Notas

Observar y hacer periodismo desde los Derechos Humanos

Las Agencias y el Observatorio, en las III Jornadas de Extensión del Mercosur

Las Agencias Comunica y Zum y el Observatorio de Medios sobre niñez y adolescencia, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Unicén, participaron con la ponencia "Observar y Hacer Periodismo desde los Derechos Humanos", en las III Jornadas de Extensión del Mercosur celebradas en Tandil entre el 9 y 11 de abril. Se expusieron allí las conclusiones del segundo informe del Observatorio y se describió el encuadre bajo el cual trabajan las agencias en pos de una práctica comprometida con la promoción y defensa de los Derechos Humanos en general y de los niños, niñas y adolescentes en particular

JEM
Las III Jornadas de Extensión del Mercosur se desarrollaron
el 9, 10 y 11 de abril en Tandil. / Imagen:Extensión Unicén

El presente trabajo se encuadra en la experiencia de trabajo de las Agencias Comunica y ZUM, sobre Niñez y Adolescencia, de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNICEN. Se exponen aquí las conclusiones del segundo informe del Observatorio de Medios sobre Niñez y Adolescencia, dependiente de ZUM, y se describe asimismo el encuadre bajo el cual trabajan las agencias en pos de una práctica comprometida con la promoción y defensa de los Derechos Humanos en general y de los niños, niñas y adolescentes en particular.

Durante el período comprendido entre los meses de marzo y mayo de 2013, el Observatorio monitoreó en forma diaria cuatro medios gráficos, en su versión digital, pertenecientes a la región Centro de la Provincia de Buenos Aires. El objetivo general del trabajo fue analizar el tratamiento periodístico de las coberturas sobre niñez y adolescencia, en el marco de la legislación nacional e internacional vigente en materia de infancia . La conclusión general de este segundo informe – sin mayores diferencias con el publicado en 2012 - da cuenta de una agenda demasiado concentrada en determinados temas, contenidos poco profundos y con escases de fuentes citadas o identificadas, que atentan contra la calidad periodística en la temática construyendo una imagen sesgada de los niños y las niñas.

La muestra se construyó de manera compuesta y aleatoria y comprendió un total de 228 notas publicadas por cuatro medios: uno de Tandil, uno de Azul y dos de Olavarría (los cuatro están entre los medios digitales más visitados por sus respectivas comunidades).

El trabajo analizó temas y subtemas prioritarios seleccionados por los medios para construir y difundir información vinculada con los niños, niñas y adolescentes; utilización de fuentes y criterios de selección; géneros periodísticos empleados y profundidad en el tratamiento; y modo en que las coberturas contribuyeron a la promoción y defensa de los derechos o, por el contrario, a la amenaza u omisión de los mismos: utilización de términos peyorativos, espectacularización, tratamiento de imágenes, privacidad, entre otros.

Infancia y derechos

La situación de la niñez y la adolescencia en Argentina puede analizarse sobre la base de las brechas existentes entre la realidad actual y el cumplimiento pleno de los compromisos asumidos por el país, teniendo en cuenta lo contemplado en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), y en las Leyes del Estado Nacional y provincial encuadradas en este marco legal desde el año 2005: Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes Nº 26.061, y Ley N° 13.298 de Promoción y Protección de los Derechos de los Niño, correspondiente a la Prov. de Buenos Aires.

La CDN, con rango internacional, considera a todos los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho. Los derechos de esta proclama pueden agruparse en las siguientes áreas: derecho a la salud, a la nutrición y al desarrollo infantil integral temprano, a la educación, a la protección especial, a la participación y a la identidad. La ley establece además el derecho a medidas de protección especial, dedicadas a re-establecer derechos ya vulnerados, cuando el ejercicio de derechos básicos no se concretara en medida suficiente.

Este documento, ratificado por Argentina en 1990, configura el horizonte al cual deben apuntar los esfuerzos de las políticas públicas y el accionar de la sociedad en temas que afectan a las personas menores de 18 años. En este marco, el rol del Estado y de las diferentes instituciones sociales será propiciar un "entorno protector" de los niños, niñas y adolescentes, donde los derechos sean respetados y garantizados a nivel de comunidad, municipio, provincia y estado nacional.

Sin embargo, según datos generales sobre infancia y adolescencia proporcionados por UNICEF, actualizados a Marzo de 2013 , a más de siete años de la promulgación de las leyes de protección integral de los derechos de la infancia, existen todavía en Argentina niños/as y adolescentes cuyos derechos se encuentran vulnerados: acceso desigual a bienes materiales básicos, circuitos educativos diferenciados, explotación del trabajo infantil, persecución policial y violencia institucional, son tan sólo algunas de las problemáticas. Según el último Censo Nacional de Hogares, Población y Viviendas del 2010, el 30 % de la población del país comprende a niños, niñas u adolescentes de 0 a 17 años. De este porcentaje el 10% se encuentra bajo la línea de pobreza y 2 % bajo la línea de indigencia. Por lo cual casi la mitad de los niños y niñas se hallan en situación de vulnerabilidad social.

Bajo este escenario, tanto el derecho internacional en materia de niñez y adolescencia, como su correlato a nivel nacional siguen reclamando la necesidad de un cambio de paradigma en el tratamiento de los temas de Infancia. Generar y consolidar las transformaciones necesarias para construir un mundo apropiado para los niños, niñas y adolescentes es un desafío que requiere del compromiso de los diferentes sectores de la sociedad: educación, salud, sistema de justicia, partidos políticos y medios de comunicación, entre otros.

Ahora bien, entender el escenario plantado anteriormente exige reflexionar primero sobre el concepto de infancia y de niño como sujeto de derecho. Al respecto, la pedagoga Violeta Nuñez, sostiene que en medio de un discurso aggiornado sobre los derechos de los niños, lo que en verdad existe una desprotección de la infancia cada vez mayor, tanto por parte de las familias, del Estado y de las escuelas. En el caso que aquí nos ocupa, los medios de comunicación, este "abandono" también es visible. Con un discurso alejado de los avances de la jurisprudencia, niños y niñas habitan las noticias desprotegidos desde el acto fundante de la palabra, al ser nombrarlos, al ser narrados.

Según Gabriela Diker , la categoría de niño se encuentra "socialmente producida" por un conjunto de intervenciones institucionales, por el discurso social. "El niño no es ni el cuerpo biológico ni, en sentido estricto, la infancia: es más bien un efecto de la infancia, la superficie en la que la infancia, en tanto objeto discursivo, ha inscripto sus operaciones". Siguiendo esta hipótesis, se desprende que el lenguaje que utilicemos para nombrarlos ("menor o niño", "alumno o marginal", "hijo o menor en situación de calle", etc.) no es inocente, sino más bien ideológico. Actúa creando sentidos en la sociedad y esos sentidos calan hondo en las biografías y subjetividades de los chicos y chicas posibilitando o por el contrario coartando – por lo menos en primera instancia - la efectivización de sus derechos.

Al respecto, y retomando a Foucault, el politólogo Eduardo Bustelo cuestiona la idea soberana de sujeto al que se le atribuyen derechos, existiendo más bien un "sujeto atravesado de influencias sociales, políticas, culturales históricamente determinadas". "Así la infancia es una categoría relacional en la que se pone en juego poder; relación que se devela históricamente en las prácticas (discursivas o no) y en las luchas que la atraviesan. La infancia no es un sujeto a priori o un sujeto jurídico abstracto formal, sino una construcción histórica y relacional".

La niñez y adolescencia en los medios

Durante el período comprendido entre los meses de marzo y mayo de 2013, el Observatorio monitoreó en forma diaria cuatro medios gráficos, en su versión digital, pertenecientes a la región centro de la Prov. de Buenos Aires. El objetivo general del trabajo fue relevar las coberturas vinculadas a la niñez y adolescencia y analizar su tratamiento periodístico en el marco de la legislación nacional e internacional vigente en materia de infancia , a fin de contribuir a la calidad de la información pública en torno a los temas relevantes para la promoción y defensa de los derechos de los niños y niñas.

La muestra comprendió un total de 228 notas publicadas por un medio de Tandil, uno de Azul y dos de Olavarría, durante los meses de marzo y mayo . Se utilizó una metodología cuantitativa que permitiera dar cuenta de las siguientes categorías: temas y subtemas prioritarios seleccionados por los medios para construir y difundir información vinculada con los niños y niñas; utilización de fuentes y criterios de selección; géneros periodísticos utilizados y profundidad en el tratamiento; y modo en que las coberturas contribuyeron a la promoción y defensa de los derechos o, por el contrario, a la amenaza u omisión de los mismos (utilización de términos peyorativos, espectacularización, tratamiento de imágenes, privacidad), entre otras. Si bien se realizó un informe particular producto del análisis de cada medio gráfico, el presente documento recoge tendencias generales de los cuatro medios analizados.

Temas que abarcaron las coberturas

En relación a los temas prioritarios el eje mayoritario con el que se vinculó a los niños, niñas y adolescentes fue la educación (25, 88%), en segundo lugar el deporte (25 %), y en tercer lugar la violencia (13,60 %).

Las coberturas relacionadas con la educación incorporaron como subtema prioritario el reclamo gremial docente suscitado entre los meses de marzo – abril de 2013 (42,37 %), en segundo lugar las políticas educativas (20,33 %) y en tercer lugar los proyectos educativos (11,86 %). Las notas sobre el conflicto gremial tuvieron como fuentes protagonistas a funcionarios públicos y referentes gremiales. Ninguna de ellas amplió la incorporación de otras voces de la comunidad educativa, como padres y estudiantes. En el caso del segundo eje, políticas educativas, los temas fueron dispersos. Desde políticas públicas nacionales como Conectar Igualdad y la recuperación de las escuelas técnicas, hasta políticas municipales para la gratuidad del boleto estudiantil. Respecto del tercer sub tema, proyectos educativos, raramente se construyó el relato periodístico, sino que se difundió información provista por las instituciones educativas. Un lugar minoritario en la agenda ocuparon subtemas como educación especial y educación no formal. Sólo dos notas de un total de 59 referidas a educación incluyeron como fuente la voz de los estudiantes.

Si bien resulta alentador que el deporte este por encima de otros temas, como la violencia, las coberturas de este eje mayoritario tendieron a ser breves y con escaso tratamiento periodístico. Por lo general difundieron información provista por instituciones (CEF, clubes, organismos públicos, escuelas), que se limitaron a ofrecer información sobre encuentros deportivos y sus resultados, sin construir el relato a partir de elementos que trasciendan la gacetilla. De un total de 57 notas dedicadas al deporte, sólo 7 (9,33 %) incluyeron fuentes explicitadas y ninguna tuvo en cuenta la voz de niños, niñas o adolescentes como protagonistas.

El tercer tema en orden de prioridad, violencia, contuvo como subtemas principales el delito contra la propiedad (62,5 %) en el cual los adolescentes fueron representados tanto como agentes de violencia (68,75 %) como víctimas (59,38 %), casos de violencia de género (15,63 %) y episodios de violencia que involucraron grupos de jóvenes (9, 38 %). Por lo general, las coberturas relacionadas con este tercer eje fueron noticias ampliadas, que informaron y algunas veces explicaron los acontecimientos, pero que en la mayoría de las situaciones no complejizaron ni contextualizaron más allá de casos particulares. Más de la mitad de las noticias que vincularon la adolescencia con la violencia representaron a los jóvenes como un "problema", utilizaron estereotipos (59, 38 %) y omitieron derechos (53, 13 %). En general se utilizó el término menor para aludir a la delincuencia y se brindaron datos que vulneraron la privacidad de los niños, niñas y adolescentes. La mayoría de las notas mencionaron información innecesaria, estigmatizaron el entorno cercano a las víctimas (barrio), utilizaron términos peyorativos y espectacularizaron el relato. Sin embargo, y en comparación al informe del año 2012, se rescata como positivo un descenso en el uso de términos peyorativos como "inadaptados", "delincuentes", "adolescentes que tienen en vilo a la comunidad", "bando", "sospechoso", "malvivientes", entre otros.

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Los temas en los que menos se tuvo en cuenta 
a la infancia y adolescencia fueron Política 
y Cultos. / Imagen: AZ-FACSO

Temas minoritarios para la agenda mediática fueron la promoción de derechos en materia de infancia y adolescencia (8, 77 %), ciudadanía (7,89 %) y salud (7, 02 %). Temas ausentes, o a los que se le dedicaron pocos espacios y reflexiones, fueron la política y adolescencia, la profesión de cultos, la explotación laboral infantil y la formación para el trabajo, la pobreza, el abandono y la situación de calle, género y sexualidad, entre otros.

Quiénes fueron protagonistas

En relación a la utilización de fuentes y criterios de selección una gran proporción de notas no incorporaron voces citadas e identificadas (42,54 %) o utilizaron sólo una (37, 72 %). De las 131 coberturas que hicieron uso de fuentes, la mayor consultada fueron los poderes públicos, a través de los funcionarios (90, 77 %), en segundo lugar la sociedad civil (30 %) y en tercer lugar la familia como entorno cercano a los niños y niñas (14, 62 %). Menor espacio tuvieron los expertos (5, 38 %) y casi nulo los propios protagonistas de las coberturas, consultados sólo en tres ocasiones (1, 32%).

Por lo tanto, incorporar las voces de la infancia, según lo aconseja el Artículo Nº 3 de la Ley de Protección Integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, requiere de un mayor compromiso de los medios. Además, equilibrar la voz de los poderes públicos con otros actores que pueden aportar al debate como los expertos y el entorno cercano a los niños y niñas organizada enriquecería las coberturas.

Respecto de la franja etaria a la que refirieron las coberturas, en la mayoría de los casos los protagonistas fueron adolescentes, en segundo lugar se encontró el grupo comprendido entre los 6 y los 12, en tercero el de los 3 a 6 años, y el cuarto de 3 a 0 con escasas o nulas coberturas. En relación a la localización geográfica en el que se encuadraron las notas, la mayoría refirió al ámbito urbano. De un total de 228 coberturas sólo 3 refirieron a la esfera rural, vinculadas al tema educación.

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Las fuentes que más aparecen son las vinculadas 
a los poderes públicos. Los que menos aparecen
son los expertos. / Imagen: AZ-FACSO

Tratamiento periodístico

El grado de profundidad en el tratamiento de la información y la construcción de la noticia, también se analizó a partir de los géneros periodísticos utilizados. En la mayoría de los casos las coberturas correspondieron a noticias. Los formatos que por sus particularidades podrían haber aportado complejidad y compromiso por parte de los medios a los debates (reportaje, entrevista y opinión) fueron escasa o nulamente utilizados. Del mismo modo la intencionalidad periodística se limitó a informar y en algunos casos a explicar, haciendo poco uso del análisis y la opinión.

En referencia al modo en que las coberturas contribuyeron a la promoción y defensa de los derechos o, por el contrario, a la amenaza u omisión de los mismos, la mayoría de las notas no realizó un tratamiento a partir del cual se pudiera analizar este indicador (52,63% del total). En el caso de las que sí lo hicieron (27,63 %) la mayoría promovió derechos en temáticas como educación, salud y políticas públicas en relación a medidas de protección o difusión de derechos. Sin embargo, el 14, 47 % de las notas omitieron derechos o reforzaron su vulneración en temas relacionados a las violencias, como delitos donde los adolescentes son configurados tanto como agentes como víctimas, situaciones de violencia familiar y/ o de género y abuso sexual y situaciones familiares en relación al cuidado parental y tenencia de niños y niñas. Se omitió el derecho a la privacidad y reputación, al no preservar debidamente datos que podrían dañar la dignidad individual y de las familias de las víctimas.

Los artículos N° 10 y 22 de la Ley de Protección Integral de los Derechos del Niño y la Niña explicitan al respecto: "se prohíbe exponer, difundir o divulgar datos, informaciones o imágenes que permitan identificar a niños, niñas y/o adolescentes, directa o indirectamente, en cualquier medio de comunicación o publicación en contra de su voluntad y la de sus padres, cuando se lesionen su dignidad y reputación, o con injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada o intimidad familiar. Y ello comprende datos del grupo familiar del niño, su vivienda, su escuela, su apodo o sobre nombre. En la opción entre informar y proteger los derechos de los niños, existe jurisprudencia que marca que entre los dos derechos debe darse prioridad al que cuida a la víctima en cuanto a no generar más vulneración de derechos".

Además, en temáticas vinculadas a la violencia social y los delitos, se hizo hincapié en la minoridad, utilizando términos peyorativos y dejando de lado el encuadre de derechos. Por último, se reforzaron estereotipos que vincularon a adolescentes procedentes de determinados barrios como agentes de violencia. En muchas de las coberturas no se protegió el derecho a la intimidad de los adolescentes mostrando imágenes de sus domicilios particulares.

La defensa de los derechos, una tarea del periodismo

Desde la universidad pública, la creación y el funcionamiento de una agencia de noticias con perfil comunitario y de Derechos Humanos implica una responsabilidad social frente a los resultados de la aplicación del conocimiento. El trabajo conjunto del Observatorio y las Agencias puede verse como un conocimiento pluriuniversitario, definido por Boaventura de Sosa Santos , como "un conocimiento contextual en la medida en que se el principio organizador de su producción es la aplicación que se le puede dar". Más aún cuando se incorpora a la tarea periodística la opinión y el análisis de los investigadores académicos. El nacimiento de las Agencias y del Observatorio bajo la órbita de la Secretaría de Extensión, Bienestar y Transferencia implica, como espera de Sosa Santos, concebir las actividades de extensión "de modo alternativo al capitalismo global, atribuyendo a las universidades una participación activa en la construcción de la cohesión social, en la profundización de la democracia, en la lucha contra la exclusión social, la degradación ambiental y en la defensa de la diversidad cultural" . Así, para que la función social de la extensión sea posible, el objetivo prioritario debe ser "el apoyo solidariopara la resolución de los problemas de exclusión y la discriminación sociales, de tal modo que se dé la voz a los grupos excluidos y discriminados" .

Un periodismo ejercido bajo un enfoque de Derechos Humanos obliga trabajar la comunicación como un derecho y no como una mercancía. Derecho a la información pero también derecho a tener voz. La invisibilización como fuente legítima de información en un trabajo periodístico afecta a la infancia y la adolescencia tanto como a otros grupos vulnerados de la comunidad. Por eso, desde la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro se ha decidido trabajar en dos líneas: Zum, la agencia para la infancia y la adolescencia y Comunica, la agencia que aborda temas comunitarios del mundo adulto. El eje para ambas es contrarrestar el corrimiento de los medios de la región en el tratamiento de la información sobre niñas, niños y adolescentes detallado por el Observatorio. Bajo un enfoque de Derechos Humanos, la tarea es cubrir los temas que han sido poco abordados, ofrecer una pluralidad de voces, añadir el aporte de académicos que puedan profundizar y ampliar la mirada, asistir a los lugares donde sucede la información y entablar un trato 'cara a cara' con los actores sociales. Desde el Observatorio, además, se promueven charlas y devoluciones sobre los informes realizados - a modo de actividades de extensión - destinado a periodistas locales y de la región tendientes a compartir sugerencias para las coberturas sobre niñez y adolescencia.

Porque las sistemáticas coberturas periodísticas estigmatizantes, aumentan la vulnerabilidad de los grupos que afectan y los acorralan en la exclusión. Incluso aquellas informaciones que pretenden denunciar una injusticia, pueden contribuir al daño si solo se centran en mostrar a determinados grupos sociales como víctimas. Los datos del Observatorio de Medios indican que los más vulnerados y vulneradas terminan encasillados en una imagen dual: Como víctimas o como victimarios. Pocas veces son mostrados en sus iniciativas comunitarias, en sus capacidades creativas o en cualquier otro aspecto positivo. No sólo las palabras que se utilizan para denominarlos (como 'menor', 'malviviente', etc) los estigmatizan sino también los enfoques bajo los que se vuelcan en las narraciones sobre ellas y ellos.

Si el periodismo clásico exige al menos tres fuentes para la construcción de un artículo (una favorable, una contraria y una "independiente", como un especialista por ejemplo), el periodismo de las agencias Comunica y Zum demanda una cuarta igualmente importante: la comunidad. Un tratamiento periodístico responsable no puede dejar afuera a los vecinos y vecinas y a la infancia o adolescencia especialmente cuando se trata de temas que los tienen como protagonistas. Es necesario señalarlo porque, como demuestra el informe del Observatorio que aquí se presenta, no es lo que la gran mayoría de los medios de comunicación de la región centro de la provincia de Buenos Aires están haciendo. Las coberturas mediáticas reflejan que las opiniones y testimonios de niñas, niños y adolescentes no son tenidas en cuenta. Los temas que los incluyen aparecen con muy baja frecuencia en relación a otros temas y a veces, problemáticas que sí los abarcan son presentadas como ceñidas solo al mundo adulto, como ocurre con la educación por ejemplo.

El problema de las coberturas periodísticas abarca tanto los enfoques de los temas como el lenguaje que se está utilizando en los medios. Aún cuando sí se incluye a la infancia, los términos en los que se lo hace no son los adecuados en el marco del derecho.

Los medios son actores estratégicos con capacidad de instalar temas y enfoques favorables al desarrollo y ejercicio pleno de los derechos. La orientación excesivamente mercantilista de la información obliga a los profesionales a trabajar temas complejos con poco tiempo, a responder al dictado del 'minuto a minuto' y a no capacitarse para adquirir conocimientos específicos que les permitan tener una mayor 'capacidad de reacción'. Es decir, contar con un mejor bagaje que les evite vulnerar derechos a la hora de informar con velocidad. La inmediatez suele ser la culpable, según los propios comunicadores. La pretensión, entonces, no es que se instruyan en el preciso momento en que construyen la información sino que le dediquen algún tiempo extra para que al momento de actuar con rapidez, los conceptos y enfoques estigmatizantes ya no estén internalizados. Eso requiere una conciencia profesional sobre la información como un derecho y no como una mercancía. La información hay que explicarla, contextualizarla, clarificarla, no venderla.

Las agencias Comunica y Zum procuran incluir en cada crónica o reportaje, las voces de los y las vecinas y las de los niños, niñas y adolescentes respetando las leyes nacional 26.061 y provincial 13.298 que protegen sus derechos.

El objetivo de las agencias es establecer un puente entre los actores sociales y los medios, para establecer una alianza entre ambos que permita a los medios desarrollar un periodismo profesional con una cobertura más responsable y dar mayor tratamiento a las problemáticas vinculadas con la comunidad, lo popular y con la infancia y la adolescencia, ofreciendo mayor visibilidad a sus acciones. Dar voz a actores distintos, a las familias, a instituciones intermedias, organizaciones sociales y, especialmente, a las niñas, niños y jóvenes de la comunidad. Llegar a una sociedad más sensible ante los problemas de la infancia, que tenga disponible una información de mayor calidad para propiciar la toma de sus propias decisiones e influenciar de forma positiva en la construcción de las políticas públicas.

Se trata de un tipo de periodismo responsable, respetuoso y con enfoque de Derechos Humanos. En palabras simples; que usa poco el teléfono, mucho los pies y más la cabeza. Que busca los temas en los barrios, hablando con las personas, observando la infancia y la adolescencia para descubrir lo que sienten y piensan, lo que cuentan y también lo que no pueden contar. Comunica y Zum funcionan dentro de la Facultad de Ciencias Sociales. En ese contexto de trabajo cotidiano particular, se aprovecha el entorno académico buscando el aporte de investigadores y especialistas que circulan y trabajan en torno al espacio físico donde se debaten los temas de sumario, se lee y se escribe.

Los y las periodistas tienen un rol social primordial en la construcción de la realidad, a partir de sus coberturas en tanto formadores de opinión pública. Son promotores del cambio social y actores estratégicos con capacidad de instalar temas y enfoques favorables al desarrollo y ejercicio pleno de los derechos, fortaleciendo las sociedades democráticas.

Si bien la Ley 26. 522 de Servicios de comunicación Audiovisual de 2010 no abarca a la prensa escrita, el informe y el trabajo de las agencias lo tienen como referencia ineludible dado que es la dirección que las políticas públicas nacionales están tomando en concordancia con la legislación y los tratados internacionales referidos a la sociedad de la información en general. En ese sentido, se hace hincapié en la diversidad de la expresión cultural, la pluralidad de voces, la promoción del contenido local y regional variado, el apoyo a los medios de comunicación basados en comunidades locales, la promoción de una imagen equilibrada y variada de las mujeres y los hombres, la circulación de contenido cultural especialmente en las zonas rurales y la promoción y observancia de valores fundamentales como la libertad, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia, la responsabilidad compartida y el respeto de la naturaleza. También son algunos de sus objetivos de la Ley 26.522 (Artículo 3º) la promoción de la expresión de la cultura popular, "el desarrollo cultural educativo y social de la población, la participación de los medios de comunicación como formadores de sujetos de actores sociales y de diferentes modos de comprensión de la vida y del mundo, con pluralidad de puntos de vista y debate pleno de las ideas", "promover la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombres y mujeres, y el tratamiento plural, igualitario y no estereotipado, evitando toda discriminación por género u orientación sexual". Todos estos puntos se señalan especialmente en la presente ponencia porque enmarcan y refuerzan el sentido de las aspiraciones del periodismo social y comunitario.

En cuanto al tratamiento de la infancia, la misma ley también establece resguardos especiales. En su artículo N° 68 incorpora especificidades acerca del tratamiento de contenidos que los medios audiovisuales deben realizar atendiendo a la protección de la niñez y adolescencia. Esto incluye ajustar programación y publicidades acorde a horarios de protección, y destinar una cantidad mínima de horas de producción y transmisión de material audiovisual específico para niños y niñas en todos los canales de televisión abierta.

También los artículos 3º y 4º de la llamada Ley de Medios tienen en cuenta la "Convención sobre los Derechos del Niño", conforme el Artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional. La Convención reconoce en su artículo 17 la importante función que desempeñan los medios de comunicación y obliga a los Estados a velar porque el niño y la niña tengan acceso a información y material procedente de diversas fuentes nacionales e internacionales, en especial la información y el material que tengan por finalidad promover su bienestar social, espiritual y moral y su salud física y mental.

La experiencia, que cumplirá en agosto tres años, se traduce en una publicación virtual (www.agenciacomunica.com.ar). Los estudiantes, en su mayoría de Comunicación Social, que inician sus prácticas periodísticas en las agencias, buscan los temas en la calle, hablando con los vecinos, con compañeros y observando permanentemente en sus vidas cotidianas todo lo "habitual" para deconstruirlo con una mirada crítica para ver ahí donde otros miran sin ver.

Los y las cronistas de las agencias son estudiantes o recién graduados que generalmente dan sus primeros pasos en el periodismo y que planifican los temas bajo una coordinación profesional y el apoyo presente y permanente del Observatorio de Medios.

Se trata simplemente de estar atento a las personas, respetándolas en sus individualidades, en su diversidad y también en lo que aquello que los incluye en cada grupo de pertenencia. Trabajar conscientemente bajo las leyes de infancia y adolescencia y guiados por la línea del periodismo social, abre la mirada de los comunicadores y los obliga a ver más allá de la agenda de los medios tradicionales en tanto negocios. A las agencias aquí referidas en el presente trabajo les importan las comunidades, sus acciones y transformaciones.

Los juguetes de los niños y niñas, el uso que les dan, las violencias que padecen o reproducen, los espacios que no existen, cómo ven el mundo adulto, los cambios legislativos que los protegen, cómo sienten los deportes que practican más allá de los meros resultados, las conceptualizaciones que los etiquetan y encasillan, todo lo dicho y también lo no dicho. Las nuevas formas de expresión popular, las políticas públicas locales que afectan a la comunidad, entrevistas referentes locales, regionales o académicos en materia de Infancia, Derechos Humanos, el acceso a la educación, etc.

Todos esos grandes temas, entre otros, han sido abarcados en informes periodísticos construidos con sus voces, con la de los adultos que los rodean, con especialistas y con la descripción, producto de la observación atenta que solo se alcanza estando en el lugar donde ellos están. El análisis sobre el entramado y las dinámicas sociales se mezcla con el periodismo de manera respetuosa y responsable con el uso del lenguaje y con la función social de la comunicación mediática.

La información publicada se complementa, además, con la promoción de actividades, ideas, conferencias, iniciativas populares a través de las redes sociales Facebook y Twitter.

La tarea de las agencias, al mismo tiempo, ha visto ampliados sus objetivos iniciales, entre los que también se cuenta la capacitación permanente de las y los cronistas y coordinadoras para sostener la calidad del trabajo, la interacción con la comunidad a través de proyectos de voluntariado, la demanda de la promoción de derechos en relación a los medios de comunicación por parte de organizaciones comunitarias y municipales y la divulgación. Todas esas tareas se han transformado en los nuevos horizontes a emprender en el corto plazo, lo que demuestra la necesidad (y en consecuencia, el derecho) de la población en general y de la infancia y adolescencia en particular, de empoderarse para que los medios transmitan sus realidades de manera más fidedigna o de contar ellos y ellas mismas sus propias historias. / AZ y AC- FACSO


Bibliografía de referencia:

Alfaro, RM (2005). Capítulo infancia. Periodismo Social. Buenos Aires. Argentina

Bustelo, E. (2013) " Notas sobre Infancia y Teoría". "Diplomatura en Infancia, Educación y Pedagogía". FLACSO.

Cytrynblum, A (2009). Periodismo Social. Una nueva disciplina. La Crujia Ediciones. Buenos Aires

Diker, G. (2013) ¿Qué hay de nuevo en las nuevas infancias?. "Diplomatura en Infancia, Educación y Pedagogía". FLACSO.

Equipo del Centro de Comunicación La Crujía (2010). La Crujía Ediciones. Buenos Aires

Grijelmo, Á (1997). El estilo del periodista. Taurus. España

Nuñez, V. 2013 Entrevista realizada en el marco de la "Diplomatura en Infancia, Educación y Pedagogía". FLACSO.

Documentación:

Ley N° 13.298 de la promoción y protección integral de los derechos de los niños. Provincia de Buenos Aires

Ley N° 26.061 de la Protección Integral de los derechos del Niño. Argentina

Ley Nº 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.