José Montesano, el Mosquito que emociona con su voz 

Una vida marcada por el relato y la labor periodística. Amistades, anécdotas y miles de recuerdos y sensaciones únicas. José "Mosquito" Montesano hace un repaso por su trayectoria, recuerda momentos únicos y celebra sus 25 años trabajando en TyC.

Tomás Kessler - Agencia Comunica 

Su voz es única, y al escucharlo en cada momento de este encuentro, es imposible no recordar sus relatos históricos que acompañan cada gran evento deportivo. Siempre está presente y es quien hace vibrar y saltar de la emoción a todo el país. Te lleva a gritar como nunca lo pensaste por un deporte que quizás no sea tu favorito, pero él lo hace especial. Su notoria alegría y pasión lo destacan y lo vuelven esa voz inconfundible que vive cada transmisión de una manera especial.

Esa misma felicidad que se nota en su voz al trabajar, es la misma que se escucha desde el primer contacto. Siempre predispuesto y con una agenda que es un "gran quilombo" como él dice, encuentra un tiempo para este diálogo personal. Finalizado su trabajo en la AmeriCup en Brasil y en la antesala de los Juegos Odesur -que se están disputando hoy en día y él dice presente en el relato- se produce este encuentro.

José "Mosquito" Montesano habló exclusivamente con este medio y recorrió su vasta trayectoria como relator y periodista. En 2022 se cumplieron 25 años de trabajo en TyC Sports y se espera que sean muchos más.

¿Qué significa el relato en tu vida?

-Sé que el relato es lo que me hace bien, que es lo que me gusta y se volvió algo que necesito hacer. Siento por momentos que es mi lugar en el mundo. El relato es lo que me saca de todo lo que me puede estar pasando, significa focalizarme en ese momento, abstraerme y disfrutarlo. También me siento cómodo en otras funciones dentro del periodismo pero relatar es único y me hace bien.

Habla de su profesión de una manera especial que deja en claro el amor que siente por lo que hace. Además, recuerda con mucha precisión detalles que lo han marcado y partidos en el recuerdo. Partidos que lo llevan a su etapa como periodista de El Popular y Canal Local.

José junto a su equipo de relato de básquet

¿Cuál fue tu primer partido relatando?

-Lo primero que hice fue un partido de básquet de Estudiantes en TNA. Era un partido a prueba, piloto. Nunca se había hecho básquet y el objetivo era ver qué pasaba. Me ofrecieron hacerlo y lo hicimos junto a Juan Pablo Villeres -amigo y compañero del primario-. Relaté yo y comentó él. Nos tocó hacer ese partido, Estudiantes contra Gimnasia y Esgrima de La Plata.

-Pero todo era piloto, no iba a salir al aire. En el entretiempo fui a preguntar cómo iba todo y ahí me dijeron "bien lo estamos tirando al aire ahora", Yo dije '¿No cómo, si era algo piloto?' (se rie con felicidad) pero así empecé, con el básquet, después relataba la liga femenina de Vóley con Racing. Y en algún momento me pidieron que lo que hacía con vóley y básquet lo haga con fútbol. Hice mucho para el canal.

Casi de manera imprevista, comenzó a relatar. Luego de un tiempo de trabajo, tomó la decisión de ir a estudiar y perfeccionarse. "Sentí que era un paso lógico que debía hacer". Y finalmente luego de este gran paso, llegó al lugar donde ha transitado prácticamente la mitad de su vida: TyC Sports.

-Entré el 5 de noviembre del 97'. Hace 25 años. Lo primero que hice fue un partido de vóley en Mendoza. Jugaban Mendoza de Regatas con Obras de San Juan. Clásico para el voley en ese momento. Ahí tenía 26 años. Llevo 25 en Tyc sports. Una locura. Uno lo ve así y cuando mira cómo es la actualidad en esta profesión o en todo trabajo donde todo es tan cambiante, permanecer 25 años en la misma empresa es algo poco común.

El canal significa mucho para José, es otro hogar y un lugar que lo ha ayudado profesional y personalmente.

-TyC siempre fue un buen lugar para lo que yo hago que es básquet y vóley. Tiene las ligas, están los Juegos Olímpicos, Panamericanos, tiene todo. Es un lugar donde me he sentido muy cómodo, muy a gusto y que me ha cuidado en momentos difíciles.

¿Un evento, liga o partido que te haya marcado en tu vida?

-Hay muchos, muchísimos. De selección de vóley, todos los que tienen que ver con el título de liga son importantes, lindos y distintos. Lo que nos pasó con Hugo en Tokyo fue único. No solo el partido con brasil en el bronce, sino lo que pudimos vivenciar y ser transmisores de una situación distinta y muy linda que se estaba viviendo ahí. Tokyo fue muy fuerte para mí. También otros partidos de la selección de voley en Sidney 2000 cuando Argentina eliminó a Brasil. Toronto 2015 con Argentina campeón sudamericano y en medio de la transmisión aparece Maradona por teléfono, eso lo hizo mucho más especial.

-Sin dudas hay muchos momentos y con básquet también ocurre. Pasan cosas desde otro lugar donde también estoy a gusto, cubriendo día a día a la selección. Soy un privilegiado por poder hacer ese trabajo. Vivió momentos únicos,históricos e inimaginables. El subcampeonato en el mundial de China, bronce en beijing 2008, esta Americup, hay muchas situaciones hermosas que hacen de una final o de un torneo, que sea diferente.

Emoción a flor de piel en Tokyo 2020

Así como hay tantos momentos que lo ha marcado debido a la relevancia del acontecimiento, hay un partido que siempre lo recuerda. Pero por otra situación. Luego de dos años de lucha contra el cáncer, volvió a relatar. Recuerda, se emociona y la voz casi se le quiebra…

-Eso fue muy fuerte, un partido que va a estar siempre en mi memoria. Más allá que no tenía tanta trascendencia, fue volver con la selección de vóley enfrentando a chile en Jujuy acompañado de un montón de compañeros y amigos que me habían hecho el aguante durante todo mi proceso de quimioterapia peleando contra el cáncer. Fue único y especial, por mi cabeza en un momento pasó que nada de eso iba a volver a ocurrir y cuando ocurre parece algo mágico y celestial.

Con mucha fuerza, apoyo inconmensurable de sus seres queridos y un gran trabajo médico, ganó la pulseada. Una pulseada que nadie quiere tener pero que la superó y lo volvió más fuerte. El “Mosquito” es un luchador que hace frente a todo obstáculo. Su historia emociona a propios y extraños… y su voz también.

Estilo personal al relatar: “Punto punto punto”

Más allá de ese timbre de voz que todos conocen, algo más vuelve único su relato. En realidad, son varias cosas que pueden resumirse en tres aspectos: la pasión, los apodos y las muletillas.

El amor por su profesión lo destaca, grita y desgarra la voz en cada punto de cada partido -sea una final Olímpica o un simple partido de liga-. Y ese amor lo acompaña con muletillas que la gente sabe de memoria, al igual que los apodos. “Punto punto punto”, luego de un remate de “El heredero” Facundo Conte o del “Nene” Bruno Lima. “Las manos de todos los pibes arriba” incluso con ritmo después de un bloqueo de Sebastián “Nene malo” Solé. Estos son solo algunos de los ejemplos más claros que se repiten en cada partido que el realta de vóley, sea a nivel país o clubes.

-¿Cómo surgen todos esos apodos? ¿Están pensados, charlados, te los piden los jugadores?

-Es una mezcla de todo, charlas con jugadores y todo. Trato de ser espontáneo,juego y pruebo, por ahí tiras 10 y pegan 3 pero siempre me gustó,. Los apodos se generan, me ha pasado que un jugador venga y me diga ‘che a fulano decirle tal cosa y así pegó’. Me ha pasado que se me ocurrió a la tarde y después lo tiré en una transmisión y quedó. Trato de jugar con eso, a veces es asombroso lo que pasa.

Otro punto que se destaca de su relato es resaltar el club y la ciudad de donde provienen los jugadores. “Me parece re importante que yo pueda nombrar dónde nacieron, es importante tanto para los jugadores como para el club del lugar y para la ciudad en sí”.

Uno de tantos encuentros divertidos de Mosquito con Campazzo

Vínculo con los jugadores

Al ver una transmisión en la que se encuentra -como relator o como periodista- es normal ver que parece haber una relación de afecto entre él y los protagonistas. Lo incluyen en los festejos, lo llevan al vestuario, lo suben al podio con él, entre otras locuras.

-Tenés una linda unión con los deportistas

-Es muy raro, a mi me cuesta entenderlo. Hay un vínculo de cariño, respeto y falta de respeto también que está buenísimo , es singular y no está nada forzado. No son personas que frecuento habitualmente, los encuentro ahí en un torneo o una entrevista, son esos momentos donde uno charla.

-Pero esto se da muy genuino y me hace muy bien poder disfrutar de estas cosas que para mi son verdaderamente únicas. Todo lo que pudimos vivir con los chicos de voley, subiendo al podio de la medalla de bronce. Una locura que yo no la ví nunca. A nadie más le pasa esto, ahí uno reacciona. Tenemos una muy buena relación desde el cariño y el respeto mutuo por lo que uno hace.

La familia como estandarte

Un aspecto primordial tanto en su carrera como en su vida es su familia. José es el menor de 3 hermanos. Su hijo Emiliano y sus hijas mellizas Juana y Catalina son sus pilares. Lo fueron en su lucha y lo son en cada paso de su vida. Como también lo es su madre, a la que se refiere como un “prócer”. Muchos de sus viajes a Olavarría son exclusivamente para verla. “Trato de estar lo más que puedo cuando el laburo me lo permite”.

La distancia a veces es una complicación, ¿Cada cuánto venís a Olavarría?

- En verano seguro aunque sea entre fiestas o alguna de las fiestas. Después depende mucho de mi tiempo y las obligaciones de mis hijas. A veces tengo un finde libre y estoy con mis hijas justo ese finde. Me es importante acompañar a mis hijos en su crecimiento, uno es papá e hijo entonces trata de repartirse el tiempo. Cuando puedo, cuando engancho un feriado, trato de ir seguido pero a veces no se puede. Me venía bien cuando Bolívar estaba en el vóley entonces eso me daba la posibilidad de estar cerca de Olavarría.

Así es como José “Mosquito” Montesano reparte su tiempo entre su familia y su trabajo. Y así es él, un apasionado por lo que hace. Un luchador que a sus 51 años disfruta cada momento al máximo y así como él se emociona al recordar historias, también hace emocionar a todo un país con su voz, su pasión y su vida.