Notas

ESPECIAL DÍA DE LA MUJER. Única batucada integrada exclusivamente por mujeres

'Som das mulheres': la pulsación del poder femenino

Se trata de la primera batucada femenina de la provincia de Buenos Aires. Desafiaron lo establecido, al romper con la masculinidad de las batucadas y adaptaron a su cuerpo los instrumentos construidos para varones

Las integrantes de Som Das Mulheres Jesica-Romina-Paula

Las integrantes Jesica Labat,Romina Pérez y
Paula Martínez en su ensayo semanal/AC-FACSO

"Hace dos años descubrí una batucada femenina. Fue en un recital de la cantante brasilera Daniela Mercuri. Recuerdo que me quedé paralizada ante tanta fuerza y energía. También me transmitió pasión y el sentir de que las mujeres pueden hacer lo que se propongan sin tener que dejar a un lado la femineidad", cuenta la profesora de danzas brasileras y reggaeton, Romina Pérez

Al principio eran solo un grupo de baile hasta que Romina llevó una propuesta original: formar una batucada solo de mujeres. A pesar de saber sobre el gran esfuerzo físico que requeriría portar los instrumentos, no se amedrentaron y emprendieron un camino autodidacta. "Por lo que nosotras investigamos, las batucadas están conformadas por hombres. Descubrimos que uno de los motivos es que los instrumentos son muy pesados y grandes y teníamos el deseo de transmitir fortaleza. También de valorizar a las mujeres con algo nuevo y original. Así decidimos concretar la primera batucada femenina de la provincia de Buenos Aires", explica Jesica Labat junto a Paula Martínez, quienes integran desde hace 8 años el grupo de danza de axé.

Con quince días de ensayo y siendo siete integrantes, se concretó la primera presentación con público, en el teatro municipal, de la Batucada Femenina que bautizaron como Som das mulheres. Buscaron presentarse con un estilo que no fuera extravagante, "que insinúe y que cuide la estética y curvas femeninas" porque así conciben ellas que "debe" mostrarse una mujer. "Generalmente usamos un pantalón blanco amplio abierto a los costados, dejando que se vean las piernas. El blanco en una mujer se ve impecable y con los instrumentos en color madera quedó mortal. El toque de color lo tuvimos en el pelo con tiras flúor. Arriba un top blanco y en los pies panchitas blancas", describe Romina Pérez desde su lugar de organizadora.

De todos los elementos de percusión que se tocaron esa noche, fue el 'surdo' —el bombo más grande y pesado de la batería, que se usa en forma vertical y entre las piernas— el que marcó la entrada en escena y el ritmo de la batucada. Sobre su primera experiencia como percusionista Paula Martínez aclara que "con la inexperiencia de no saber cargar los instrumentos, no usamos ninguna protección. Al finalizar la exposición, me miro la pierna y me veo que la tenía toda violeta ¿Vos te pensás que me dolió? No. Es muy exigente llevar un surdó por lo grande y pesado que es. Pero como mujeres tenemos nuestras posibilidades y con práctica aprendimos que lo mejor era calzarlos en la cadera".

Para su segundo carnaval, la batería femenina se inspiró en la cultura africana. Así las noches de verano descubren a más de 50 mujeres: 31 percusionistas, 16 bailarinas y cinco colaboradoras. Todas vestidas con pantalones abullonados en las rodillas de color blanco, pañuelos en la cabeza que imitan tocados africanos, pulseras y collares con muchas plumas y dientes de animales salvajes. "Nos ayudan 5 mamás para llevar agua, las banderas y a Carolina, que es percusionista y esta en silla de ruedas. También tenemos mamás que bailan con las hijas. Somos 50 mujeres de entre 5 y 50 años, que compartimos las mismas emociones", acuerdan Romina, Paula y Jesica.

Presentación de la batucada en el teatro municipal.2013

Presentación de la batucada en el Teatro 
Municipal de Olavarría /Foto:Gentileza 
'Som das Mulheres'


La mayoría de las veces el lugar de quien dirige es ocupado por Romina, que marca el ritmo a las percusionistas y busca enfervorizar al público con su actuación. Las bailarinas acompañan la música y mediante cambios en su ritmo denominados cortes buscan que los movimientos no resulten monótonos. Los cortes son previamente anunciados por quien dirige con el sonido de un pito. A la señal siguiente se inicia o detiene la percusión. Se produce así un diálogo o contrapunto entre los distintos instrumentos. Todo en su conjunto apuesta a dejar en el espectador una sensación final de gratificación y alegría.

La danza acompaña el son de las mujeres con movimientos enérgicos. "La idea es que las bailarinas improvisen con su cuerpo siguiendo el ritmo. En cuanto a la música, colaboramos y los construimos entre todas. Las chicas llegan al ensayo con una música en la cabeza, un ritmo y lo hacemos. Me siento re orgullosa de decir esto, nosotras no copiamos", aclara Romina Pérez.

El ritmo de la batucada es marcado por 4 redoblantes—parecido al tamborín pero un poco más alto— y 8 surdos. Son del tipo de los bombos que van colgados para ser golpeados con un maso, quedando el parche a la altura de la cintura. El surdó cambia de sonido según se apoye o no la otra mano sobre el parche. "Tenemos 8 surdós y 3 timbas de mano. Que no son fáciles de llevar, así que las cargamos con dos cinturones, cuando solo llevan uno. Se golpean con las manos, haciendo fuerza hacia abajo. Me acuerdo que al principio fue una experiencia dolorosa. Me quedaron ampollas en los dedos y machucones en el cuerpo", dice Jesica sobre cuando ejecutó por primera vez un tamborín.

El grupo instrumental se completa con diez tamborines— los planos y anchos— que se golpean con dos palillos. Su sonido varía según la posición en la que cambia la presión de los dedos en el parche. También dos repiques —un tambor alto sin vibradores, que emite un sonido más seco—, cuatro cicuayos formados por múltiples rodillos que suenan al chocar entre sí al agitarlos con la mano, un agogó que tiene la forma de doble campana y brinda distintos tonos. Para saber cómo acomodar los instrumentos en el cuerpo y cómo suplir la fuerza que necesitan para sonar adecuadamente fue necesaria mucha práctica y readecuar algunos elementos. "Ahora usamos rodilleras y almohadillas debajo del traje para protegernos el cuerpo y no machucarnos. Nuestros instrumentos suenan con mucha fuerza porque les pusimos doble parche, de esta manera no necesitamos golpearlos demasiado", explica Paula.

Después de dos años de práctica y capacitación, el grupo de batucada femenina logra un espacio que se fundamenta en acordar que "ser mujer es un esfuerzo muy grande todos los días, porque hay que buscar equidad de oportunidades en una sociedad machista. El hecho de que seamos todas mujeres hace que podamos entender las cosas complejas que vive una mujer. Compartimos lo que nos pasa de una manera natural, inclusive las elecciones sexuales de cada una, todas nos respetamos. Somos mujeres felices de trasmitir esta pasión".

En el marco de la semana de la mujer, Som das Mulheres se presentará el jueves 13 a las 19:30 en la Facultad de Ingeniería y el sábado 15 a las 20:30 en el barrio Hipólito Irigoyen (Chiclana y Rufno Fal) actuarán junto a la murga Arrebatando Lágrimas. / AC-FACSO