Notas

Marcelo Aba y Alicia Spinello, a un año del inicio de su gestión al frente de la Unicen

“El desafío es seguir creciendo y generando cada vez más acuerdos y participación de todos los sectores”

El retorno a la presencialidad plena, pero con nuevos formatos. El desafío de pensar la universidad descentralizada, donde todas las unidades académicas se sientan verdaderamente incluidas y valorradas dentro de una de las mejores universidades del país. La perspectiva de género y de derechos humanos. El Rector de la Unicen y la Vicerrectora analizan, entre otros puntos, el desafío de la educación pública superior en un complejo contexto nacional.

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Fernanda Alvarez - Agencia Comunica

Los desafíos, las posibilidades, el día a día en un contexto de post pandemia y de crisis económica. En un encuentro distendido y con agenda abierta, el Rector de la Unicén Dr. Marcelo Aba y la Vicerrectora Profesora Alicia Spinello dialogaron con Agencia Comunica a casi un año de haber asumido la primera gestión con paridad de género en la Unicen. Un dato que no es casualidad y que responde, según ellos mismos interpretan, a un proceso de larga data.

La charla incluyó cuestiones insoslayables como el hecho de gestionar con cierta incertidumbre económica, ya que la oposición no aprobó el presupuesto 2022 en el Congreso.

-¿Qué implicancias tiene esta situación en la Unicen concretamente?

Marcelo Aba: Legal y administrativamente estamos con el presupuesto del año pasado, pero en términos reales la secretaría de Políticas Universitarias y el ministerio de Educación giran partidas superiores a esos montos que de alguna manera se aproximan a lo que hubiera sido el presupuesto que no fue votado. Si estuviéramos con el mismo presupuesto del año pasado, sería inviable el funcionamiento con un 60% de inflación, pero tenemos partidas que se ajustan y no tenemos dificultades de funcionamiento. La dificultad más grande es la inflación porque aunque tuviéramos presupuesto, es una dificultad para proyectar, porque al ser el presupuesto real más bajo de las necesidades, el Estado trata de cumplir pero ante un problema no está obligado a girar partidas que nos está girando. Tenemos las expectativas puestas en que se va a seguir apoyando al sistema universitario, pero es difícil proyectar.

-Y esto les sucede a ustedes justo en este primer año de gestión y de salida de la pandemia. ¿Cómo se elige en qué áreas priorizar?

M.A: Es el primer año en este lugar pero con experiencias previas. Lo que creo que es un emergente es tratar de responder a lo que significa volver a poner en funcionamiento presencial la universidad: cómo nos readecuamos, También recibimos un aporte del Estado para las aulas híbridas y teníamos una preocupación muy fuerte con el retorno del estudiante y de todo lo que esto implica: comedores, residencias, etc. Todo comienza a funcionar y es necesaria una inversión muy superior a la del año pasado. Esa es la primera prioridad. El retorno de la pandemia puso sobre la mesa todo lo que podría necesitar algún ajuste y eso lógicamente tiene que ver con decisiones cotidianas: se está invirtiendo en obras con un ritmo similar al que veníamos, se han hecho los concursos no docentes, estamos viendo el tema de concursos docentes. Tenemos un presupuesto bastante mejorado en Ciencia y Técnica, aportes para La Barrial o formación en oficios, que estamos llevando a cabo en todas las sedes.

Con mirada regional

-Y ahora que menciona un proyecto que se implementa en todas las sedes, ¿cómo se logra construir regionalidad? Una de las demandas desde las facultades es la centralidad en Tandil de las principales decisiones.

M.A: Hay cuestiones fácticas: aquí hay más facultades, hay más docentes, más estudiantes, está el Rectorado y Tandil tiene la tendencia natural a tener más visitas y se convierte en el centro. Esto es real. Pero hay también cuestiones más simbólicas. Estamos tratando de revertir la sensación, avanzar en cuestiones de género, salud, llevar equidad a todas las sedes. Y eso hace a las decisiones, que esperamos las distintas comunidades las vean. Hace poco inauguramos puntos de extensión en Azul y Olavarría, los cursos de la barrial (centro de cursos de capacitación en oficios) van a ir por primera vez a otras sedes y es un ejemplo de cómo revertir esa sensación que tiene cuestiones reales y otras simbólicas que están instaladas y queremos romper.
AS: Buscamos abordar problemáticas con mirada regional. Un ejemplo que venimos trabajando es a partir del juicio de La huerta. Y al pensar que el juicio era una herramienta pedagógica, se tomó una decisión de abordar un programa de Práctica Socio Educativa. Participan todas las sedes, todas las unidades académicas y cada una desde sus intereses se fueron sumando, todos interactuando en forma colaborativa, lo cual nos enriquece desde esta mirada de la región no pensada en personas sino en formas de trabajo articulado e integrado de las políticas institucionales.

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 -Esto de pensar a la Universidad como un todo, con el impacto que tiene en toda la región, resulta un gran desafío. Invita a pensar a cada unidad académica no como un espacio aislado del resto, sin interacción... ¿Sienten que es un trabajo necesario y largo?

Marcelo Aba: A mi juicio es uno de los espacios de mayor potencialidad que tiene la universidad y de menor costo. Ese aprovechamiento de la variedad temática, lograr la interdisciplina, donde a un tema se lo pueda enfocar desde distintas miradas, con la riqueza que pueden aportar varias facultades. Todavía tenemos un camino para transitar y es un espacio de crecimiento que tenemos que hacer. Es lograr que los que estamos sepamos que los problemas de la sociedad no tienen dueños.

Alicia Spinello: incluso es es necesario integrarnos en cada una de las sedes, no es solo lo regional.

-Es uno de sus principales desafíos?

M.A: Si si. no es que firmamos una resolución respecto a eso. La regionalidad es una forma de gestionar y entendemos que vamos a ir superándonos. Cuando miramos cómo hacíamos investigación hace 20 años, éramos individualistas. por citar un ejemplo, mis equipos eran míos y ahora hemos avanzado y es frecuente que haya equipos de uso común. Ahora creemos que hay que dar este paso. Los proyectos de investigación que financia la universidad deben tener un componente de interdisciplinariedad. Son maneras de ir instalando maneras de trabajo que esperamos que perduren, cuando eso funcione 100% la universidad va a dar un salto muy grande. Somos la única organizacion que puede tener una mirada tan amplia.

-Y ahí está el impacto de la Universidad en la gente. No ajenos a la sociedad en la que vivimos…

M.A: Creo que hay un cambio que tiene relación con esto que planteás: yo encerrado en mi laboratorio ya no sirve más. Está muy entendido que no debe ser así.
A.S:Incluso nosotros en las ciencias sociales, antes éramos nosotros con los libros y no caminábamos el territorio. Hoy eso es imposible y es un nuevo modelo de intervención de la Universidad.

Cuestiones de género

-Ustedes son la primera fórmula con paridad de género. Entiendo que no es casualidad, se da en un momento histórico determinado. Pero más allá de la fórmula, ¿qué otras políticas vinculadas al género se instrumentan?

A.S: en realidad yo he vivido esto como un proceso. Vengo de una facultad (Ciencias Humanas) donde predominamos las mujeres. En la Unicen se dio naturalmente este proceso, vinculados a los tiempos sociales que vivimos. Hoy somos el 50% de mujeres que conformamos los cargos más altos dentro de la Unicen tanto en el rol de decanas como vices. Es valioso porque creo que verdaderamente hay un escenario que se fue dando sin necesidad de imponer ningún requisito.
M.A: hay 22 cargos directivos, hay 11 de varones y 11 de mujeres. Y es que las mujeres son todas vicedecanas sino que está nivelado. No tuvimos que forzar nada. La decisión de armar la fórmula tuvo que ver con cómo nos sentimos trabajando juntos. Por supuesto que hemos recibido capacitaciones y hay mucho por hacer, pero hemos hecho mucho por convicción y creo que eso es lo que más va a perdurar. 

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Infraestructura universitaria

-Los vuelvo a un tema preocupante y es la infraestructura. La Facultad de Ciencias de la Salud tiene un grave problema. ¿Cuál es la instancia en que se encuentra y qué plazos se manejan para solucionarlo?

MA:Primero hay que decir que el problema no lo generó ni el Ministerio ni nosotros. Lo que hubo fue una obra financiada, con contrato firmado, licitación adjudicada y la empresa cobró los primeros certificados, empezó a tener inconvenientes y dejó de cumplir. Eso nos pone en un lugar de responsabilidad muy alta, porque cada vez que uno dice que está construido hasta aquí, hace una declaración jurada. Tratamos de acompañar a la empresa, flexibilizando lo que se pudo, y finalmente la empresa dejó todo. A nosotros nos dejó tierra arrasada.

-¿La empresa cobró más de lo que hizo?

M.A: En principio lo que cobró como certificado, fue lo hecho. Lo que está en litigio, es que estamos tratando de cobrar el seguro de caución para que después la aseguradora se lo cobre a la empresa. Es un adelanto de 30 millones de pesos que es un adelanto financiero que se da para que la empresa compre materiales e ir congelando precios. Eso estamos en litigio para recuperar.

-Ese dinero llegó a la empresa y debe devolverla…

M.A: No litigamos directamente con la empresa. Nosotros ejecutamos el seguro sobre ese dinero y ahora entra la parte legal, para ver qué corresponde y qué no. Y eso deberíamos recuperar. El problema es que la obra salió con 230 millones de pesos, hace dos años. Ahora con esa plata no se hace la misma cantidad de obras. Desde el primer momento el Ministerio puso la parte legal, no hicimos nada que no estuviera acordado con el Ministerio, que ha estado muy presente desde el punto de vista económico y legal. Y hoy nos acompañan en el nuevo proyecto, para que la obra salga a licitación -al menos eso pretendemos- con unos 380 millones. Esperamos que muy prontamente tengamos muy buenas noticias con la nueva licitación, mientras tanto hemos tenido que invertir en cosas que eran obligatorias, poner algunos caminos, abrir algunas puertas para poder aprovechar las aulas que habían quedado bloqueadas, entre otras cosas. Es cierto que hay una limitación con baños, que se resuelve temporalmente con baños químicos. Ya está todo acordado con el Ministerio, con lo cual no vamos a tener inconvenientes en avanzar y transitar la obra de salud que acordamos es tan necesario..

-Y la otra consulta tiene relación con obras en la Facultad de Ciencias Sociales y la construcción de un nuevo módulo donde trasladar medios, un laboratorio imprescindible para las prácticas de estudiantes y el desarrollo y crecimiento de los medios de comunicación de la Unicen. ¿Qué posibilidades hay de concretar esta obra?

M.A:El Programa de infraestructura que es el mismo que dio origen a la remodelación de la Facultad de Salud ha mantenido sus valores, no se han incrementado, lo cual es cierto que en términos reales significa una merma. Hay un pedido muy amplio que se hizo, y entendemos que las obras vinculadas a docencia y trabajo cotidiano frente a otras como laboratorios u oficinas serán las que se priorizan. Si este fuera el criterio, es muy probable que la obra de Ciencias Sociales esté incluida, por ahora forma parte del pedido.

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-Viajamos en el tiempo y estamos en 2025. ¿Qué quieren dejar?

A.S: Nuestro proyecto es dejar esta universidad que estuvimos dialogando. Empezar ese camino de una universidad mas integrada, articulada, donde predomine más el nosotros que el individualismo. Que haya articulación entre sedes y unidades académicas, y sabemos que es un cambio cultural y un trabajo que va a llevar si tiempo. Pero es un desafío que nos anima. una universidad que puede dar ese salto cualitativo.

M.A: la universidad se ha convertido en un actor muy reconocido en todos los ámbitos y el desafío es cómo seguir creciendo y potenciádonos, generando cada vez más acuerdos, más particapcion de todos los sectores. Ir avanzado hacia donde todos se sienten sin diferencias. No sé si somos los mejores en algo, pero no somos los peores en nada. Todos tenemos buen desempeño en docencia, investigación, acabamos de pasar por un proceso de evaluación donde nos llena de orgullo escuchar lo que vieron los evaluadores. El desafío es cómo mantener el equilibrio, que todos se sientan parte y potenciarnos. Es absolutamente imposible hacer esto desde el rectorado sino que es necesario que sigan participando las unidades académicas, los grupos de investigación, que todos contribuyan. Ya no existe un Rectorado que hace todo sino que está más socializado y desde un espacio público.