Cambios en todas las rutinas

Cómo impacta el mundial en la vida cotidiana

El torneo de fútbol más esperado por todo el país y el mundo ya está en marcha. La larga espera de más de cuatro años finalmente terminó. El mundial llegó y trajo varios cambios en la vida cotidiana.

Tomás Kessler - Agencia Comunica

Imágenes: Gentileza Juan Derdoy

Panaderías que no dan abasto con sus producciones, lugares que venden la camisetas de la selección argentina repletos y escuelas con pocos estudiantes a la hora de los partidos. La vida cotidiana en el mundial se ve alterada porque el fútbol es el deporte que más pasiones despierta en todo el país. Todos los fines de semana se ven cómo millones de argentinos acomodan su agenda para poder disfrutar el hecho de ver jugar a su equipo. Y en esta etapa en particular, esto se multiplica en enormes cantidades. Cuando la copa del mundo está en marcha, la movilización es aún mayor y mucho más abarcativa.

Hay personas que hacen todo lo posible para poder ver todos los partidos. Otros solo miran los de la selección Argentina. Algunos hacen esto último y le suman los resúmenes de la jornada. Otro grupo solo mira los partidos “importantes”. Aquellos desinteresados por el fútbol se transforman en fanáticos. Y así pueden verse muchas más variables. Lo cierto es que durante los aproximadamente 30 días que dura el torneo, todo tipo de rutina se altera.

Estas alteraciones rutinarias alcanzan a distintos comercios, instituciones educativas y todo tipo de lugares de trabajo. Desde el furor de miles de personas para conseguir figuritas y completar el álbum de esta edición del mundial, hasta establecimientos con horarios reducidos o cambiados en base a un partido en específico, el efecto mundialista abarca todo tipo de ámbito.

Paula Ferreira, vicedirectora de la Escuela de Educación Secundaria N°2 de Sierras Bayas, comentó que "se les permite a los estudiantes retirarse para mirarlo en sus hogares y se dispone un lugar en la institución para los docentes y para aquellos estudiantes que desean quedarse a mirarlo, sin embargo, no se han realizado cambios en el horario".

Con respecto a la jornada, la vicedirectora compartió que actualmente se encuentran en "periodo de intensificación, por lo que el docente es quien decide si el estudiante debe permanecer en el aula o puede mirar el partido. Generalmente se llega a un acuerdo para que el joven no pierda la oportunidad de intensificar".

De igual manera, Maximiliano Torres, quien trabaja en “La Feria Indumentaria”, comercio de la misma localidad, expresó que “antes del mundial la venta estuvo medianamente tranquila. Lo que más se vendía eran pantalones cortos pero esto era también a causa de la primavera. Una vez que empezó el Mundial, ahí sí vendimos mucho. Me animo a decir que fue mayor que en 2018”. Y sobre qué es lo que más buscan y quienes lo hacen, explicó que los más chicos quieren tener su camiseta del mundial mientras que los más adultos se han interesado más en los pantalones largos o en remeras musculosas.

Está claro que los más chicos buscan su remera particular y quieren la de un jugador específico. Es algo claro que la camiseta más preciada es la de Lionel Messi. Todos quieren la 10 en la espalda. Sin embargo, algo que sorprendió al vendedor es que muchos piden la camiseta de jugadores que anteriormente no se habían solicitado. “Buscan mucha camiseta de Dí María, Julián Álvarez o de Dibu Martínez. Prefieren tener la de ellos y nos piden que se las traigamos”.

Asimismo, en muchos lugares de trabajo como por ejemplo oficinas administrativas y demás, se han puesto televisores con el objetivo en que los que allí trabajan puedan mirar los partidos correspondientes mientras realizan sus tareas y cumplen el horario laboral.

Por otra parte, hay un rubro que durante este torneo se vuelve de vital importancia: las panaderías. Muchas personas quieren mirar los distintos partidos disfrutando de una merienda con facturas, bizcochitos u otros productos para acompañar el mate. Pareciera que de esta forma, el mundial es más lindo de ver.

Cintia Fernández trabaja en "La colina", panadería de 30 años de antigüedad ubicada en la esquina de Urquiza y Sarmiento. Allí, para cada partido de la selección, se realiza un horario especial. "Para los días de partido abrimos una hora antes que empiece. Normalmente nosotros todos los días abrimos 7:30 pero el día del debut que fue a las 7:00, abrimos antes para que la gente pueda pasar y compre lo que busca para disfrutar el partido con el mate".

Al mismo tiempo, expresó que antes de cada partido hay movimiento y con una venta que sobresale por las demás: "Facturas y bizcochitos, sin duda es lo que más vienen a buscar y lo piden en ese orden. Creo que es porque es la combinación perfecta para acompañar con el mate".

Así es como el mundial de fútbol cambió todo tipo de rutinas. Influyó en cada ámbito y lugar posible y lo seguirá haciendo hasta que termine. El torneo más esperado por todos está en marcha, las cábalas no faltan y la cotidianeidad está modificada.