Notas

La Anmat aprobó la droga japonesa con el dengue

En la primavera la Argentina tendrá vacunas contra el dengue

En el marco del mayor brote epidemiológico de dengue en la Argentina, el cual ha dejado más de 30 muertos, el Gobierno de la Nación se encuentra a la espera de la llegada del vial del laboratorio japonés Takeda. La Doctora en Ciencias Bioquímicas y especialista en vacunas bacterianas, Daniela Hozbor, brindó detalles sobre el tema. 

Dengue

Magdalena Jaureguiberry - Agencia Comunica

10/05/2023

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de Argentina aprobó recientemente la aplicación de una vacuna contra el dengue, una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Todo esto sucede en medio del brote epidémico que más ha afectado al país en los últimos años. 

El vial del laboratorio japonés ya había sido aprobado en distintos territorios, tales como Indonesia (2019), Unión Europea (2022) y Reino Unido (2023) y en Argentina podría llegar a aplicarse en primavera. 

La vacuna japonesa que combate el dengue 

La ANMAT permitió el uso de la vacuna TAK-003- conocida como Q-denga, la cual es producida por el laboratorio japonés Takeda. La misma está destinada a todas las personas mayores de 4 años que hayan tenido o no la enfermedad. 

Según precisó la doctora Daniela Hozbor, especialista en vacunas bacterianas, “la sustancia que compone la vacuna se basa en  el virus del dengue 2, al que se añade ADN de los otros tres serotipos, de manera tal de proteger contra cualquiera de los cuatro tipos de dengue”. 

La forma de administración de la vacuna va a ser en dos dosis que deben ser aplicadas en un intervalo de tres meses. Esta herramienta de inmunización está contraindicada en embarazadas, en mujeres que se encuentran en período de lactancia y en aquellos individuos inmunocomprometidos o inmunodeprimidos. 

Hozbor destacó el hecho de que el principal mecanismo de acción de Q-denga consiste en la reaplicación del virus sin producir enfermedad “ya que está atenuado y en la inducción de una respuesta inmune humoral y celular contra los 4 serotipos del virus del dengue”. 

Pruebas de la eficacia de la TAK-003-

El laboratorio realizó un estudio el cual incluyó a  20.099 niños de entre 4 y 16 años aleatorizados para recibir Q-denga o placebo, sin discriminar el hecho de si ya habían contraído dengue anteriormente. 

Daniela Hozbor afirmó que los resultados dieron a conocer que, en aquellos que recibieron la vacuna se produjo una reducción del 80% en el número de casos de fiebre causada por la infección por dengue confirmada (61 casos en 12.700 niños) en comparación con aquellos que recibieron el placebo (149 casos en 6.316 niños).

“La TAK-003-  logró  reducir la hospitalización en sujetos infectados de dengue en un 90%”. En los 18 meses posteriores a la segunda inyección, el 0,1% (13 de 12.700) de los niños que recibieron la vacuna fueron hospitalizados por dengue confirmado, en comparación con el 1,0% (66 de 6.316) de los niños que recibieron el placebo. 

Desde el laboratorio Takeda aseguran que el programa clínico completo estuvo compuesto por 19 estudios contando los que ya se han completado y los que siguen en curso. Esto representa el relevamiento más grande jamás realizado por el laboratorio para un producto farmacéutico en sus dos siglos y medio de historia.

No hay dudas de que esta vacuna representa una nueva herramienta que se suma a las medidas de prevención ya existentes. En este punto, empero, es importante remarcar que la vacunación no es ni debe ser la única estrategia de prevención.

Para combatir el brote actual ¿sirve la vacuna japonesa?

En su diálogo con Radio Universidad la Doctora Hozbor dió aviso que la vacuna TAK-003- no podrá ser aplicada en el país hasta, aproximadamente, la primavera del corriente año, por lo que no servirá para enfrentar el actual brote. Por lo que ella afirmó que hoy en día “la mejor estrategia de prevención sigue siendo la participación conjunta de la comunidad en relación al control y eliminación de criaderos de mosquitos transmisores del virus del dengue, en evitar picaduras de mosquitos y en uso de repelentes, espirales, mosquiteros, etc”.

Un punto a tener muy presente es que estas medidas son de mayor alcance puesto que el mismo mosquito Aedes aegypti es capaz de transmitir otros virus como el zika y el chikungunya, enfermedades para las cuales aún no se cuenta con vacunas.

De este modo, Daniela Hozbor reafirma lo dicho por el Ministerio de Salud de la Nación, y expresa que “es necesario continuar fortaleciendo la estrategia de gestión integrada que ha sido implementada en América Latina por la Organización Panamericana de la Salud (EGI-Dengue), abordando la vigilancia epidemiológica, la promoción de políticas ambientales para control del dengue, la gestión integrada del control vectorial, el cuidado del paciente, el establecimiento de una red de laboratorios virológicos, y la comunicación social para el cambio conductual”. 

En definitiva, por más que la vacuna implique un gran avance en este brote epidémico y sea una muy buena herramienta para combatir el dengue, es importante que sigamos cuidándonos entre todos para disminuir la propagación de esta enfermedad viral que ya acabó con la vida de más de 30 argentinos.