Ciencia

Incendios forestales en Argentina: los bosques después del fuego

¿Qué sucede con los bosques luego de los incendios? ¿Cuánto tarda en regenerarse su vegetación? ¿Se pueden prevenir los incendios? ¿Qué rol cumple la ciudadanía? A un mes de una de las catástrofes ambientales más grandes del país, especialistas analizan y reflexionan sobre esta problemática.

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Brigadistas trabajando durante los incendios en la Comarca Andina. Gentileza: Télam

Manuela Aragón - Agencia Comunica

En los últimos dos años, los incendios forestales crecieron exponencialmente y devoraron 1.178.088 hectáreas de bosques nativos en Argentina. El Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), indicó en su último reporte diario sobre la situación actual que entre el 1 de enero y el 29 de marzo de este año, más de 74.000 hectáreas fueron afectadas por el fuego.

Expertos e investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), que viven, transitan y conocen en primera persona el paisaje patagónico, ofrecen una explicación y remarcan la importancia de la regeneración de los bosques y el rol ciudadano para su conservación y cuidado.

Con respecto a lo que ocurre con los bosques después de incendiarse y su regeneración, los expertos Florencia Tiribelli y Thomas Kitzberger concuerdan en que esto va a depender del tipo de ecosistema del que se trate, las especies de vegetación que se encuentren en él y la severidad con la que hayan ocurrido los incendios. En el caso de los bosques, que están conformados por un estrato alto de árboles y un estrato bajo de arbustos, “su vegetación es la más vulnerable ya que no contiene buenas estrategias para regenerarse naturalmente luego de los incendios”, explica Tiribelli. En cambio, las estepas (arbustos y hierbas de baja estatura) y matorrales (arbustos y árboles pequeños) son más resistentes y por lo tanto suelen rebrotar después del paso del fuego más rápidamente.

“Hay que restaurar con especies que sean más resistentes al fuego (y menos inflamables) entonces el próximo incendio que se produzca, dentro de 30 o 40 años, no va a ser tan destructible”.

En función de lo mencionado anteriormente y los diversos métodos que se utilizan para reforestar los bosques, Estela Raffaele expresa que a veces conviene llevar a cabo una restauración activa que se trata de “plantar ciertas especies que aceleren la regeneración natural” y que este mecanismo “se hace bastante en la Patagonia y en las zonas de Córdoba donde se han producido muchos incendios”. Thomas Kitzberger agrega que también se pueden realizar restauraciones pasivas, como la colocación de alambrados para que el ganado no entre en el lugar, que “son acciones que ayudan al ecosistema a volver a su estado anterior a que se produzca el incendio”. Sin embargo, ambos coinciden en que estas técnicas son muy costosas y llevan muchísimo tiempo pero muy necesarias.

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Estela Raffaele, Dra. en Ciencias Naturales y Lic. en Biología. Gentileza: Estela Raffaele

Los tres expertos e investigadores acuerdan que en el momento de realizar la reforestación y restauración de los bosques hay que hacerlo de la manera más planificada posible y tener en cuenta diferentes factores ya que hay especies de vegetaciones que son inflamables y otras que son vulnerables al fuego. Este es el caso de los pinos que si bien están más adaptados al fuego y se regeneran y rebrotan más fácilmente, contienen resina en su interior y por lo tanto ocasionaría que se originen más incendios debido a su inflamabilidad. “Todos los esfuerzos de restauración hechos conscientemente son buenos. Con esto me refiero a no poner especies que no corresponden al sitio o especies exóticas”, reflexiona Florencia Tiribelli.

En relación con la prevención de los incendios y el rol de la ciudadanía, Raffaele indica que tiene que haber “más conciencia por parte de la población de lo que significa vivir en el bosque”. Además, agrega que “el paisaje es precioso pero hay que trabajar en las técnicas de prevención para gestionar escenarios menos inflamables” y no accionar con reparaciones luego de que los incendios forestales ocurran. Tiribelli sostiene que “como sociedad podemos ser responsables” para no llevar a cabo acciones que puedan ocasionar y desatar incendios. “No hacer fuego donde y cuando nos dicen que no hagamos fuego, no importa cuánta experiencia se tenga”, cierra Tiribelli.

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Thomas Kitzberger, Lic. en Ciencias Biológicas. Gentileza: Thomas Kitzberger

Por su parte, Kitzberger sostiene que “hay un movimiento muy importante, especialmente en las generaciones muy jóvenes, que tiene una conciencia muy grande desde el punto de vista ambiental, no sólo con los incendios, sino con cómo nos comportamos como sociedad frente a estos problemas”, pero que a su vez también “hay muchas personas que se comportan de formas muy irresponsables, a pesar de que hay muchísima difusión para prevenir los incendios”. (Agencia Comunica - Facso)