los pies de mi amante, me levanto constante constante”, “me quiero casar..” ¿¡Qué nos hacían cantar!? Hoy hay otras canciones pero tenemos que seguir insistiendo porque las instituciones no cambian inmediatamente.
-¿Cuales son los prejuicios y estereotipos más comunes sobre las infancias?
Lo que pueden y no pueden, lo que deben y no deben. Se marca mucho por edad. No hay apertura a que cada ser humano es único y tiene una realidad única, no es lo mismo el problema de uno y otro. Ahora patrocinamos a niños que quieren cambiar su apellido, o que quieren cambiar su sexo. Eso rompe con todo un esquema. Cuando alguien dice no quiero ver más a mi papá o mamá, el sistema tiene tendencia a que hay que estar bien con mamá y papá. Según la psicóloga Alice Miller es el complejo del 4to mandamiento que dice ´honrarás a tu padre y madre´. Y cala tan hondo, porque aún con padres y madres que han hecho mucho daño, la persona se esfuerza por cuidarlo en el fin de sus vidas. Y así los hijos de enferman, porque están con alguien que los dañó.
Lo jurídico puro tiene la tendencia de marcar las capacidades por edades. A tantos años podes tal cosa, el ser humano es completo desde que nace y los adultos debemos respetar los tiempos de los niños, niñas y adolescentes de acuerdo a su personalidad.