Notas

Demanda habitacional: la lucha por conseguir una casa propia y digna

El déficit habitacional volvió al centro de la escena con la toma de los terrenos del Barrio Lourdes. Sin embargo, pone de manifiesto una eterna problemática del país.  Cómo está la situación en Olavarría y que soluciones proyecta el Municipio.

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 Santiago Garralda-Agencia Comunica

Fotos: Dante Lartirigoyen

La demanda habitacional es un problema estructural e histórico en nuestro país. Han pasado diferentes gobiernos y la solución apenas estuvo cerca de mejorar el panorama. La toma de los terrenos en el barrio Lourdes desnudó esta necesidad.  Se llegó a una situación extrema y no hubo otra salida. Desencadenó el arribo de funcionarios provinciales a Olavarría para sólo realizar un censo. Pero desde el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad  de la Provincia-área a la que pertenece la Subsecretaría de Hábitat- informaron que “hay varios problemas metodológicos para medir gente en situación de calle” y “es una minoría muy específica”.  

Son familias enteras reclamando tener una vivienda digna y adecuada (tal como se establece en la Declaración Universal de los Derechos Humanos) sin tener una respuesta certera. No es un hecho aislado. Es una continuación del acampe del año pasado en las puertas de la Municipalidad. En ese momento, Lorena Merlo -integrante de la Mesa de Emergencia- explicó que alrededor de 500 personas se anotaron en el registro de demanda habitacional que tenían junto con la Asamblea por la Vivienda y que el número se acrecentó en los últimos meses. 

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Es una problemática que parece no tener fin.  Se constituyen planes de construcción de viviendas o de entrega de lotes, pero que, o quedan en la nada, o se dan a varios años.  Un ejemplo sobre esto es la situación que atraviesa el barrio Educadores. En 2001 comenzó su lucha: lograron tener un plan para 146 viviendas. Entre idas y vueltas, se fueron construyendo en primera instancia mediante una empresa privada y después, a partir de la comisión directiva del barrio. Sin embargo, desde 2018 que la obra está parada. “De ahí en mas no quisieron escuchar. Mandábamos mensajes, notas, no sabemos lo que pasó. No hay ninguna respuesta”, señaló Lujan Taborda, referente del barrio Educadores. Y el problema se agrava. Faltan entregar 21 viviendas que ya tienen dueños. Son 21 familias que aguardan con una paciencia que se agota. Mientras tanto, se les hace cuesta arriba pagar el alquiler, que cada vez aumenta más.

La Municipalidad -comentó Luján- siempre estuvo predispuesta, pero “necesitamos que desde la provincia; se mande el dinero”. El Instituto de la Vivienda ya está al tanto de la situación, y con el cambio de administrador tienen la ilusión de que haya una solución. También les da una luz de esperanza la ley aprobada por el Senado en Febrero de este año: un proyecto denominado Incentivo a la Construcción Federal Argentinas y Acceso a la Vivienda, que permitirá la finalización y entrega de 55.000 casas. En efecto, sostuvo que “ojalá que en ese proyecto estemos nosotros y podamos terminar con esto, porque estamos esperando hace 20 años por una casa. Uno ya se cansa, te dan ganas de tirar la toalla, pero tenés que seguir luchando”

En cuanto a la problemática en sí, Merlo dijo que “a nivel municipal, provincial y nacional, realmente no están haciendo absolutamente nada para poder solucionar”.  De esta manera, “día a día tenemos que sostener a esas familias que van a buscar una solución para poder tener materiales o lo que necesitan para empezar a hacer algo en su casa, o para construir directamente una pieza y un baño afuera y tampoco lo tienen”. En este punto es necesaria una aclaración: tanto las familias que trabajan como las que no logran ingresar al mercado laboral no pueden acceder a una casa propia.Un caso particular entre muchos que existen es el de Débora. Se quedó sin trabajo, le aumentaron el alquiler por la pandemia y no pudo pagarlo. Así, su destino fue la calle con sus tres hijas, aunque antes estuvo en casas de amigas mientras buscaba un lugar donde vivir. Se contactó con Desarrollo Social para explicarles su situación, y “la única solución que me dieron en ese momento fue decirme que consiga un alquiler y que cuando tenga el contrato se los lleve, que me iban a tramitar un subsidio”. Pero por tres o cuatro meses. Mientras tanto, su búsqueda seguía. “Lo que hay es por inmobiliaria y es carísimo”, dijo Débora. También intentó encontrar en Sierras Bayas, ya que ahí trabajaba en ese momento y los alquileres eran relativamente más baratos. No tuvo suerte. Habló con el delegado de la localidad y tampoco obtuvo una solución. “Me mandó a hablar con la asistente social y la única respuesta que me dieron fue que me podía dar colchones o mercadería, pero en lo habitacional no porque la Municipalidad no tiene lugares”, sostuvo. 

En este sentido, enfatizó en que la respuesta del gobierno no existe: “los que realmente se tienen que ocupar no lo hacen”. Sintió mucha impotencia y angustia. Sobre todo, al ver poco a sus hijas por tener que salir a buscar alquiler. Sin embargo, cuando ya no quedaban puertas para golpear, consiguió un departamento particular que puede pagar. Empezó a hacer distintas comidas para salir a vender y con eso “voy tirando”, dice. Ahora tiene un techo donde dormir, pero afrontando dificultades: “la pieza tiene muchísima humedad y una de mis nenas empezó a tener broncoespasmos. Pero otra cosa no conseguís”. El caso sirve para graficar la situación por la que atraviesan cientos de familiares locales. 

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¿Soluciones?

Desde el Municipio se implementó en 2019 un Registro de Demanda Habitacional, en el que lxs vecinxs se pueden registrar y actualizar sus datos de acuerdo a su situación. Ante la consulta de esta Agencia informaron que el objetivo es “recolectar datos para tener información acerca de quiénes requieren viviendas en Olavarría”, y que “por el momento no hay ningún plan en marcha”.También se puede resaltar el Plan Tuvi anunciado por Ezequiel Galli en 2019 (había quedado estancado producto de la emergencia sanitaria y crisis económica), que próximamente se abrirá la licitación para la construcción de 20 viviendas en el Barrio Pickelado. “Una vez que eso pase y se analice cuál de las propuestas se ejecuta, recién ahí se abrirá un registro particular para que se inscriban quienes quieran acceder a esas Tuvi”, detallaron desde el Municipio. Se debe tener en cuenta que para inscribirse hay que cumplir con ciertos requisitos a definir de acuerdo a cómo salga la licitación. Si bien se apunta con este plan a responder –en  parte- a la demanda habitacional, es sólo el comienzo.

Se requieren políticas públicas concretas que ataquen de lleno a esta problemática. Hay muchas familias que necesitan conseguir un nuevo hogar, propio y digno. Nadie está pidiendo que se los regalen. Lo que se reclama -según Lorena Merlo- es que “haya un barrio con una cuota mínima donde todas las familias tengan el derecho de adquirir una casa propia y que la puedan pagar”.