Entrevistas
Brecha salarial

“En Argentina las mujeres ganamos un 27% menos que los hombres”

La diferencia entre los salarios de hombres y mujeres es un tema abordado desde diferentes ámbitos. Estudios indican que la brecha salarial no disminuye como consecuencia de distintos factores discriminatorios hacia las mujeres. Griselda Astudillo plantea los lineamientos ante esta realidad desde la economía feminista.

 

Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT), la diferencia existente entre salarios de hombres y mujeres en el mercado laboral existe en todo el mundo con una clara dimensión sexista. Por lo general, las mujeres ganan un porcentaje menor al de los hombres por el mismo trabajo, cargo o función. Existen, sin embargo, distintos aspectos que componen el salario que están por fuera del ámbito laboral y que contribuyen a la diferencia de salarios. Griselda Astudillo, integrante del Programa Permanente de Estudios de la Mujer (PPEM), habló sobre este tema en su columna “Feminismo para armar” en Radio Universidad.

Brecha salarial en Argentina

“Hay un organismo que es la Organización Internacional de Trabajo que genera datos respecto a esto y en Argentina lo que  dice la OIT es que las mujeres ganamos un 27% menos que los hombres, ahora vamos a ver esto como se construye. Esto es un promedio, un hombre gana en doce meses de trabajo lo que las mujeres tardaríamos quince meses en ganarlo, esto quiere decir este dato. Estas estimaciones que hace la OIT lo que dicen es que si se continúa con este ritmo de políticas intentando reducir esta brecha tal vez se pueda lograr cerrar esta brecha en el 2086. A parte es una estimación y que las políticas públicas están atravesadas por un montón de dimensiones entre ellas que los gobiernos tengan decisión de que es perspectiva atraviese las políticas efectivamente”.

Ley de contrato de trabajo

“La brecha salarial entonces es una diferencia media entre el salario de hombres y mujeres. Esto es un promedio de lo que ganan hombres y mujeres en un momento y lugar específico, es una medición. Esto es importante aclararlo para entender que es un dato que se construye de diferentes factores que trascienden el ámbito laboral. En Argentina hay una ley de contrato de trabajo, en su artículo Nº 172, y las modificaciones que ha sufrido a lo largo de los años, establece que en Argentina las mujeres tenemos derecho a ganar el mismo salario que los hombres por igual trabajo. Que una ley lo tenga que establece, hemos hablado un montón de veces que se trata de una discriminación o acción positiva, cuando existe una desigualdad hay que generar, hay que poner esto es una ley. Diríamos ‘que loco que una ley tenga que decir que tenemos que ganar lo mismo’”.

Discriminación positiva

“Esto es importante ponerlo en cuestión y reflexionar con las personas que nos están escuchando, con ustedes, con la sociedad, que cuando muchas veces surge por ahí en el relato cotidiano, de sentido común: ‘¿para qué hay un día de las mujeres? Se están discriminando a ustedes mismas. ¿Para qué hay un día del orgullo? Están discriminando sus orientaciones.’ Porque hay un sector que históricamente no han accedido de la misma manera y han tenido desigualdades. Entonces a eso se lo llama una acción o discriminación positiva. Tiene que estar mencionado e impulsado porque sino no sucede y concretamente existe la desigualdad”.

“Entonces los salarios, para calcular esta brecha, se componen por diferentes ítems que trascienden el ámbito laboral:

  • Por ejemplo hay algunos salarios que cuentan con un pago por presentismo, vos estas en una situación de trabajos registrados, vamos a hablar de trabajo registrado y no registrado. Entonces qué quiere decir el presentismo, cobras más cuando no faltas. Esto impacta diferente entre las personas que se hacen cargo en el hogar del cuidado de los niños, niñas y personas enfermas, que mayoritariamente somos las mujeres. Entonces ahí es probable que no podamos alcanzar un pago por presentismo y ahí ya estaría empezando a abrirse esa brecha”.
  • “Otra cuestión que tiene que ver con la construcción de esta brecha es la cantidad de horas destinadas al trabajo remunerado fuera del hogar. Si no está esta distribución equitativa de las tareas domésticas las mujeres solemos tomar trabajos con menos carga y por ende tendríamos menor remuneración para poder cumplir con las otras tareas. Es una cuestión cultural, tiene que ver con factores culturales de los que es difícil desligarse”.
  • “Las mujeres estamos menos representadas en la punta de la pirámide ocupacional de diferentes espacios. Las feministas hemos elaborado, construido dos conceptos para poder referencias esto que es el ‘techo de cristal’, que es como un techo que no se ve, obstáculos invisibles que llevan a que no lleguemos a esos lugares y que tienen que ver con nuestra condición de género. Otro concepto son los ‘pisos pegajosos’ que son barreras que hacen que quedes en escalones más bajos”.
  • “Después tenemos segregación horizontal que es otro factor que constituye a esta brecha salarial, se refiere a la distribución de trabajadores en sectores en relación a la división sexual del trabajo. A trabajos que son considerados femeninos o masculinos y los femeninos tienen que ver con los de cuidados”.
  • “Y también hay un ítem que tiene que ver con la brecha que es específicamente distinto pago por igual calificación, hay posibilidades de que dos personas exactamente iguales en cuanto a características objetivas que requiere un puesto de trabajo, todo esto en la misma situación pero ganan distinto. Hay técnicas para construir este dato, hay una brecha que no está explicada y tiene que ver justamente con solamente por pertenecer a un género”.

“La idea de la brecha salarial tiene que ver con entender que esos espacios, lo importante de avanzar, en este caso en las ciencias económicas, que son las que construyen estos datos que ha emitido esta dimensión, que la ha sesgado. Y empezar a pensar desde las ciencias, que es un poco también lo que nos toca como equipo dentro de la facultad y poder transmitirlo a toda la sociedad tiene que entender que esta perspectiva tiene que atravesarlo para poder avanzar, analizar cuáles son las relaciones de poder y que tiene que ver el género en esas relaciones junto a otras dimensiones por supuesto y poder avanzar hacia políticas que disminuyan esas desigualdades”.