Notas

Funciona en la Facultad de Ciencias Sociales desde hace casi 10 años

Observatorio de Niñez y Adolescencia, un espacio para investigar y difundir los derechos de las infancias

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El Observatorio de Niñez y Adolescencia de la Facultad de Cs. Sociales (UNICEN) está compuesto por Laura Hoffman -coordinadora-, Laura Casamayou, y Aldana Prieto -becaria-. Desde sus inicios, se conforma como un espacio dedicado a la investigación y difusión de conocimientos sobre temáticas referidas a la infancia y adolescencia, con el objetivo de impulsar una agenda que profundice los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Santiago Garralda-Agencia Comunica

En el año 2011, Maria Isabel Gainza -senadora provincial por ese entonces- acercó un proyecto a la Facultad de Ciencias Sociales (UNICEN) impulsado por una gran preocupación en cómo los medios de comunicación trataban la temática de la infancia, sin perspectiva de derecho. En este marco, surge la Agencia Zum (conjuntamente, nace la Agencia de Noticias Comunica), destinada a elaborar noticias que tuvieran como protagonistas a los niños, niñas y adolescentes, tomando su voz como principal fuente. En este sentido, Laura Hoffman afirmó que “uno de los objetivos era hacer un monitoreo de medios, para relevar de qué manera los medios de comunicación y los periodistas construyen discursos en relación a temáticas de infancia y de adolescencia”. Siguiendo este objetivo, se conforma el Observatorio de la Niñez y Adolescencia durante el 2012, como área de trabajo de la Agencia.
En Junio de 2014, mediante una resolución del Consejo Académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la Unicen, el Observatorio genera un espacio autónomo más allá de la Agencia Zum, que se encargaría de monitorear, investigar, y difundir conocimientos en relación a temáticas sobre infancia y adolescencia. En efecto, ese mismo año se comienza a realizar un monitoreo de medios más sostenido: primero a nivel regional, durante tres años consecutivos, “ahí tuvimos un trabajo de elaboración de informes, de trabajos con las y los periodistas, con los medios de comunicación locales y de la zona, para poder incentivar una agenda de comunicación donde ellos puedan construir noticias sin estereotipar, tomando la voz de los niños y las niñas en las notas, trabajando temas que suelen estar ausentes en las agendas mediáticas”, manifestó Hoffman.

Proyectos

A pesar de la pandemia del Covid-19 , y de tener que adecuar su metodología de trabajo a la virtualidad, el Observatorio de Niñez y Adolescencia lleva adelante varios proyectos de investigación, capacitación e intervención. En este sentido, Laura Casamayou manifestó que están desarrollando dos programas sobre el fortalecimiento de la ciencia y la tecnología en las Universidades Nacionales. El proyecto que se realiza en Olavarría se llama “trayectoria de jóvenes en la transición de la vida institucional a la vida autónoma”, y es dirigido por Horacio Sabarots. En este sentido, “el objetivo del proyecto es documentar trayectorias socio institucionales y algunas dinámicas de gestión institucional en torno al proceso de transición entre el sistema de cuidados alternativos a la vida autónoma”, agregó Casamayou. Por otro lado, este año continúan con el monitoreo de medios pero con otro enfoque: “vamos a monitorear cómo se está trabajando con la ley de ESI en los medios y qué temas aparecen en la agenda mediática”, sostuvo Laura Hoffman. Por consiguiente, se desprende una línea de trabajo basada en la capacitación sobre la ESI a través de un curso online, que en un primer momento estuvo destinado a docentes, y que ya desde el año pasado “empezamos a pensar la ESI más allá de la escuela”. Otro punto a destacar por la coordinadora del Observatorio es el trabajo que deben realizar con los referentes institucionales que trabajen con infancias, para que traten de producir “su propia comunicación desde una perspectiva de derechos y tomando a los niños y niñas como protagonistas. Que sean los propios referentes comunicacionales e institucionales los que puedan elaborar sus propias gacetillas para enviar a los medios ya con esta impronta”.

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Asimismo, están llevando a cabo el proyecto “Conocemos nuestros derechos” por cuarto año consecutivo, en conjunto con FACSO Producciones e instituciones educativas locales. El mismo surge ante la falta de material y herramientas para analizar los derechos en las edades más chicas; en consecuencia, “se nos ocurrió hacer un proyecto en donde justamente el resultado de cada uno sea una herramienta de libre acceso para el que lo quiera utilizar, y que sirva para que podamos trabajar los derechos de los niños y niñas”, enfatizó Laura Casamayou. Este año, se está trabajando con el derecho al juego a través de la realización de un cuento en conjunto con el Jardín Upalala, es así que “lo pensamos en relación a las demandas, también al contexto actual que es muy particular, y justamente el derecho al juego que está bastante vulnerado y ha cambiado en sus perspectivas”, agregó Casamayou. Precisamente, este derecho está contemplado por la Convención sobre los Derechos del Niño, que fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989, mientras que Argentina adhiere a la Convención al sancionarla como la Ley N° 23.849 en 1990. Entre otras cuestiones, este derecho reconoce al juego como parte fundamental del desarrollo de la vida de niños y niñas, o como lo establece el artículo 31 de dicha convención: “ Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”. Además, “...respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística y propiciarán oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento”.

Niños y niñas en los medios

El monitoreo de medios que realizan resulta importante porque “se trata de abogar por una agenda periodística más justa y más alentadora para la niñez y adolescencia, y que tiene que ver con derechos consagrados para los niños y niñas de hace muchos años en la legislación”, proclamados tanto a nivel internacional (Convención sobre los Derechos del Niño), como en el plano nacional (Ley Nº 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niños, Niñas y Adolescente). Esta última ley fue promulgada en 2005, por lo tanto no se trata de una temática nueva. A partir de ese año, Argentina dejó atrás la Doctrina de Situación Irregular ( o sistema de patronato) que concebía a los niños, niñas y adolescentes como objetos a ser tutelados por los adultos, y no como sujetos con derecho de opinar y participar en la construcción del mundo. Sin embargo, Hoffman sostiene que “lo que suele haber en los medios de comunicación son placas residuales -del viejo paradigma del sistema de patronato- que también aparecen en otras esferas del trabajo con las infancias”; es así entonces, que la noción de niñez que construye un medio de comunicación se relaciona con estas prácticas que aún -en menor medida- siguen vigentes.
En cuanto a los temas que suelen aparecer en los diferentes medios de comunicación, Laura Hoffman explica que se trata de “una agenda muy acotada, la infancia y la adolescencia está muy invisibilizada. Y cuando se visibiliza, se lo hace a través de problemáticas o a través de historias que buscan descontextualizar y sacar la mirada de protección”. En efecto, cuando se quieren referir o representar a las infancias y adolescencias, lo hacen a partir de dos miradas: “como víctimas (de hechos violentos), o como victimarios, como aquellos que cometen algún delito (‘es menor y roba…’)”. De esta manera, los medios hegemónicos se reducen a realizar una práctica periodística sensacionalista, poniendo el eje en el acto y no en los chicos y chicas.
Asimismo, hay una falta de “cuestiones culturales y estructurales en notas donde reina la romantización y aparecen como historias aisladas que no se contextualizan”, enfatizó Hoffman. En relación a esto, existen relatos “pequeños” en los que se suele contar -por ejemplo- el caso de una niña o un niño que camina diez kilómetros para llegar a la escuela, pero sin analizar el trasfondo, o las condiciones socio-económicas de la situación.
Otra de las temáticas que aparecen sobre las infancias - en un monitoreo de medios de la región- son los deportes, “pero eran gacetillas de prensa que por lo general los clubes mandaban a los medios. No había fuentes, siempre si el logro era de un adolescente se reporteaba al entrenador”, sostuvo Casamayou. Esta cuestión se torna una preocupación cada vez mayor, porque pone de manifiesto que a los niños, niñas y adolescentes se los ve, pero no se los escucha; es así, que en la mayoría de las notas que lograron monitorear “hay un adulto que habla por los niños y los adolescentes”. Un ejemplo que puede reforzar esto se relaciona con las noticias que aparecen sobre educación, por lo general en el mes de marzo: “casi nunca se les pregunta a los chicos que opinan sobre si las clases van a comenzar o no”, afirmó Hoffman.
Finalmente, el Observatorio de Niñez y Adolescencia es un punto de partida hacia nuevos horizontes comunicacionales,refutando las miradas que los medios hegemónicos utilizan producto de las ya mencionadas placas residuales, abogando por una agenda periodística -local, regional y nacional- que incluya temáticas sobre infancia y adolescencia con perspectiva de derecho, escuchando las problemáticas que estos grupos etarios tienen, y dándole la voz para que participen y tengan una influencia concreta en la construcción del mundo.