La importancia del diagnóstico, el tratamiento y la empatía

Qué implica ser una persona neurodivergente

La vida está llena de desafíos y algunos de ellos pueden ser aún más complejos cuando se enfrentan a la crianza de un hijo con neurodivergencias. Esta es la historia de una madre que se ha enfrentado cada día con amor y resiliencia, dedicada a brindar el mejor apoyo y cuidado a su hijo. Carolina Marcogiuseppe, psicopedagoga, profundizó en la temática.

Magdalena Jaureguiberry - Agencia Comunica

26/07/2023

Ser neurodivergente significa tener una variación en el funcionamiento del sistema nervioso en comparación con la mayoría de las personas consideradas neurotípicas. La psicopedagoga Carolina Marcogiuseppe, indicó que “la neurodivergencia se refiere a una amplia gama de diferencias en la cognición, el procesamiento sensorial y la forma en la que perciben, comprenden e interactúan con el mundo que les rodea”.
Algunos ejemplos de biodiversidad neurológica son: Trastorno del espectro autista (TEA), trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), dislexia y síndrome de Tourette.


Maternar y aprender sobre lo no neurotípico


La madre que brindó su testimonio a esta agencia de noticias será presentada bajo el pseudónimo de Ana, mientras que a su hijo lo presentaremos como Diego.
Ana recuerda con cariño el momento en que supo que sería madre. La noticia llenó su corazón de felicidad y esperanza. Sin embargo, el camino de la maternidad tomaría un rumbo inesperado cuando, después de varios análisis y evaluaciones, le diagnosticaron a Diego autismo a temprana edad.
"Cuando escuché el diagnóstico, fue como si el mundo se desmoronara a mi alrededor. No sabía qué significaba realmente tener un hijo con autismo, pero sabía que haría todo lo posible por entenderlo y brindarle el mejor futuro", expresó Ana con determinación.
Según indica la psicopedagoga, Carolina Marcogiuseppe, “el Trastorno del espectro autista es una neurodivergencia que afecta la comunicación social, el comportamiento y los patrones de interacción social”.

Concepto de diversidad de talentos y habilidades, con perfiles de personas asociados a diferentes cerebros. Cabeza de rompecabezas. Símbolo del autismo. Créditos: Empire Captions Solution.

A medida que Diego crecía, Ana notaba que había aspectos adicionales que dificultaban la vida de su hijo. La agitación constante, la dificultad para concentrarse y seguir rutinas, eran desafíos que se sumaban al autismo: “Diego también tenía TDAH” expresó la madre.La profesional de la psicología de la educación, explicó que “el TDAH se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, impulsividad y comportamiento hiperactivo”.
"Los días podían ser abrumadores, pero lo más importante era aprender a ver la belleza en cada pequeño logro que Diego alcanzaba. Cada paso que daba, cada palabra que pronunciaba, eran triunfos para nosotros”, afirmó Ana con una sonrisa.
El camino de Ana y Diego no ha sido fácil, pero juntos han aprendido a enfrentar los desafíos. La madre destacó la importancia de la detección temprana y el acceso a servicios especializados para personas neurodivergentes.
"Diego es un niño cariñoso y lleno de curiosidad", dijo Ana con cariño. "Es increíble ver cómo va creciendo y enfrentando el mundo con su propia forma de ser."

Símbolo del autismo. Créditos: Enlaces.

¿Cómo se detecta una neurodivergencia?


Detectar y comprender las neurodivergencias temprano es clave para brindar el apoyo adecuado. "Gracias a los profesionales que han trabajado con nosotros, hemos aprendido a adaptar nuestras dinámicas familiares y encontramos estrategias que funcionan para Diego", afirmó Ana.
La psicopedagoga indicó que la detención de una neurodivergencia puede involucrar varios pasos y profesionales de la salud. Asimismo destacó que “es importante tener en cuenta que cada caso puede variar dependiendo de la persona y el lugar”. La profesional en el área comentó que el proceso para detectarlas consta de 3 etapas:
- Observación y evaluación inicial: En esta etapa puede ser útil consultar a un pediatra especializado en desarrollo, un neurólogo o un psiquiatra infantil para una evaluación inicial.
- Evaluación diagnóstica: Se realiza una evaluación más exhaustiva. Esto puede incluir entrevistas con los padres, con los docentes del niño, observaciones clínicas, pruebas psicométricas y en algunos casos, evaluaciones médicas adicionales.
- Diagnóstico: Después de recopilar y analizar la información de la evaluación, se realiza un diagnóstico, que debe llevarse a cabo por un profesional de la salud especializado.

El movimiento feminista neurodivergente surgió a raíz del reclamo por el respeto  a las neurodivergencias. Créditos: EnlaceDocs

¿Cómo es su tratamiento?

Respecto al tratamiento, desde la psicopedagogía se apunta a que es crucial destacar que cada neurodivergencia tiene sus propias características y necesidades únicas, por lo que el enfoque terapéutico puede variar. “El objetivo principal del tratamiento es mejorar la calidad de vida, proporcionar apoyo y desarrollar habilidades que permitan a las personas neurodivergentes alcanzar su máximo potencial” destacó Marcogiuseppe, psicopedagoga.
A su vez agregó que algunos tratamientos comunes incluyen:
La intervención temprana: Un diagnóstico y una intervención temprana son fundamentales para mejorar los resultados a largo plazo.
Terapia conductual: Se utiliza para enseñar habilidades sociales, mejorar la comunicación y abordar comportamientos problemáticos.
Apoyo educativo: Las personas neurodivergentes pueden beneficiarse con proyectos educativos adaptados a sus necesidades.

Combatir el estigma y la discriminación


Ana también enfatizó la importancia de la inclusión y la aceptación de las neurodivergencias en la comunidad. "Todos somos diferentes y eso es lo que nos hace especiales. Promover la inclusión y el respeto hacia todas las personas, sin importar sus diferencias, es fundamental para construir una sociedad más compasiva y justa."
Carolina Marcogiuseppe apuntó a la ruptura del mito que expresa que las neurodivergencias son enfermedades o trastornos mentales que necesitan ser “curados”. La profesional en el tema derribó este mito y afirmó que “debemos enfatizar en que las neurodivergencias no son enfermedades, sino variaciones naturales del funcionamiento del cerebro. Promovamos la idea de que las neurodivergencias son parte de la diversidad humana y no requieren una “cura”, sino apoyo y aceptación”.
Finalmente, Ana hizo un llamado a la sociedad para que se fomente la empatía y la comprensión hacia las personas neurodivergentes en todas las interacciones diarias. "A veces, un poco de comprensión y paciencia pueden marcar la diferencia en la vida de alguien", reflexionó.
La historia de Ana y Diego es un recordatorio de la importancia de valorar la diversidad y brindar apoyo a todas las personas, independientemente de sus diferencias. Su historia enseña que con apoyo, aceptación y empatía, es posible construir un mundo más inclusivo y solidario para todas las personas neurodivergentes.