Entrevistas

Maternar en tiempos de feminismos

Qué implica ser madre en el Siglo XXI. Cómo combinar actividades y qué sigue demandando la sociedad actual a las mujeres. La mirada de la Dra. Karina Felitti, historiadora e investigadora, sobre el lugar de la mujer y la construcción de los roles maternos.

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Fernanda Alvarez - Agencia Comunica

“De pronto hay como una idea de que la maternidad será elegida o no será. Y es algo que se estuvo discutiendo en algunos grupos y quienes trabajan sobre este tema porque muchas veces la maternidad no es elegida pero terminan siendo experiencias buenas, felices, incluso más que otras que fueron planificadas”. La idea corresponde a la Dra. Karina Felitti, Doctora en Historia, escritora e investigadora adjunta del CONICET en el Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género (IIEGE) de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
La maternidad en pleno siglo XXI y con un movimiento feminista en avanzada fue el disparador de una charla que profundizó en conceptos sobre lo que implica ser madres. Karina Felitti es autora de los libros “La revolución de la píldora. Sexualidad y política en la Argentina de los sesenta”, “Madre hay una sola. Experiencias de maternidad en la Argentina”, “Los sesenta de otra manera. Vida cotidiana, género y sexualidades en la Argentina” y “Género y sexualidades en las tramas del saber. Revisiones y propuestas”.
- En la sociedad argentina actual, persiste esta idea socialmente hablando de creer que ser ser madres constituye nuestra "realización personal"?
Si ser madre constituye o no una realización personal hay que pensarlo en relación a las posibilidades de colocar un proyecto personal en otra cosa, por ejemplo, una carrera universitaria y/o profesional. La situación sentimental, la historia familiar, el acceso a representaciones diversas sobre las mujeres va a incidir en la respuesta a esta pregunta. En el caso de las mujeres de clase media se percibe una discusión más abierta sobre el tema, que incluso llega a la industria cultural como películas y series que presentan a mujeres que deciden no ser madres. Por otro lado, las técnicas de fertilización asistida permiten que la decisión se tome con tiempo y posibilidades de cambiarla. Entiendo que necesitamos más trabajos cualitativos, escuchar a las mujeres, para no asumir que maternidad=realización personal sea de por sí algo objetable o poco legítimo.
Hay una serie de consignas de los feminismos que están asumiendo una voz como si fuera la voz colectiva. De pronto hay como una idea de que la maternidad será elegida o no será. Y es algo que se estuvo discutiendo en algunos grupos porque muchas veces la maternidad no es elegida pero es maternidad y terminan siendo experiencias buenas, felices, incluso más que otras que fueron planificadas.
-Claro, como que nada debería ser tan determinante.
Exacto. Que no no haya un nuevo mandato. Entiendo que debe haber una visisbilización del tema del aborto en este tema particular: en octubre se dice “feliz dia a las que eligieronn ser madre. Aborto para las que no”. Pero es una visión poco ciega a cuestiones de la subjetividad. Desde los años 60 hay un diseminación del psicoanálisis en todas las capas, se habla de goce, deseo, hay una serie de palabras que están circulando y que cada quien entiende esto como lo entiende.
Pensar que siempre se elige de manera consciente y óptima, me parece que no es muy conveniente para poder convocar a más mujeres a los feminismos. Para muchas mujeres la maternidad continúa siendo el lugar de realización. Pasa en la clase media. Yo investigué sobre círculos de mujeres, dentro de esto los círculos de maternidad y crianza y están las doulas que acompañan los partos. Eso es criticado por los nuevos feminismos porque es una nueva sujeción de mujeres que deben dar teta a demanda, durmiendo poco y aparecen mujeres que reivindican eso como sujeción.
-Es posible llegar a un equilibrio? En principio parece importante que podamos elegir….
Hay que ver cómo se construyen las elecciones. Qué políticas públicas pedirle al estado: lugares de cuidado, que no recaiga todo el peso sobre las mujeres, que haya a partir de esas políticas un cambio cultural., si se le dan más licencia a los varones padres, si se cambia la legislación laboral respecto a los días a tomar. Por ahi se pueden pedir politicas publicas sobre los cuidados y or supuetso deberia haber acceso al aborto legal. Luego hay que plantear cómo se trabaja en representaciones culturales, en qué medida inciden los feminismos, qué representaciones siguen dando los medios o publicidades sobre las maternidades. Y también como representan a los padres, porque hay mucho estereotipo ahí.
-Hay muchas formas de ser madres, pero además de cumplir ese rol somos también trabajadoras, muchas veces sostén de hogar, hijas, parejas, amigas, etc. ¿En qué lugar queda el seguir siendo una mujer deseante, se relega el espacio del placer femenino?

El archivo documental nos permite ver que algunos temas que emergen como novedad hoy dan cuenta de cierta popularización de procesos de largo plazo. En revistas femeninas de los años 60s ya aparecía la posibilidad de que una mujer embarazada se mostrase en traje de baño, primero con una especie de falda sobre el vientre y más cerca en el tiempo con trajes de dos piezas. Hay eventos, como la tapa de Demi Moore en Vogue en 1991, completamente desnuda y con un embarazo avanzado, una portada que hizo que la revista se vendiera en EEUU dentro de una bolsa como se hacía con las revistas pornográficas. El escándalo del affaire de Juana Viale con Martín Lousteau es otro ejemplo de un pánico moral instalado sobre la vida sexual de la mujer embarazada, pero aquí nuevamente hay que pensar en las diferencias de clase, edad, nacionalidad, género, etc.

-Considerás que seguimos siendo las mujeres las encargadas de la educación y de la mayor responsabilidad sobre nuestros hijos e hijas?

Los relevamientos estadísticos y los estudios sociales dicen que sí. Las representaciones culturales muestran algunos cambios, en especial en lo que respecta al rol de los varones padres. Para pensar la cuestión de la responsabilidad hay que volver a la pregunta sobre la maternidad como lugar de realización personal. Mientras esto sea así podríamos también pensar que no delegar tareas y responsabilidades forma parte de una estrategia, quizás no consciente, de aferrarse a una identidad que dé cierto reconocimiento. Esto está más documentado respecto al uso de electrodomésticos, cuando al inicio de su circulación muchas mujeres los rechazaban porque les creaban una competencia
-¿Notás que los cambios en los últimos años vinculados al debate sobre el aborto nos hizo repensar nuestro rol materno?
Lo que tiene que ver con el fenomeno de marea verde para mi impactó en el sentido de poder mostrar que las mujeres podian apoyar la legalización del aborto y ser madres. Panzas pintadas pusieron el tema en los medios, no es que eso no estuviera claro para los feminismos y la academia pero sí fue novedoso para la sociedad en general u opinión pública. Creo que esta revolución de las hijas está sostenida por esas madres que permiten esa revolución, porque en una casa sin nada de discusión ni resistencia, seria raro que salgan chicas hiperfeministas. No es que lo son porque siguen a una youtuber. Esas madres resisten desde el lugar que pueden, sin necesidad de decir soy feministas pero con prácticas que marcan la emancipación. Eso también es feminismo.