Notas

Recomendaciones para una comunicación con perspectiva de género

La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) junto a la Facultad de Ciencias Sociales de la Unicén (Facso) aportan una serie de herramientas para que los y las periodistas trabajen con una mayor perspectiva de género

diarios
Los medios, según los informes, no respetan
la legislación que protege la diversidad sexual,
a las mujeres y a la infancia. / Foto: Gentileza
Seminario "Género, comunicación
y Derechos Humanos".

"Género, Comunicación y Derechos Humanos". Así se denominó la serie de capacitaciones destinadas a periodistas con el objetivo de ofrecer herramientas prácticas para ejercer un periodismo más respetuoso para con la diversidad sexual, el lenguaje no sexista, el tratamiento del VIH y el abordaje de la infancia y la adolescencia. Los encuentros fueron organizados por la AFSCA y la Facso con la coordinación de la Licenciada Patricia Pérez. Las disertaciones estuvieron a cargo de Griselda Astudillo, Florencia Magnaterra, Andrea Rossetti, Carla Gorlero, Mayra Salazar y Luis Scipioni. Las Agencias Comunica y Zum participaron de las capacitaciones y ponen a disposición de todos las y los periodistas e interesadas/os los siguientes conceptos y herramientas para ayudar a otros y otras periodistas a desarrollar una comunicación más plural y respetuosa.

Lenguaje sexista: aquel que oculta, infravalora, subordina y/o excluye a las mujeres.

Lenguaje no sexista: implica el uso igualitario del lenguaje que, de forma consciente, pretende fomentar una imagen equitativa y no estereotipada de las personas a las que se dirige o refiere.

Al referirse a personas, protagonistas de las noticias, fuentes, especialistas, etc se aconseja distinguir por género. Por ejemplo: "las y los concejales"; "los niños y niñas", "celíacos y celíacas"; "la travesti"; "ingeniero e ingeniera", "Doctora y doctor", "la presidente y el presidente", etc.

Recursos en la web para la construcción de noticias desde una perspectiva no sexista

Glosario diverso

Sexualidad: Se refiere al erotismo, al deseo, al placer, al afecto, e incluye cuestiones vinculadas a la salud y a la reproducción. Es un concepto dinámico que varía de acuerdo al contexto social y al período histórico, siempre sujeto a debates y a disputas políticas.

Orientación Sexual: Es la capacidad de cada persona de tener una profunda atracción emocional, afectiva o sexual por otra, sin importar el sexo o el género. Son tres: homosexualidad, heterosexualidad y bisexualidad.

Identidad de Género: Es una experiencia interna e individual del género de cada persona que puede o no corresponder al sexo asignado al momento de nacer; es la percepción que cada persona tiene de sí.

Travesti: Persona a la cual le fue asignada una identificación sexual masculina al nacer pero que construye su identidad de género según diferentes expresiones de femineidad incluyendo en muchos casos modificaciones del cuerpo como siliconas, prótesis.

Transgénero: Persona cuya identidad de género no se corresponde con el género asignado al nacer sin que esto implique la necesidad de cirugías de reasignación u otras operaciones de modificación corporal. En algunos de los casos no se identifican con ninguno de los géneros convencionales (masculino/femenino).

Transexual: Es la persona que construye una identidad de género diferente a la que le fue asignada en su nacimiento, en muchas oportunidades requieren para la construcción corporal de su identidad tratamientos hormonales y/o quirúrgicos incluyendo intervenciones de reconstrucción genital.

Intersex: Persona cuyo cuerpo sexuado no encuadra dentro de los estándares sexuales masculinos ni femeninos que constituyen la diferencia sexual promedio. Tradicionalmente se ha utilizado el término "hermafrodita", hoy desaconsejado.

GLTTTBI: Sigla que refiere a Gays, Lesbianas, Travestis, Transexuales, Transgénero, Bisexuales, Intersex

Violencia de género

Las mujeres protagonizan el 24% de las noticias mientras que los hombres lo hacen en el 76%. Las mujeres aparecen ocupándose de las tareas domésticas en el 72% de los casos y aparecen como expertas solo en el 20% de las notas mientras que los varones en el 80%. Los datos se desprenden de un informe de la Asociación para las Comunicaciones Cristianas (WACC) y el Proyecto Monitoreo Global de Medios, de 2010.

En la sección de Política y Gobierno: en el 18% de los ejemplos hay presencia de mujeres, en Argentina el indicador es del 40%. Influiría sobre estos mejores indicadores nacionales la presencia de una presidenta mujer, la alta representación femenina en el Poder Ejecutivo (30%) y la Ley de Cupo que elevó la presencia parlamentaria de mujeres al 40% en la década del '90.

En la cobertura sobre hechos de violencia hacia las mujeres, suele ponerse el énfasis sobre la vida privada de las víctimas y no en la criminalidad del hecho. Se utilizan diminutivos y palabras peyorativas. Los varones tienen centralidad en estas noticias, aun siendo las mujeres las víctimas. Apenas el 2% de las noticias consideraron la violencia de género como una vulneración de los derechos de las mujeres.

La imagen de las mujeres está asociada a las labores domésticas en el 90,2% de los casos. En el 100% de los avisos de automotores la mujer es considerada objeto sexual. En casi el 80% de los casos, la voz masculina garantiza la calidad del producto.

Tratamiento del VIH y Derechos Humanos

El VIH está relacionado con la sexualidad por lo que es necesario aclarar que tanto ese tipo de virus como el sida no constituyen una cuestión ligada estrictamente a problemáticas de salud, sino que también tienen un importante componente político y social tanto en la prevención como en el tratamiento. Esto pone al descubierto procesos de vulnerabilidad relacionados con la clase, el género, la edad (entre otros) que responden a modelos político-económicos que intensifican la desigualdad y carecen de políticas de salud inclusivas. Los mayores obstáculos para tratar el VIH y el SIDA (prevención, tratamiento y asistencia, adecuados) son el desconocimiento, el estigma y la discriminación que se intensifican de acuerdo a las posibilidades económicas y sociales y al modelo político-social de cada país/región.

Diferencias entre VIH y sida

Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Virus: Organismo muy pequeño (no lo podemos ver a simple vista) que se reproduce e invade las células del cuerpo. Inmunodeficiencia: Debilitamiento (deficiencia) de las defensas de nuestro cuerpo que constituyen el sistema inmunológico. Humana: Es un virus que sólo se transmite entre personas.

Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Es la etapa avanzada de la infección causada por el VIH. Síndrome: Conjunto de signos y síntomas. Inmuno: De las defensas.Deficiencia: Debilitamiento (deficiencia) de las defensas de nuestro cuerpo (llamadas sistema inmunológico). Adquirida: No genética.

El SIDA es la etapa avanzada de la infección causada por el VIH. Tener SIDA no es lo mismo que tener VIH. Una persona tiene SIDA cuando el VIH ha debilitado las defensas del cuerpo (sistema inmunológico). Esta situación lo predispone a desarrollar enfermedades oportunistas (infecciones o tumores). Se las llama así porque aparecen "aprovechando" la caída de las defensas.

La Ley Nacional Nº 23.798 de Sida garantiza la atención y el tratamiento en hospitales públicos de manera gratuita, y, sin costo adicional, en obras sociales o prepagas.

Como periodistas, elegir las palabras para hablar o escribir sobre el VIH puede marcar la diferencia entre prevenir el incremento de la pandemia o alimentar el rechazo hacia las personas con el virus. Las decisiones que tomamos ante el micrófono, las cámaras o el teclado, pueden fomentar el miedo, la discriminación y el estigma o pueden promover una respuesta integral ante el VIH.

Al abordar la situación de las personas con VIH, se recomienda tener en cuenta la relación directa entre la pandemia y el derecho a la vida, el derecho al más alto estándar en salud física y mental, derecho a la seguridad, derecho a la libertad de movimiento, a trabajar, a la privacidad, igual acceso a la educación, derecho a casarse y formar una familia, a la no discriminación, y a la protección e igualdad ante la ley.

Las y los comunicadores, periodistas y medios de comunicación, al igual que todas las personas e instituciones tenemos obligación de respetar los derechos humanos, el tema del VIH no debe entenderse como una excepción, sino como una oportunidad.

Así por ejemplo, el ejercicio del derecho a informar y a difundir información veraz, oportuna y científica, que conlleva la responsabilidad de informar sobre la prevención de la infección por VIH, al acceso a servicios públicos de salud gratuitos y de calidad, a tratamientos, legislaciones y avances en la respuesta, tanto para las personas con el virus como aquellas que no lo tienen.

Si bien no se recomienda ocultar el rostro de las personas con VIH, cualquier tipo de publicación o información que devele que una persona tiene VIH debe hacerse con el consentimiento informado de la persona que entrevistamos, fotografiamos o mencionamos en nuestro trabajo periodístico teniendo en cuenta la legislación de cada país y la decisión de quien entrevistamos. En nombre del derecho a la información, no podemos atropellar a las personas, ni exponerlas a costos emocionales derivados del estigma y la discriminación a que se arriesga cada ser humano que decide hacer del dominio público que tiene VIH.

Un/una periodista por tanto no está autorizado, ni tiene derecho a cuestionar la vida íntima de una persona con VIH, ni inquirir información al respecto a menos que la persona decida hacerlo.

Es necesario tomar en cuenta los derechos específicos de mujeres, niños, niñas y adolescentes. A lo largo de la historia se han asignado diversos roles para lo que socialmente se entiende es ser mujer u hombre, niñas o niños, por lo tanto la vulnerabilidad y condiciones ante la epidemia son diferentes para uno y otro grupo.

Se aconseja:

• Tener en cuenta las realidades y opiniones de los diversos grupos étnicos y geográficos.

• Presentar cada situación en su contexto y no como un evento aislado

• Brindar información para prevenir y no para alarmar

• Evitar la culpabilización y victimización de las personas con VIH y sus familiares

• Evitar los mensajes relacionados a la muerte y el miedo, al contrario, los enfoques deben ser propositivos, inclusivos y esperanzadores dentro del contexto. Las buenas noticias, también son noticias.

• Contrastar fuentes oficiales y no gubernamentales.

Dos de las mayores deficiencias del enfoque mediático del VIH/sida son: la poca información que se da acerca de formas de prevención y, el focalizar la información sólo en periodos concretos (Día Mundial del Sida o celebración de Congresos, por ejemplo).

Trata de Personas

Para un mejor abordaje es conveniente conocer al menos las características básicas del delito. La Unidad Fiscal de Asistencia de Secuestros Extorsivos y Trata de Personas del Ministerio Público Fiscal de la Nación (UFASE) relevó un informe sobre la situación en las provincias de Santa Fe, Tucumán y Misiones. Se desprende de él que el engaño y el aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad suelen ser los medios más habituales para captar y secuestrar personas.

Casi la totalidad de las víctimas son mujeres con niños o niñas a cargo y graves problemas económicos. En la amplia mayoría de los casos (72%) están esclavizadas en locales nocturnos habilitados por los municipios como whiskerías, pubs o pools. El resto de los casos (22%) fue detectado en departamentos privados.

La práctica prostibularia aprovecha una triple condición de vulnerabilidad de las personas ahí prostituidas: son todas mujeres, pobres y muchas de ellas son migrantes de países extranjeros o de provincias o regiones alejados del lugar de explotación.

El 72% de las víctimas son adultas, el 27% tiene entre 11 y 17 años. En las investigaciones es muy difícil detectar víctimas menores en los allanamientos por la adaptación del delito. Muchas víctimas infantiles fueron encontradas después en autos, porque "se le ofrece algo especial alprostituyente", según alguno de los testimonios relevados en el informe de la UFASE.

El 52% de las víctimas son de nacionalidad argentina, el 33% paraguayas, el 3% dominicanas y el resto colombianas, brasileñas o bolivianas.

Las rutas más frecuentes son entre Paraguay y Argentina y del Noreste al centro del país. Buenos Aires aparece como centro de explotación y lugar de confluencia de víctimas de distintas provincias.

Entre las formas de sometimiento se detectó la afectación de la autonomía económica como la retención de sus salarios, la imposición de una deuda (basada en pasajes, alojamiento, comidas, vestimenta, etc) y un sistema de multas que incrementa indefinidamente esa deuda (como llegar tarde, no tener limpia la habitación o quejas del "cliente"). Además de la retención salarial hay restricción de la libertad, amenazas, violencia psíquica y física, complicidad de funcionarios públicos o de las fuerzas de seguridad y consumo forzado de drogas y/o alcohol.

El 43% de las procesadas son mujeres (que han sido previamente tratadas o explotadas). Ellas funcionan como captadoras o regentes luego de haber sido víctimas de trata reconvertidas; pasan del sometimiento a ser engranajes útiles de las organizaciones criminales como forma de "salvarse".

Las características de las redes de trata suelen ser: estructuras precarias, no profesionalizadas, poco estructuradas, sin una organización jerárquica, muchas de carácter familiar, sin autonomía organizativa y operacional respecto del Estado.

Se aconseja utilizar "prostitutyente" en lugar de "cliente".

Infancia y adolescencia

El Observatorio de Medios de la Agencia ZUM que funciona en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro elabora informes sobre el tratamiento mediático de la infancia y la adolescencia en los medios digitales de la región. El último informe puede consultarse aquí.

Se aconseja:

• Atender temáticas prioritarias que colaboren con la promoción y defensa de los derechos.

• Incluir diversidad de fuentes y considerar prioritaria la voz de los niños, niñas y adolescentes.

• Evitar estereotipar y estigmatizar situaciones a niños, niñas y adolescentes realizando coberturas donde el derecho a la privacidad e intimidad no se hallen vulnerados.

• Contextualizar los casos particulares, sobre todos los que impliquen violaciones a los derechos.

• Nombrar la niñez y adolescencia de manera adecuada, sin hacer uso de términos "heredados" de la legislación anterior.