Entrevistas
Especial 24 de marzo

La Perla: De un pasado de horror a un presente de Memoria y Verdad

Mariana Tello Weiss es integrante del Centro de Memoria Popular “La Perla”. Detalla el trabajo emprendido en Córdoba y da cuenta de parte del accionar represivo en esa provincia durante la última dictadura cívico-militar.

 

La antropóloga e investigadora del Conicet, Mariana Tello Weiss, trabaja desde 2009 en el Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos “La Perla”. A 15 kilómetros del centro de Córdoba capital, en el medio de un campo militar, este ex Centro Clandestino de Detención (CCD) centralizó el accionar represivo y de exterminio de la provincia. Tras la reivindicación e impulso a las políticas de derechos humanos se posibilitó su transformación en un Espacio de divulgación, formación y recreación.

¿Cómo es el trabajo llevado adelante en el Espacio para la Memoria “La Perla”?

Nuestro mayor público son los colegios secundarios, tenemos agendado de marzo a noviembre turnos de visita de 100 chicos por la mañana y 100 por la tarde. Es un lugar que requiere de cierta planificación para ir porque no llegan colectivos de línea pero aún así la masividad de las visitas es enorme. Después hay visitantes sueltos que son turistas, extranjeros, contingentes de sindicatos o de organizaciones sociales. Tenemos también un trabajo fuerte tanto con la Universidad de Córdoba como con universidades privadas como la Blas Pascal o la Católica. En el primer tiempo, estuvimos dedicados a armar el Museo del Sitio y una propuesta de pedagogía de la memoria. Ahora se diversificaron mucho los recorridos, ya sea según el grupo y la visita: no es el mismo para una familia que viene a visitarlo sola que el que se propone para un colegio, hay recorridos también para formar a los educadores que llevan a los chicos, para extranjeros en donde hay que profundizar mucho más sobre cosas que son más sabidas en el medio nacional. Eso se armó durante el primer año sumado a dispositivos museográficos, como por ejemplo tarjetas con fragmentos de testimonios que la gente se puede llevar, para mostrar lo que fue el CCD pero además para que se haga una transmisión de lo que fue vivir esa experiencia. Lo que se hizo también fue un Memorial de las Victimas: una sala que se llama “Presentes” y que tiene las fotos y los nombres de todas las víctimas que pasaron por “La Perla”. Después hubo muestras que fueron respondiendo a demandas del propio público. La última que inauguramos se llama “Pequeñas y grandes rebeldías” y tiene que ver con una pregunta que recurrentemente se hacían los chicos de colegios secundarios acerca de quiénes eran esos jóvenes. No en términos individuales sino de identidades colectivas y políticas: la pregunta de por qué fueron blanco de la represión. Hemos hecho recitales, obras de teatro, muestras artísticas, algunas de manera permanente, otras van y vienen. Durante los últimos tres años hemos tenido la megacausa de “La Perla”, un juicio gigante que tiene 700 víctimas y 50 imputados. Además de haber contribuido con datos a la justicia hemos hecho formación con operadores judiciales, con los psicólogos de acompañamiento, con el cuerpo de protección de testigos; hay toda una pata del trabajo que tiene que ver con esa formación. 

LP2"La Perla" es uno de los tres sitios de Memoria de Córdoba y fue el que mayor actividad represiva presentó durante el terrorismo de Estado./ Foto: Gentileza Facebook Espacio Memoria La Perla

¿Qué tipo de particularidades podrías señalar del Terrorismo de Estado en Córdoba o más específicamente en la metodología de los CCD?

En Córdoba funcionó el Comando del Tercer Cuerpo del Ejército. Esta reunía 11 provincias bajo su mando y acá estaba el Comandante que era Luciano Benjamín Menéndez. Eso le dio características muy particulares a la represión porque era la centralización del mando y además porque Menéndez tenía un proyecto político, en algunos momentos, opuesto a Videla, con sus características propias. El tema es donde uno empieza a periodizar. En Córdoba periodizamos, contamos la historia (y no porque lo anterior no haya sido importante sino porque por algún lado hay que empezar) desde “El Cordobazo”. Ahí ya teníamos una conformación de Córdoba y del tipo de activismo que se dio: un activismo obrero y estudiantil muy fuerte que tuvo su símbolo en esa revuelta popular. Ahí ya empieza una represión fuerte, con tribunales de guerra, con la intervención del Ejército. Eso después continuó en febrero del 74 con “El Navarrazo”, especie de golpe de estado provincial en donde ya se empiezan a instaurar todas las modalidades represivas que fueron más sistemáticas a partir del 76. Por ejemplo, el Centro Clandestino de Detención (CCD) “La Ribera” empieza a funcionar a finales del 75 con un grupo para-militar y para-policial que fue el Comando Libertadores de América, que a veces se equipara con la Triple A pero en realidad fue una variante local contra el peronismo de izquierda. Córdoba fue una provincia en donde ganó un gobernador identificado con la Tendencia Revolucionaria del Peronismo y al mismo tiempo con una fuerte presencia policial y militar. Hace unos años llego a nuestras manos un registro extremista, un libro que tenía la policía del CCD “D2” que consignaba a todo aquel considerado extremista, con una colección de fotos tomadas durante los interrogatorios bajo tortura.

Todo ese trabajo de inteligencia previo redundó en lo que llegado el 24 de marzo centralizaría el Ejército. “La Perla” fue un campo que tuvo un funcionamiento corto en relación a otros, del 76 a finales del 78. Fue en los primeros seis meses de funcionamiento donde se registró el mayor volumen de desapariciones, que van entre 2000 y 2500 personas de las cuales no se sabe las identidades de todos. Como característica se puede decir, no en un sentido tan sofisticado como la ESMA pero haciendo uso de la terminología empleada por Pilar Calveiro, que fue un campo científico a diferencia de los campos de la policía. Hubo reutilización de prisioneros, hubo un plan bastante parecido a otros campos cuyos jefes tenían planes políticos más ambiciosos.

Una vez que culmina el período de actividad de “La Perla”, ¿Hubo algún otro espacio que siguiera funcionara como CCD?

La “D2” siguió funcionando, hubo una puja muy grande entre la policía y el Ejército para ver quien se quedaba con el mando. Finalmente fue el Ejército el que lo centralizó. Bajo su efecto hubo distintas desapariciones y crímenes, el más conocido es el caso del comisario Albareda que era al mismo tiempo un militante del ERP. El segundo juicio que tuvimos en la provincia fue por su caso, que fue detectado por la misma “D2” y asesinado de una manera… de las más salvajes que uno se pueda imaginar, en otro centro clandestino perteneciente a la policía. Hay desaparecidos en esa época pero no tan masivamente como en la primera etapa de “La Perla”./AC-FACSO

Mariana Tello Weiss

Es doctora en Antropología Social por la Universidad Autónoma de Madrid (España). Se desempeña como investigadora en el Centro de Memoria Popular “La Perla”. Además trabaja como profesora adjunta en la licenciatura en Antropología en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Fue becaria de Conicet y de la Universidad Autónoma de Madrid. Ha publicado diversos artículos y libros. Se especializó en la antropología de la violencia y los conflictos socio-políticos entre Argentina y España. Desde 1996 milita en HIJOS.