Unas 70 familias vulnerables son contenidas por Red Solidaria

Graciela en su nueva casa /Foto: AC- FACSO

El movimiento social asiste en Olavarría a numerosos hogares a los que llegó para cubrir necesidades básicas. Consejos, trámites para obtener la asistencia del Estado y hasta una palabra de aliento resultaron ser las ayudas imprevistas pero las más valoradas

Una mesa, dos sillas, una cama y una salamandra humeante ocupan la cocina de la humilde casa de Isabel Aguirre, de 48 años, y sus nueve hijos, ubicada en barraca Fátima, pasando la rural. Ella está cansada y su cuerpo degastado es el producto de los vaivenes de una vida trabajosa que se refleja en su mirada triste, y en el cristal que se convierten sus ojos al recordar cada detalle de la lucha incansable en la que devino su propia historia.

La de Isabel es tan solo una de las 70 historias que atraviesa la ayuda familiar de Red Solidaria en Olavarría. Hace ocho meses que, con sus últimas esperanzas, se contactó con el grupo. "Me acerqué a la Red en un momento de desesperación, no teníamos trabajo, ni para comer, no teníamos para calentarnos, no teníamos sillas, colchones ni camas, no teníamos mesa, nada", detalla con crudeza y llorando.

Los pocos muebles que tiene ahora en su casa y las comidas que sirve en su mesa son el resultado de la colaboración de esa organización. Isabel padece dos enfermedades que la obligaron a dejar de trabajar, cobra la pensión "madre de siete hijos" (de 1200 pesos) con la que debe ingeniárselas para sobrevivir. Ella solo anhela un provenir mejor para sus hijos. Desde que recibe apoyo, volvió a sentir esperanza. Ahora espera encontrar un lugar mejor para vivir. Los colaboradores de Red Solidaria "están en todo momento, no solo para ayudar a cubrir las necesidades que uno tiene todos los días sino también para dar consejos o una palabra de aliento. Ellos me levantan el ánimo", destaca Isabel.

Graciela Roldán, de 32 años, es vendedora ambulante desde los cuatro años. Eso y la pensión que cobra por sus nueve hijos son su sustento. Vive con su familia en una modesta casa que construyó junto a su pareja en el barrio Villa Magdalena. Ella también vivió momentos angustiosos en su vida, pero el más duro pasó hace un año cuando todavía estaba lejos la posibilidad de edificar su vivienda y tuvo que dormir junto a sus hijos en la Terminal de Ómnibus. De allí fue desalojada y trasladada, junto a su familia, a una quinta en las afueras de la ciudad pero al poco tiempo también tuvo que irse. Fue entonces cuando una conocida le habló de Red Solidaria. "Ellos vieron que yo estaba mal y no me dejaron tirada. Ayudaron a que la municipalidad me diera este terreno y los materiales para construir", recuerda agradecida.

Hoy Red Solidaria sigue ayudando a su familia con alimentos y con las gestiones para ampliar su casa de un solo ambiente.

En una situación similar se encuentra Andrea Vásquez, de 31 años. Vive junto a sus cinco hijos, una nuera y dos nietos en una casa de una sola habitación, en el barrio Trabajadores. Su vivienda fue edificada por la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) y ella colaboró como ayudante de albañil. Se formó para asistir ancianos y trabajó con ellos los últimos años pero está desempleada desde hace medio año.

Andrea se contactó con Red Solidaria hace dos meses, a través de una vecina. "Recibí una respuesta inmediata. Me traen comida para los chicos y me trajeron una cama y un colchón para uno de mis hijos que está enfermo", cuenta satisfecha. Ahora necesita terminar el techo de una habitación y los colaboradores de la Red la están ayudando a conseguir los materiales.

Dora padece una enfermedad crónica y lo que más necesita, dice, es contención afectiva. /Foto: Ac- FACSO

Las historias de Dora Trstenjak, de 45 años, y Karina Segura, de 41, tienen un factor común: ambas padecen enfermedades crónicas y necesitan mucha contención afectiva. Además de mercadería y ropa para sus hijos, Red Solidaria les brinda una calidez familiar desde el día en que se conocieron.

Dora vive con sus siete hijos y cobra una pensión por ellos pero, según cuenta, no le es suficiente. Es celíaca y los alimentos que necesita son más costosos. Ella quiere con ganas acceder a ellos pero se le quiebra la voz al admitir que está muy lejos de alcanzar los recursos necesarios para tratarse. Red Solidaria colabora con ella desde hace ocho meses llevándole los alimentos especiales y ayudándola a tramitar el carnet por discapacidad. "Ellos son un ejemplo. Nunca vi gente que trabajara tanto para los que estamos caídos, porque no es que ellos me traen a mí solamente y se van a la casa, yo sé que se van de acá y siguen trabajando, como lo hacen conmigo lo hacen con miles de personas", valora Dora emocionada.

Karina es tiene cáncer y se contactó con la organización buscando alguien que la acompañara a afrontar su situación. Por su enfermedad tuvo que dejar de trabajar y no pudo terminar la casa en la que planeaba vivir con sus tres hijos. Red Solidaria le provee alimentos y la está ayudando a finalizar su vivienda. "Valoro la preocupación por saber cómo estoy, porque aunque no me traigan nada están conmigo y me acompañan en este momento tan difícil que estoy viviendo; me dan fuerzas", rescata Karina con una sonrisa.

Isabel, Andrea, Graciela, Dora y Karina son apenas cinco casos testigos del trabajo comunitario que realiza Red Solidaria en Olavarría. Ellas se enteraron de que el grupo existía por el "boca en boca" o la recomendación de algún vecino y el valor que les está significando esa ayuda la experimentan en directo.

En Olavarría la vulnerabilidad social afecta a un 18% de la población

La población socialmente vulnerable asistida por la municipalidad de Olavarría, a través de sus sistemas de Salud Pública y Desarrollo Social, alcanza un 18,9%, según un informe oficial de 2010. Se trata de unos 6.175 hogares; unas 21.120 personas.

Tal como las protagonistas de estas historias, las mujeres jóvenes —de entre 13 y 25 años—son, según el estudio, las más perjudicadas: representan a más del 50% de la población socialmente vulnerable. Y los niños, niñas y adolescentes de 0 a 18 años –el 29,8% de total de la población de esa edad- y los y las jóvenes de 19 a 25 años –un 27,7%- son, según el informe, los más afectados./AC-FACSO