Notas

Zum/ Violencia en las escuelas

Los representantes estudiantiles creen que el diálogo evita las agresiones

Docentes y autoridades manifestaron públicamente su preocupación por diversos sucesos violentos registrados dentro y fuera de las aulas pero ¿Qué opinan quienes representan a los alumnos?

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Los jóvenes publican sus emociones y vivencias a través de las redes sociales y en videos on line con naturalidad pero esa exposición algunas veces da lugar a agresiones verbales, escritas o físicas por parte de otros. En los últimos meses se registraron distintos hechos violentos en las salidas de algunas escuelas y algunos fueron grabados en videos que se colgaron luego en Internet. Algunos docentes preocupados conformaron el grupo Docentes Autoconvocados y más tarde se sumaron al debate las autoridades locales; expusieron en los medios sus preocupaciones y exigieron una solución conjunta aunque poco se oyó la voz de los estudiantes. La Agencia ZUM salió a buscarla en la Federación de Estudiantes Secundarios de Olavarría (FESO) y en las asociaciones estudiantiles de algunas escuelas.

"Nuestra vida se refleja en una red social y es ahí donde expresamos nuestros sentimientos. Creemos que a los chicos no les importa que trasciendan las peleas porque no tienen privacidad y les da lo mismo quedar bien o mal", explica Antonella Attadía una de los integrantes de la Federación de Estudiantes Secundarios de Olavarría (FESO). "Las peleas fuera de la escuela son algo que pasó siempre pero como ahora los chicos se filman y los suben para mostrarse de manera inconsciente los medios lo masifican. No nos parece bien que los medios tomen esos videos y los pongan en una nota", critica la joven en clara alusión a la publicación de varios videos por parte de un medio digital local.

Los delegados estudiantiles de las escuelas coinciden en que la violencia no es únicamente escolar sino social y que el hecho de que se suban videos a las redes virtuales masifica una pelea de las tantas que "siempre ocurrieron". En la vereda de una escuela céntrica se pelearon dos chicas hace unos meses y fueron filmadas por compañeros que luego subieron el video —que ya fue bloqueado por Youtube—a una red social. Pero para Bernardo, delegado de 6º año de ese colegio, "no fue nada grave, duró unos minutos" y añade que "las peleas se suben, les encanta filmar y hacer fama de eso".

El Acuerdo Institucional de Convivencia (AIC) de ese colegio, según Bernardo, establece que los directivos deben apoyar a las personas para resolver los conflictos que se produzcan dentro y fuera de la escuela. "No sé qué se ha hecho ahora, no estoy enterado pero deben ocuparse los directivos de lo que sucedió", opina.

Nicolás, el delegado de la Asociación Estudiantil de la Escuela Técnica Nº 2 "Luciano Fortabat" (ex Industrial) explica que la realidad de ese establecimiento muestra que los casos la violencia física se desarrollan fuera de la escuela y observa que son los casos de violencia verbal los que están apareciendo con mayor frecuencia. Él explica que, como integrante de la Asociación Estudiantil, escucha y habla con los demás jóvenes pero que luego "se derivan al Equipo Orientador", integrado por profesionales que trabajan con los chicos individual y grupalmente.

Los estudiantes de la EES Nº 6 (ex Nacional) creen que tienen una "imagen fea" como institución escolar aunque, según argumentan los alumnos del último año, "no es la verdadera realidad". Generalmente "cuando hubo peleas estuvo el preceptor o la directora tratando de evitar mayores conflictos", aclara la delegada en relación a las peleas que se dieron fuera de la escuela a comienzos de este año.

La EES Nº 6 tiene una Asociación Estudiantil activa como la de la ex Industrial. "A comienzos de año hubo una revolución grande en un recreo por la angustia de un chico. Como Asociación mediamos entre el alumno y el Equipo Orientador que acompañó a este chico para darle una solución", rescata la delegada de 6º año.

Los testimonios refieren una y otra vez a la mediación de la palabra como salida al conflicto y aunque el diálogo puede no ser una solución infalible, los estudiantes lo ven como el principio, al menos, de una futura disolución de la violencia. / AZ - FACSO

"Donde hay silencio, la violencia irrumpe"

"Las situaciones conflictivas suelen venir de afuera de la escuela y es ahí donde los chicos no median la palabra y se pelean. Donde hay silencio y no hay palabra en el medio, la violencia irrumpe", advierte Nancy Sánchez, trabajadora Social del Equipo Distrital de Infancia y Adolescencia (EDIA), que depende de la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social. El equipo interviene en las escuelas del Distrito a partir de talleres y mesas de participación tratando temáticas en la prevención de la violencia o situaciones entre los jóvenes fomentando el diálogo.

"A veces los jóvenes no son conscientes del impacto de las redes sociales. Se enojan con alguien y lo ponen en la red social sin medir lo que puede ocasionar a los demás" subraya Sánchez en relación a la filmación de las peleas que se sucedieron en las inmediaciones escolares.

Un aporte teórico sobre la violencia entre "nosotros" y "ellos"

Carina Kaplan es doctora en Educación por la Universidad de Buenos Aires y como investigadora del CONICET trabajó especialmente sobre la relación entre jóvenes, desigualdad, violencia y escuela. En su trabajo de investigación "Jóvenes en turbulencia. Miradas críticas contra la criminalización", Kaplan advierte que "las violencias en la escuela no son un correlato mecánico de la violencia social, aunque es allí donde se originan y cobran su sentido más hondo". Ella y su equipo obtuvieron algunos testimonios de jóvenes estudiantes secundarios que "dan cuenta de cómo ellos perciben, clasifican y califican a sus coetáneos, los denominados 'jóvenes violentos' y a los 'alumnos violentos' a partir de indicios o emergentes tales como: 'me miró mal', 'se viste como villero', 'tiene mala junta', 'parece chorro'. Estas clasificaciones tienen por detrás distinciones entre un 'nosotros' -incluidos, aceptados- y un 'ellos' -excluidos, rechazados-. Se va configurando así un juego de imágenes y auto-imágenes donde unos grupos se sienten superiores y con capacidad de minimizar a los otros que muchas veces se auto-excluyen. Estos modos de clasificación son sociales antes que escolares; remiten a modos de distinción social que se correlacionan con el tipo de sociedades en las que existimos y con la taxonomización sobre los individuos y grupos con quienes convivimos". Kaplan pone el acento en la interpretación que puede hacerse sobre el problema y sus razonamientos invitan a pensar salidas que tengan en cuenta la voz de los adolescentes. "La violencia opera como una señal para ser mirado, identificado, visibilizado o como búsqueda del reconocimiento y respeto de los otros, en particular por parte de los pares. Lo que parece estar en juego es la búsqueda del respeto por parte de los adolescentes y jóvenes. Ni más ni menos que el respeto... o un grito desesperado y esperanzado por mostrar que están ahí"./AC- FACSO