Notas

“Vivir, no sobrevivir”, el pedido de las personas trans plasmado en una campaña

Mostrar los cuerpos violentados. Porque eso es lo que les sucede a muchas chicas trans. Una campaña local busca generar conciencia, empatía y respeto hacia quienes eligen su propia identidad.

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Fernanda Alvarez - Agencia Comunica

30/09/2020

Victoria Altavista nació el 12 de octubre de 2018. Atrás quedó su primera identificación en el DNI, pero no su lucha que hoy corona con un nuevo nombre que muestra triunfante. Representa la victoria de conseguir con su documento que nuevas puertas se abran pero también cerrar viejas peleas. “En lo personal me ayudó a encontrarme de otra manera con el mundo”, sintetiza hoy. Y con 32 años y un largo recorrido, analiza los resultados de la campaña “Vivir, no sobrevivir” que lanzó para generar conciencia sobre la importancia de aceptar a las personas trans y luchar contra la homofobia.
Ser chica trans en una ciudad como Olavarría, pero haber nacido, crecido y vivido siempre (incluso actualmente) en un pueblo de poco más de 300 habitantes como Recalde, deja su marca. Y si bien Victoria o Madame Lu -su nombre artístico con el que se da a conocer en diferentes espectáculos- dice haber estado segura de quién era, con el Dni nuevo “la crítica y la discriminación pasaron atrás”. Esa burla de ir al banco a realizar un trámite y ser llamada en voz alta por su nombre de varón, el del anterior documento, aunque ella fuera vestida con los tacos altos que no abandona. O sentir la mirada de la gente o de la secretaria de una oficina que “te mira por encima de sus lentes. Todo eso duele. Antes yo caminaba y era como que me comía el mundo, hoy con mi DNI voy más relajada. Y ahora con el tema del Covid que nos pedían documento para ir al supermercado, cuando yo iba me paraba frente al guardia y le decía ´pedime el Dni!´”. Victoria cuenta y ríe. Ríe hoy lo que lloró hace tiempo.
Y lo que aún llora es la violencia de la que son víctimas las personas trans. Por eso lanzó la campaña de afiches “Vivir, no sobrevivir”, que interpela e invita a generar conciencia sobre la no violencia sobre las mujeres trans.
La campaña refleja imágenes de violencia sobre cuerpos feminizados. “En la campaña quise ser empática. Yo no sufrí violencia porque gracias a Dios tengo familia, trabajo pero no todas las realidades son iguales. En los medios se ha visto como nos arrebatan compañeras” y por eso al fotografiarse a sí misma “terminé llorando porque una actúa de eso que otras sufren”.
La idea es despertar conciencia sobre el maltrato que sufren solo por ser chicas tras. O sea, nuevamente la violencia sobre lo femenino.
Es que biológicamente o por elección, ser mujer cuesta. Y duele tantas veces.

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“A algunos les va a resultar fuerte, a otros quizás les resulte indiferente, porque también lidiamos con la indiferencia de mucha gente”. Al principio tuvo cierto temor sobre los resultados que podría tener la impresión de este tipo de gráfica. Pero varias personas, artistas e instituciones se adhirieron y eso la motivó. “Pensé en mis compañeras, en lo triste que se vive tantas veces”, asegura Madame Lu.
De la campaña participaron Jesús Sosa, Brian Cendra, Yanel Castellano y Alan Aguirre. Las repercusiones son más que positivas. Tanto que ya se piensa en una campaña audiovisual. “Esto es lucha y militancia, visibilización del maltrato y de la violencia a las chicas trans. Ahora queremos empapelar la ciudad con flyers, estamos buscando financiamiento”.
Madame Lu es concreta y clara. Sabe y conoce que para las chicas trans el trabajo exclusivo fue el de la prostitución, pero cree que “porque estamos mal vistas. A mucha gente les molestamos. Para muchos, nosotras tendríamos que volver al closet del que salimos alguna vez. Siento que nos hacen pagar un derecho de piso y tenemos que luchar el doble para todo”.
Si las mujeres peleamos más que un hombre para alcanzar un objetivo, las chicas trans más aún. “Nos quieren esconder, la verdad que la mente retrograda busca tapar. Encima de eso, nos matan”.
Por eso hoy celebran la sanción de la ley de cupo laboral trans y la adhesión del HCD local a la norma provincial. “Confiamos en que se aplicará. Es un derecho que nos vienen encajonando”, sentencia. Victoria hoy trabaja en la Delegación de Recalde y en el Consultorio Inclusivo del Hospital Municipal “Dr. Héctor Cura”.

La nueva vida
“Que me critiquen porque no les gusta lo que hago, pero que me critiquen por mi condición sexual, no”. Con esa postura, Madame Lu recuerda sus inicios en el mundo artístico, en su pueblo. Al principio fueron cenas de fin de año a lo que se sumaron shows humorísticos con los que logró ganarse a su propio público.
Cuando decidió que quería expresarse a través del arte, se acercó al espacio cultural Insurgente de Olavarría “al cual voy a estar agradecida de por vida. Me abrieron las puertas para mostrar mi arte y ahí nace Madame Lu”.
También quiso ser delegada de su pueblo. Pero ahí se enfrentó con el peso de un pensamiento opositor, mucho más profundo que lo vinculado a las plataformas políticas. “Sentí que me saltaron encima. Saber que hubo comentarios del tipo ´no pongan a este trolo´… Cuando vi que mi papá se sentía dolido por todo lo vivido pensé que eso no era para mi”.

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La aceptación no siempre es fácil. ¿Cuántas veces ser gay o trans se limita a ser el chistoso del grupo? “Tendríamos que ser aceptadas, no solamente por reirnos de las partes del cuerpo. Yo adoro a la gente de Olavarría, porque me aceptaron a través del arte y la radio (hoy está en el programa “Ya fue” de la 99.9). Que en el centro me reconozcan y se quieran sacar una foto conmigo, es muy loco. Yo me emociono por el afecto, es loco que te quiere quien no te conoce y quien me ha conocido durante mis 32 años por ahí me limitó en mi propio pueblo”.
Madam Lu sabe que la muerte por violencia de una travesti “es algo más que sucede, no se profundiza sobre el travesticidio ni la homofobia. Antes en los medios ni lo informaban, hoy lo hacen pero cortito”. Hoy asegura que "no pretendo que me ame todo el mundo, pero sí pido respeto y empatía”.
Que no sea un imposible.