Notas

El desafío de las luchas comunes por la igualdad tras 30 años de democracia

Se celebró el primer congreso de la Comisión Provincial por la Memoria

Docentes, referentes de organismos de Derechos Humanos, de organizaciones sociales, civiles, sindicales y estudiantes de toda la provincia de Buenos Aires participaron de conferencias y talleres en los que se debatió y diagnosticó la situación cotidiana de los DDHH en numerosas localidades bonaerenses

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Martín Gras, Hugo Cañón y Atilio Borón en la mesa
debate "A 30 años, los desafíos de la democracia 
en las luchas por la igualdad"./Foto: AC-FACSO

En los pasillos del Pasaje Dardo Rocha, en la ciudad de La Plata, mientras esperaban para acreditarse, docentes, militantes, referentes barriales, periodistas comentaron el estado de situación respecto a los Derechos Humanos en las ciudades y localidades de las que provienen. La necesidad de denunciar públicamente los abusos no pudo esperar. En el intercambio apresurado, se entrevieron violencias, algunas ocultas, otras naturalizadas, todas comunes.

La apertura del encuentro —que se celebró el 8 y 9 de marzo— estuvo a cargo del abogado Hugo Cañón, co-presidente de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), quien en sus primeras declaraciones dejó en claro que uno de los objetivos principales del congreso era “articular las batallas por la igualdad, que son las batallas por los Derechos Humanos”. Cañón aclaró que “es necesario ampliar, juntar las manos para, en conjunto, trabajar la realidad del territorio de la provincia de Buenos Aires. Para afrontar lo que tiene que ver con las violaciones de los DDHH hoy, vinculados con la historia de la dictadura y el neoliberalismo de los ‘90. Una instaló miedos, la otra el individualismo y el ‘sálvese quien pueda’, y poco a poco estamos recorriendo un camino de confluencia”.

La igualdad solo puede conseguirse, según la CPM, por el camino de la distribución de la riqueza, al que se podrá acceder si se disminuye la concentración del poder económico. “Después de 30 años de democracia, el poder es más concentrado que en otros tiempos, y eso significa que unos pocos tienen las máximas ganancias, a costa de las grandes mayorías. Hay que revertirlo con reclamos, con participación popular, unificando nuestro accionar y para esto hay que romper el mecanismo de control social que tiene el Estado a través de sus servicios penitenciarios y policiales, que son la estructura formal del control social para mantener un orden”.

Para Cañón, la política neoliberal de los ‘90 se efectuó “a costa de los sectores populares, que pasaron a ser los sectores ‘marginados’, que están llamados a ser exterminados, a ser perseguidos y a ser configurados como ‘nuevo enemigo’. En la Edad Media fueron las brujas, en otra época fueron los comunistas, los subversivos. Ahora el peligroso es el joven, ‘el villero’, ‘el morocho’, el no laburante”. Ese joven que aparece en el discurso de muchas docentes de la provincia como el perseguido por la Policía por andar con visera por ‘el centro’, el que tiene hijos a los 14 o 15 años, está desempleado y no tiene ningún proyecto de vida. O para otros, el extremadamente conflictivo que para apaciguarlo las autoridades educativas convocan livianamente a la Policía para que aposte un patrullero frente a la escuela”. Realidad naturalizada que, según los testimonios, se repite en ciudades tan distantes como Mar del Plata, Tigre, Pergamino, Bahía Blanca y Olavarría.

Capitalismo en crisis; violencia creciente

En la mesa debate “A 30 años, desafíos de la democracia en las luchas por la igualdad”, Atilio Borón, sociólogo y politólogo, y Martín Gras, docente, analizaron el contexto económico mundial como factor determinante para la violación de los derechos humanos.

“El capitalismo genera desigualdad, que se reproduce en todo el mundo. Para medir este fenómeno existe un índice de polarización. Cuánto gana el 10% más rico y cuánto gana el 10% más pobre. En este momento estamos 27 a 1. Contra eso ya las sociedades más desiguales tienen más potencial de rebelión y de conflicto social”, expuso Borón. Cuando latinoamericanos, europeos norafricanos o estadounidenses salen al espacio público a reclamar por sus derechos, la respuesta es, según el sociólogo, la represión. Gras agregó que “el único índice social que coincide con el ascenso y descenso de la delincuencia, es e índice de la distribución del Producto Bruto Interno”. 

En esa misma línea y apelando a la memoria para entender el presente, Gras explicó que “lo que pasó en el ‘76, no fue que se juntaron ‘los chicos malos’ un día y salieron a secuestrar a chicos que luchaban por el boleto estudiantil. Salieron a terminar de una vez con un pueblo que tenía una persistente idea de participación, un pueblo rebelde, incontrolable”.

Gras aportó una mirada amplia sobre los Derechos Humanos. “Son el derecho a tener derechos”, resume. “Es un derecho de la especie y por eso puede exigirlo. Sin importar que esté legitimado, que haya o no leyes, el derecho existe. Los Derechos Humanos son construcciones de poder, construcciones políticas que establecen las relaciones de fuerza y se desarrollan básicamente en las concepciones culturales”. Bajo esa mirada, queda el abandono de derechos que sufren las poblaciones carcelarias o los niños, niñas o adolescentes judicializados, cuando se les niega el derecho a la salud, a una vida digna, a la educación y al trabajo. Situaciones que son denunciadas en reiteradas ocasiones por estudiantes universitarios que participan en programas de educación en contexto de encierro, y puestas de manifiesto en los informes del Comité contra la Tortura de la CPM. 

La desigualdad como principal causa de la vulneración de los Derechos Humanos fue el eje del encuentro. El secretario ejecutivo de la CPM, Alejandro Mosquera, volvió sobre ese punto en la segunda jornada. “La plena vigencia de los Derechos Humanos no es posible si no se remueven las estructuras culturales, sociales y económicas que permiten la desigualdad. Desigualdad que por supuesto es económica, que tiene que ver con la distribución de la riqueza, con la pobreza, pero también con la asignación de recursos, con el conocimiento, con la cultura, con la educación”.

Campañas para evidenciar “la ausencia del Estado frente la vulneración de los derechos”

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 Unas 500 personas asistieron al congreso
celebrado en La Plata. /Foto: AC-FACSO

Para trabajar en la desnaturalización y visibilización de las violencias y la desigualdad, los asistentes al congreso acordaron lanzar dos campañas de bien público de alcance provincial, y poner en marcha, por parte de la RED-CPM, su propia Agencia de Noticias, con la que colaborarán Comunica y Zum, para comenzar a aunar voluntades en las luchas por los Derechos Humanos.

“30 años de democracia. Tortura nunca más”, es una de ellas. Tiene como objetivo “producir acciones conjuntas que permitan desnaturalizar, denunciar y frenar esas prácticas (la tortura sistemática) que generalmente recaen sobre los sectores más empobrecidos”, según se acordó con la CPM. El lema entiende la tortura como prácticas sistemáticas de las fuerzas de seguridad, dispositivo de control social y “mecanismo político de gobierno de poblaciones”.

Carlos Cajade, por los derechos de los pibes”, es la segunda. “Está orientada a producir debates que permitan visibilizar la ausencia del Estado frente la vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, reclamando una efectiva aplicación de la ley provincial 13.298”. Algunas ideas fuerza de la campaña se basan en que “cuando el Estado está ausente ese espacio lo ocupan la trata, el tráfico o la violencia” y en que “inseguridad es una niñez abandonada”.

Al finalizar el encuentro, quedaron establecidos los canales de comunicación y las ideas puente para profundizar el trabajo en red. Se mostró lo que no se quiere ver para evitar su naturalización. Se reconstruyeron las cartografías de las violencias y la desigualdad en la Provincia, donde la violencia institucional quedó en evidencia a través de cientos de denuncias que se hicieron públicas en los espacios de debate. Fue el primer congreso en busca de una lucha común en toda la Provincia bajo un paradigma de igualdad y a favor de los sectores populares. / AC-FACSO