Notas

Los trabajadores buscan visibilizar su difícil situación

"Cierran actividades culturales porque es lo que menor costo político tiene"

Están en contra del cierre temporal y aseguran que el Municipio no los considera trabajadores. Buscan alternativas y manifiestan su enojo por las últimas medidas.

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En la asamblea de ayer se compartieron sensaciones y análisis. Foto: Tomás Correa.

Magdalena Bisogno - Agencia Comunica

Alrededor de doscientos artistas locales viven del dictado de sus clases y dependen de eso para afrontar el día a día. La medida del intendente Ezequiel Galli de cerrar actividades culturales por 15 días los afecta en forma directa. Por eso en una asamblea realizada al aire libre sentaron su postura y mostraron la unidad de los artesanos, artistas callejeros, músicos, artistas plásticos, malabaristas, clowns y otros miembros de la cultura independiente. La sensación principal fue de preocupación por la imposibilidad de realizar sus actividades laborales.

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Cristian Bernardo, referente del espacio cultural Chamula, vivió “con sorpresa'' el cierre de todas las actividades culturales ya que desde un principio, las primeras medidas tomadas para controlar la curva durante el 2020 afectaron a este sector, junto con otros. Y sólo dos meses atrás se habían reactivado con protocolos presentados y aprobados.
Ya habían comenzado a definir el dictado de talleres y a organizar eventos en los espacios, a los que concurre una cantidad menor a la que se puede ver en bares y restaurantes, en donde -como se evidenciaba en cualquier salida nocturna- los protocolos no se cumplìan y no había controles.
Para Bernardo, al no haber estadísticas “la población piensa que son pocos los artistas independientes o creen que hacen el trabajo por amor al arte, y que esa actividad no es su medio de vida. Por esa razón, los gobiernos piensan que las actividades culturales son aquellas más fáciles de cortar”.
En tanto, Juan Weisz, uno de los referentes de Insurgente, sostiene que el Estado (Municipal, provincial y nacional) impone estas restricciones porque “paga un menor costo político” que si cerraran las fábricas.
Otra de las sensaciones que presentan, junto con la sorpresa, es la angustia, el enojo y la confusión, ya que se preguntan por qué otros sectores se mantienen abiertos, como el bingo, el cine o los restaurantes y bares (aunque con menor capacidad, reservas previas, grupos convivientes y horarios reducidos)
Adriana Saravia, cantante y profesora de canto, considera que “hay que ser justos” y que “no tiene explicación que un bar está abierto mientras un artista no puede realizar ningún evento”. A su vez, coincide en que “el concepto del artista como trabajador no existe” y señala que el Intendente y el personal del municipio creen que tienen otro trabajo.

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El representante de Chamula, así como la cantante Adriana Saravia, resaltan que son todos trabajadores, que tienen los mismos protocolos en cuanto a los cuidados y las medidas bio - sanitarias para poder llevar a cabo el dictado de cursos y talleres. Inclusive, señala que hay menor riesgo de contagio porque hay menos cantidad de concurrencia. “No entendemos por qué si tenemos todos los protocolos no podemos seguir trabajando”, asegura Gastón Aguiar, otro de los referentes de la asamblea cogestiva Insurgente.
Respecto a la consulta de por qué se decide restringir las actividades culturales y no otras, Bernardo sostiene que “no comprendo el criterio para esa toma de decisión”, en tanto que Gastón Aguiar, se pregunta “cuál es la visión de salud si se deciden cerrar sólo los eventos artísticos, mientras que otros espacios permanecen abiertos”.
Por su parte, Juan Weisz cree que la sociedad “no nos considera como trabajadores” y que los ven como “descartables”, mientras que Bernardo piensa que “hay un sector de la sociedad que quizás desconoce el trabajo de los artistas independientes y cree que es más valorable el de un obrero de la fábrica que un cantante que se gana la vida todas las noches en un bar o centro cultural”.
Además, señala que “sobre todo en el interior, en las ciudades, hay muchos artistas que viven del arte y antes no había tantos, por eso está arraigada la idea de que el artista tiene otro trabajo y eso lo hace como un hobbie”.

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En cuanto a la concepción de cultura, tanto Weisz como Bernardo y Aguiar coinciden en que “un sector de la sociedad desconoce el arte independiente: está invisibilizado”. Adraiana Saravia, profesora de canto, considera que desde el Municipio “no hay un interés genuino en la Cultura y se le da mayor importancia a lo deportivo”. Además, señala “que el personal municipal del sector artístico desde el año pasado recibe un treinta por ciento menos del sueldo e incluso algunos, la mitad”.
Martina, una de las talleristas y diseñadora gráfica presente en la asamblea, afirma que “no se pueden dar talleres para ocho personas, sin embargo en las escuelas hay burbujas de dieciocho chicos y los padres esperan afuera, sin distanciamiento”. Y Aguiar agrega que no registraron ningún contagio durante las semanas en las que pudieron dictar cursos.
Para Weisz, el gobierno nacional así como el provincial y el municipal no pueden hacer un cierre total de las actividades ya que resultaría imposible sostener a todas las familias que no cuentan con los ingresos mínimos. Y concluye que “la cultura es la actividad que se cierra porque es la que menor costo político tiene”. (Facso - Agencia Comunica)