Notas

Día del orgullo: una fecha clave para visibilizar y reclamar derechos

Con consignas claras: que se cumpla la ley de cupo laboral trans, que se respeten los derechos adquiridos y se obtengan más. El día del orgullo LGBT se celebra hoy y el centro de la ciudad verá la fiesta en sus calles.

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Foto:Okdiario.com

28/06/2022

Fernanda Alvarez - Agencia Comunica

“Al closet no volvemos nunca más. Pero si bien eso es real y simbólico, muchas veces tenemos que volver a encerrarnos porque no siempre nos sentimos seguros cuando caminamos de la mano con una pareja. O si hay un grupo de cinco hombres en una vereda, pienso dos veces en pasar mimoseando con mi novio”. La frase es de Alex, pero la experiencia pertenece a toda una comunidad que siente que las demostraciones de afecto de pareja del mismo sexo tienen límites sociales , a pesar de las leyes y el paso del tiempo.
Por eso hoy celebran, como cada 28 de junio, el Día del orgullo LGBT+, en conmemoración de una violenta razia policial a homosexuales que se encontraban -en 1969- en un bar neoyorquino.
Y la celebración incluye demandas: que se cumpla la ley de cupo laboral trans en nuestra ciudad, que vuelvan los profesionales que se fueron del Consultorio Inclusivo y se profundice esa labor, que se respeten los derechos adquiridos y se obtengan más.
Como el año pasado, las calles del centro verán color y marchas. A las 16 será la concentración en el Paseo Jesús Mendía, donde habrá una radio abierta con música y poemas. A las 17 arrancará la marcha, con una caravana hasta el Centro Cultural Universitario para cerrar con festival, feriantes y testeos de Vih.
“Vamos a ir con alegría y brillo por las calles”, asegura Alex Herrera, uno de los organizadores. “Vamos a ir con consignas claras y compañeras que recorrieron el camino de la militancia antes, que lograron muchas cosas”.

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Lo que hoy se busca es bien concreto: “el cupo laboral trans es un tema que no se cumple en la ciudad. También exigimos que no se continúe con el vaciamiento del consultorio inclusivo (perdimos a una trabajadora social y psicóloga), al Programa Municipal de Salud Sexual y Reproductiva sabemos que le faltan recursos. Porque sigue habiendo una barrera en el acceso a la salud, una presunción de heterosexualidad que termina siendo excluyente. Sigue habiendo situaciones de no respeto a la identidad autopercibida”.
En pleno Siglo XXI, cuando pareciera que estas barreras han sido superadas, el fantasma de la discriminación resurge. Como si el derecho escrito en una ley no fuera acompañado de la aceptación social. Ley de Matrimono Igualitario, Ley de Identidad de Género, DNI no binario, Cupo baoral trans. Todas letras plasmadas en normas que a veces chocan contra discursos conservadores y cerrados. “Nos preocupa porque vemos que hay figuras de derecha, como el periodismo de Viviana Canosa y muchos más, que son antidiversidad y anti feministas. Y también en la política figuras como Milei que nos hacen poner en situación de alerta. No importan los derechos, las disidencias ni la diversidad”, subraya el militante.
Sobre la realidad local, Alex subrayó que “el Estado sabe que estamos organizados, hemos tenido mesas de diálogo, trabajo, están informados y nos conocen. Saben sobre nuestras realidades y aun así nunca estuvo la decisión política de acompañar a las disidencias. Esperamos que el intendente nos vea”.
Sobre el Programa de Salud Sexual y Reproductiva, desde diversos organismos se viene reclamando por lo que consideran un “desmantelamiento”. El servicio ofrecía acompañamiento en tratamientos de VIH, información y tratamientos de hormonización, ayuda psicológica y de una trabajadora social que ya no está. “Los y las trabajadores/as del lugar son increíbles”, resalta el joven. El problema es la decisión política de darles -o no- más recursos.
En este contexto de crisis económica y post pandemia, el colectivo en particular atraviesa demandas propias. “Tenemos pedidos de alimentos, acompañamos con escucha, trámites, lo que se necesite. Sobre todo las compañeras trans manifiestan falta de acceso al trabajo, hemos tenido situaciones de nocturnidad con discrminación como acercarse en un boliche a una chica trans y preguntarle a qué baño va. No es en todos los lugares, pero es muy violento acercarse para eso”.

La historia de muchos

Alex tiene 30 años y su “salida del closet” fue de adulto. Como tantos otres, “sufrí represión, culpa, cuestiones inculcadas en la familia y la escuela. Yo hoy puedo darme cuenta que padecí el bulliyng, yo era el gordito puto. He tenido gritos en la calle por estar con parejas de la mano, miles de veces, o que se rían en un espacio público, que te señalen”.
Su realidad es la de muchos y muchas que eligen salirse de la heteronorma y sufren el castigo como si cometieran un delito. ¿Por qué penar socialmente un beso en la calle de una pareja homosexual y no de una hetero?
De todas formas, “vamos encontrando lugares seguros, hay espacios que son más amigables sin ser espacios gays. Pero tenemos derecho a bailar y menear sin que nos quieran pegar. Cuando buscamos esos espacios tiene que ver con la búsqueda de ser uno mismo y estar seguro/a”.
¿Cómo se convive con la mirada ajena sobre el propio cuerpo y el señalamiento permanente? “Se convive…”, dice Alex, con cierta resignación y consciente de que la violencia puede ser física solo por querer mostrarse auténtico.

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“Hay claramente una transformación, pero hay cosas que siguen pasando”. Por eso la invitación es abierta a toda la comunidad a repensar comportamientos, actitudes, pensamientos. E incluso a la marcha de hoy. “Que la sociedad nos conozca, que sepa que cuando peleamos por algo no digan cualquier barbaridad. Hoy una mujer trans si no ejerce el trabajo sexual, termina siendo peluquera, tarotista, no hay mucho destino. No la vemos en un supermercado trabajando, o en un negocio de venta de ropa. Todo cuesta más”.
El objetivo es intentar que, con una sociedad más abierta, cueste menos. Y, simplemente, que los derechos sean respetados. (Agencia Comunica -Facso)