El Rector Marcelo Aba explicó quién y cómo cómo se hacen los controles
Auditorías en universidades: “se hacen todo el tiempo, pero que vengan porque no tenemos nada que esconder”
Los mecanismos de control los realiza la AGN (Auditoría General de la Nación). Pero además, hay reglas y controles que hace cada universidad puertas adentro. ¿Qué pretende instalar el gobierno nacional al hablar de controles?
3/05/2024
Fernanda Alvarez - Agencia Comunica
Primero la acusación de ser “caja de la política”. Luego la de “adoctrinamiento”. Ahora, las auditorías. La universidad pública parece ser uno de los enemigos construidos por el gobierno nacional para luego justificar los golpes y, sobre todo, el desfinanciamiento. Aquí, el rector de la Unicen, Dr. Marcelo Aba, aclara lo que el propio gobierno tuvo que admitir: las auditorías ya se hacen desde hace tiempo. Y explica cómo y qué organismo es el encargado de controlar el funcionamiento de las instituciones de educación superior.
“Las universidades nacionales son creadas y auditadas por ley. La AGN (Auditoría General de la Nación), que también depende del Congreso, es la encargada de realizar los controles”, explicó el rector desde la sede de Tandil.
Desde ese organismo se revisa el estado contable y de gestión de cada institución. Pero además, “también tenemos auditorías internas donde se revisa lo actuado en materia presupuestaria, académica, emisión de títulos y que todo siga los carriles que las normas establecen”. La Coneau (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria) es otro de los organismos que se ocupa de la evaluación y acreditación de carreras de grado y posgrado.
Por otro lado, el Dr. Aba remarcó que “la Universidad es en sí misma un ámbito democrático donde conviven distintas fuerzas, incluso con orígenes políticos diferentes y todas las decisiones pasan por ese Consejo Superior donde están representados todos los claustros de las unidades académicas. Somos parte de un sistema que tiene permanentemente auditorías”.
El sistema de control
La AGN -un organismo que no ha sido cuestionado debido a su prolijidad en materia de acceso a la información pública- año a año elige universidades y realiza auditorías. Y ahora “se firmó un acuerdo entre el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) y la Sigen (Sindicatura General de la Nación) para aceitar esos caminos de cooperación donde -si bien al Sigen no hace auditorías-, también se pueda contar con un apoyo en esto de brindar transparencia. No tenemos ningún inconveniente con eso”, explicó el rector de la Unicen.
El Rector de la Unicén, Marcelo Aba, explicó a Agencia Comunica cómo se dan los mecanismos de control.
Las universidades reciben un presupuesto determinado donde cada gasto debe ser explicado. “Se hacen expedientes a nivel interno y queda registrado en la rendición de cuentas del ejercicio anual”, explicó Aba. Pero además, aclaró que en el presupuesto general los salarios representan el 90%, datos a los que el Ministerio de Educación tiene acceso directo. “Ahí no hay mucho para discutir”, remarca.
O sea que lo que se busca auditar, en realidad, sería el 10% restante, que hoy es aún menos debido a la inflación. De eso, existe un sistema interno de control que pasa por distintas oficinas: presupuesto, tesorería, contaduría, donde se va dejando registro, a lo que se suma la Asesoría Legal que permanentemente aconseja. “Son muchos los pasos, los controles y las personas. Por si esto fuera poco, a veces vienen partidas especiales para aporte a la Ciencia o la Extensión y esas cuentas se rinden con comprobante a comprobante a la secretaría de Políticas Universitarias. O sea que hay rendiciones permanentemente. No tenemos margen para pensar en más auditorías, pero si eso no alcanza y quieren poner más personal para eso, no tendríamos ningún inconveniente. Pareciera que más que potenciar un sistema que viene funcionando, se quiere marcar que todo el sistema tiene inconvenientes. Y no es así”, aseveró el dirigente de la Unicen.
De hecho, esta universidad fue una de las pocas que, durante la gestión macrista cuando también se instaló el tema, se ofreció voluntariamente para ser auditada en cuanto a su composición y estructura de gastos. “No hay nada para esconder”, manifestó Aba.
Los fondos
Entre la cantidad de dichos sobre los controles a las universidades, una de las posibilidades fue que las auditorías las realicen empresas privadas. Al respecto, el rector opinó que “poner en manos de privados algo que pertenece estrictamente al sistema estatal no parece atendible, porque ya están previstos los mecanismos de control y se cumplen”.
Entonces, ¿cuál sería la intencionalidad del gobierno que acusa a la educación superior de tantos males? El análisis del Dr. Aba establece que “estamos con un déficit de financiamiento importante, hasta han reconocido una porción de ese retraso. Primero éramos la caja de la política, después adoctrinábamos (que sería quitarle valor a la independencia de criterio de los jóvenes), ahora no nos auditamos. Parecería que lo que se busca es justificar ese retraso porque no se quiere financiar la universidad pública”. Que, por otro lado, debe estar garantizada por el Estado según la Constitución argentina.
La última marcha en defensa de la educación universitaria fue histórica en Olavarría.
Pero fue más allá ya que “si se sabe de alguna situación que no corresponde, más que auditoría lo que corresponde es hacer la denuncia”, sentenció.
La administración de los fondos que se reciben de parte del estado nacional le ha permitido a la Unicen (pero también a otras universidades) contar con fondos para afrontar gastos imprevistos. Esto es “algo normal”, aseguró el Dr. Aba, ya que “las partidas de todos los gobiernos tienen un retraso de 3 meses. O sea que siempre hay necesidad de tener algún ahorro. Tenemos casi 100 mil metros cuadrados en edificios, somos una comunidad de 25 mil personas, imprevistos ocurren todo el tiempo y los hemos solucionado siempre con esos fondos”, lo que habla de la gestión de recursos.
El anuncio realizado en marzo de parte del gobierno nacional sobre el aumento del 70% recién llegó en los primeros días de mayo. Aclaración importante: es el 70% de los gastos de funcionamiento, no del presupuesto total. “Incluso el propio secretario de Educación admitió un retraso de más del 240%”, aseveró Aba.
Marcelo Aba considera que la multitudinaria marcha en respaldo de la Universidad pública que se realizó en todo el país fue un llamado de atención para el gobierno de Javier Milei. Y, sobre todo, que “marcó con absoluta claridad e independencia la ideología política. Ese tema en este país está saldado: la educación es un bien público y debe ser sostenida por el Estado. Me parece que al gobierno le llegó el mensaje”. No son las universidades queriendo sostener un privilegio sino el de una sociedad queriendo sostener un derecho.