La Huerta

El juicio tuvo su audiencia número 50 en su tercer año

A pesar del tiempo transcurrido, los familiares y las víctimas continúan dando testimonio sobre lo que sufrieron sus seres queridos y sus familias. La próxima audiencia será este viernes 8 de marzo.

juicio245

Soledad Restivo / Agencia Comunica – Medios UNICEN

El pasado viernes 23 de febrero se celebró la audiencia número 50 en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en lo que se denominó el circuito represivo subzona 12, durante la última dictadura cívico-militar eclesiástica. Esta zona abarcó todo el centro-sudeste de la provincia de Buenos Aires. Como siempre señalamos, la extensión del proceso juega en contra de la reconstrucción de cada caso. En esta jornada se escucharon dos declaraciones de familiares de víctimas, mientras que dos personas no pudieron declarar por la edad y el estado de salud: Carlos Alberto Dume y Marcelo De Prado.
Primero declaró Ana María Urruti, quien tenía 18 años cuando se llevaron preso a su pareja, Alberto Pedro Casemajor, de 20 años. En enero de 1976, Alberto era estudiante de Ciencias Económicas en La Plata y militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), había viajado a Laprida para visitar a su madre, que estaba enferma. Allí fue detenido ilegalmente por un comando militar. Tras su detención, Casemajor estuvo desaparecido durante varios meses, durante los cuales su familia desconocía su paradero y su situación.
Ana María también mencionó que el ejército allanó su casa en La Plata y se llevaron todas las pertenencias que pudieron, incluyendo joyas de oro y electrodomésticos. Este allanamiento se produjo poco después de la detención de Casemajor, lo que generó un clima de temor e incertidumbre en la familia. Después de su liberación, Alberto sufrió un brote psicótico como consecuencia de las torturas que había sufrido y fue internado en un instituto psiquiátrico en La Plata. Falleció a mediados del año pasado. A Ana María le cuesta hilvanar la historia. A los años que pasaron desde el momento de los hechos, la edad de las víctimas y testimoniantes se suman a las imposibilidades técnicas, lo que dificulta aún más su relato.
Luego, dio su testimonio ante el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, integrado por los doctores Tosseli, Imas y Machado Peloni. Marisa Hydeeé Bellingeri fue convocada para prestar declaración testimonial en una causa relacionada con hechos que afectaron a Clelia Alina Stiernemann, su madre.
Marisa relató que su madre fue detenida el 10 de noviembre de 1975 por fuerzas de seguridad que llegaron a su casa cuando ella y su hermano eran niños. Clelia les había dado permiso para ir al club, pero al regresar, encontraron la casa rodeada de autos y personas que decían ser del Poder Ejecutivo y que buscaban a su madre. Después de un tiempo sin noticias, descubrieron que su madre estaba detenida en el penal de Azul.
Marisa describió una serie de allanamientos en la casa de sus abuelos y en la suya propia. También mencionó que durante el allanamiento, le preguntaron sobre una foto de los Beatles que tenía en su habitación. Clelia Alina fue trasladada del penal de Azul al penal de Devoto, donde estuvo aproximadamente cinco meses. Durante su detención, su madre fue objeto de interrogatorios en los que le ofrecían la libertad a cambio de firmar declaraciones falsas, lo cual ella rechazó. Después de recuperar la libertad, estuvo bajo libertad vigilada durante un año, debiendo presentarse semanalmente en la comisaría. Marisa destacó que, a pesar de todo, su madre nunca se doblegó y siempre mantuvo su integridad y su lucha por la verdad.
La próxima audiencia se realizará el viernes 8 de marzo desde las 8:30 años y será retransmitid, para que la ciudadanía pueda visualizar y acompañar el proceso, en el Aula Magna del Rectorado de la UNICEN. Lo mismo ocurren en las Aulas Comunes del Campus Universitario de Olavarría y el Centro de Investigación y Postgrado de Azul, Bolívar 481.