La marcha por las que ya no tienen voz
El centro de la ciudad se colmó de aplausos de dolor. Fue un reclamo con un grito unánime y, por momentos, un silencio ensordecedor. Justicia por Valentina. Por Mabel Olguín. Y por las tantas mujeres que mueren en manos de la violencia machista. BASTA. Es lo que exigimos.
Tarde de verano intensamente tranquila. La plaza central con mucha policía, gente y miles de ojos vidriados. ¿Hasta cuando tanto dolor?Lejos quedo el glitter o esa efervescencia de lucha que se convierte en festejos.
La primera línea de la multitudinaria marcha donde se reclamón justicia por la joven de 19 años asesinada estaba ocupada por familiares de Valentina y de Mabel, Hubo mucha indignación y ese cuestionamiento constante ¿hasta cuando? ¿Por qué tanto dolor? ¿Cuánto más podrán soportar? ¿Quiénes son los responsables?
La movilización fue convocada por el Frente Ni Una Menos y la Casa Popular Valeria, la institución creada en homenaje a la mamá de Valentina, también asesinada por su pareja en el 2008. Casa Valeria cumplió un año y, lejos de celebrarlo, la realidad los golpeó con el cruel asesinato de la joven.
De la marcha participaron varias agrupaciones locales. Antes de comenzar, se leyó el comunicado del Frente Ni Un Menos. "Valentina era una piba de los sectores populares, que militaba contra las desigualdades sociales que imperan en este sistema capitalista y patriarcal. Era una persona profundamente comprometida con sus compañeras, con sus amigas y sobre todo con la lucha por un mundo más justo e igualitario".
"Valentina al igual que su mamá se encontró prontamente con la violencia machista, pese al cuidado de sus abuelos/as, de su seres queridos/as y de las herramientas de contención que construimos desde los movimientos populares.
Hace un tiempo Valentina encontró su lugar de lucha en Casa Popular Valeria, espacio que la cobijó en su infancia y lleva el nombre de su madre: Valeria Cazola, quien también fue víctima de femicidio en el año 2008.
La Casa Popular Valeria es una herramienta impulsada desde la Comunidad Menonita, el Movimiento Popular La Dignidad y familiares, que acompaña a todas las mujeres que se encuentran en situación de vulnerabilidad y sufren violencia de género, es un espacio de encuentro y alivio para todas las personas que sienten sus vidas amenazadas.
Tras la marcha, el intendente Ezequiel Galli y funcionarios municipales recibieron a familiares de las víctimas.
