Notas

Una iniciativa social fue premiada por transformar positivamente un contexto rural

Promueven la integración y la participación de la mujer en el campo

La asociación civil Azul Solidario fomenta y desarrolla, a través de ProMeCer, el vínculo con la comunidad rural en el Partido de Azul. Trabajan sobre la educación, la salud, el medioambiente y la mujer rural. Bajo este último eje se lograron ampliar los espacios y roles de las mujeres, quienes ya producen y comercializan sus propios productos

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Hiladoras de Paraje Shaw trabajando en la capilla cercana a la Escuela Nº57 / Foto: Gentileza Verónica Torassa.

Una mujer sola en su casa, lejos de las demás mujeres, en pleno campo. El día transcurre entre tareas domésticas y rurales. Lleva a sus hijos a la escuela y los espera en la puerta durante las cinco horas que dura la jornada. Es demasiado lejos para ir y volver. Hacer el trayecto a caballo y los caminos de tierra en mal estado no facilitan la actividad. Pero ellas siguen allí.

Escenas como éstas y otras similares fueron las que observaron la socióloga Verónica Torassa y los integrantes del Proyecto Mejoremos juntos la Calidad de nuestra Educación Rural (ProMeCer), que forma parte de la asociación civil Azul Solidario. "Me pareció que era un tiempo perdido y sugerí que podían aprender algo. Se propuso trabajar con hilado artesanal para después enseñarles telar aborigen y de mesa. Comenzamos con un grupo reducido y hoy hay más de 40 mujeres", destaca Torassa, presidente del Proyecto.

El papel de la mujer rural ha estado limitado generalmente a tareas prefijadas como acompañar al hombre y cuidar de los hijos e hijas, sin demasiada autonomía y con escasas posibilidades para encontrar formas de integración. El Partido de Azul no escapaba a esto ni a otros problemas que profundizaban las carencias del sector rural. Azul Solidario creó, para eso en 2005, el ProMeCer, que busca cubrir las necesidades más acentuadas de la zona como el Paraje La Colorada, Shaw y Arroyo de los Huesos, entre otros.

La propuesta propició la unión entre las mujeres y puso en debate parte del mandato patriarcal que existió históricamente. "A partir de los talleres encontraron un lugar de reunión para un proyecto en común. Una de las cosas más importantes es la sociabilización entre ellas, el compañerismo", valora Marisa Martins, una de las encargadas del taller de hilados.

La cantidad de participantes y la producción constante llevó a que cada hiladora venda sus propios productos para dar a conocer sus creaciones y conseguir una fuente de ingreso. "Las mujeres adquirieron un nuevo rol en el grupo familiar ya que a partir del emprendimiento pueden ayudar económicamente. Eso fue un gran cambio en la visión de los demás para con los talleres", revela Martins.

El crecimiento constante del taller de hilados alcanzó nuevos objetivos incluso a nivel nacional. "En 2008 la Fundación Noble conoció el proyecto y nos ofreció gratuitamente un stand en la feria 'Caminos y Sabores'. Eso significó que este grupo de mujeres visitara Buenos Aires por primera vez. Para ellas fue una experiencia increíble mostrar lo que hacían y se comprometieron aún más con el proyecto", valora Torassa. En la edición de 2012 viajaron por quinto año consecutivo y mostraron, cada vez más orgullosas, la producción de obras propias. Caminos y Sabores es una de las ferias argentinas más importantes de alimentos regionales, artesanías y turismo que se realiza todos los años en La Rural, en la ciudad de Buenos Aires.

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Torassa y una hiladora de la Escuela Nº33
de Paraje Arroyo de los Huesos /
Foto: Gentileza Verónica Torassa.

Un reconocimiento a la acción social

Verónica Torassa recibió, a fines de 2011, el galardón como emprendedora social en Argentina por parte de la Fundación Ashoka, creada en 1981 y con más 3.000 integrantes de 70 países en la actualidad. Esta asociación civil, financiada con donaciones privadas, impulsa las ideas más innovadoras de transformación social y apoya a los emprendedores sociales a poner en marcha sus proyectos.

El reconocimiento al trabajo sostenido durante años acrecentó su responsabilidad para con el proyecto y las personas que lo componen. "Nuestra misión es crear, articular y fortalecer redes de gestiones pública/privada abiertas y flexibles en las que cada uno aporta recursos para llegar a la calidad de vida y desarrollo integral de los parajes rurales de Azul cubriendo los cuatro ejes fundamentales: educación, salud, medioambiente y mujer rural", explica Torassa.

El proyecto tuvo como objetivo inicial borrar las desigualdades que el sector rural presentaba en el plano educativo en comparación con las escuelas urbanas. De 32 establecimientos rurales del Partido sólo cinco tenían todas las asignaturas ya que el Ministerio de Educación Bonaerense establece que solamente aquellas escuelas que tengan más de 15 alumnos pueden educarse en inglés, plástica o música. La decisión tomada fue nuclear cuatro escuelas, en ocho zonas, un día a la semana para que el número de alumnos les permitiera contar con materias históricamente relegadas.

La importancia del área salud

Otro eje relevante de ProMeCer es el que refiere a la salud, con el que logran una equidad en el acceso de los niños y niñas a la atención sanitaria. Mediante charlas de concientización y controles semestrales y anuales, el equipo desarrolla su labor en las escuelas de la zona. "Al principio había desconfianza. Luego la gente comenzó a acercarse con ganas de recibir consejos", detalla Diana Czerniecki, encargada de Odontopediatría. El centrarse en la comunicación sobre los cuidados diarios, la importancia de asistir a un centro hospitalario para llevar adelante chequeos, logró un cambio de actitud en las familias. "La gente desconocía todo eso. Notamos, antes de arrancar, un gran abandono para con esta gente. Mediante distintas estrategias y acciones, pudimos empezar a cubrir aspectos fundamentales para cualquier persona", valora Czerniecki.

ProMeCer propone el trabajo en red para transformar el círculo vicioso de desigualdad, resignación, apatía, aislamiento, en círculo virtuoso de crecimiento, capacidad de superación progresiva, fortalecimiento del sentimiento de pertenencia y revalorización del patrimonio cultural. La continuidad del proyecto es el objetivo de todos sus integrantes. Afianzar el contacto con las familias rurales y sostener un ambiente que invita a aprender, crecer y soñar con un lugar mejor./AC-FACSO