Notas

Especial Monte Pelloni

Laura Nichea: “Yo hablo por mis padres, mis tíos y por los 30.000 desaparecidos”

Durante el mediodía se llevaron a cabo los testimonios de los familiares de Elizari: Eugenio Elizari, Alejandro Elizari, Natalia Ledesma y Laura Nichea. Por cuestiones de salud no declararon Liliana Josefa Molloy de Gutiérrez, Esther Pereyra de González, Elba Elizari de Iriart y Myriam Sánchez de Ledesma. Mañana a partir de las 9 hs continuará la audiencia.

Al finalizar la jornada, Araceli dialoga con Carmelo, su hija Laura y Eugenio Elizari. Foto: Prensa FACSO.

Luego del cuarto intermedio de la mañana, alrededor de las 12hs. se llevó a cabo la continuación de la audiencia. Frente al estrado brindaron su testimonio Eugenio Elizari (hermano del ex detenido desaparecido Néstor Horacio Elizari), Alejandro Nicolás Elizari, Natalia Anastasia Ledesma y Laura Viviana Nichea (quien a la mañana no pudo declarar). No pudieron brindar su declaración los testigos Liliana Josefa Molloy de Gutiérrez, Esther Pereyra de González, Elba Elizari de Iriart y Myriam Sánchez de Ledesma, todos ellos por cuestiones de salud y mediante la presentación de un certificado médico que justificaba su ausencia. El fiscal Walter Romero fue el encargado de formular las preguntas a todos los testigos que brindaron declaraciones.

Al comienzo el turno fue de Eugenio Elizari, que narró cómo vivió la desaparición de su hermano Néstor Horacio Elizari y de su cuñada Lidia Araceli Gutiérrez. “A mí me avisa Orlando Bustos de la detención de mi hermano y su compañera” comenzó el relato Elizari mientras remarcó que posteriormente a realizar la denuncia policial fue a retirar del domicilio de Bustos los hijos del matrimonio desaparecido. Agregó que el Coronel Ignacio Verdura le reconoció que ellos “lo tenían” y lo citó al Regimiento, donde le iban a informar sobre “qué iban a hacer”. En declaraciones de Elizari, Verdura nunca más lo llamó. Tiempo después, Elizari pudo visitar a su hermano en la cárcel de Azul. En cuanto a ese reencuentro, contó que “su apariencia era desastrosa, estaba muy delgado” y reconoció también que nunca le informaron nada acerca de la compañera de su hermano, Araceli Gutiérrez, quien también estuvo detenida en Azul y luego en Devoto. Al finalizar su testimonio, Isabel Labattaglia, abogada defensora del Cnel. Verdura, interrogó a Elizari acerca de si recordaba algo más acerca del “por qué” de su encuentro con Verdura. A lo que el testigo respondió que fue citado por el asunto de “los terroristas”.

Alejandro Nicolás Elizari, hijo de Lidia Araceli Gutiérrez, fue el siguiente en declarar. Su relato fue breve y conciso. De su infancia y el secuestro de sus padres hace 37 años, sólo recordó “una imagen en que Manuela Elizari (su hermana) se encontraba junto a él en la calle”. Además, contó que se crió junto a sus tíos. En relación a la construcción de su personalidad a partir de la desaparición de sus padres contó que “no suelo estar con mucha gente”. Para finalizar, concluyó en que estos hechos fueron negativamente determinantes en su vida: “Me destruyeron a mí y a toda mi familia”.

Luego fue el turno de  Natalia Anastasia Ledesma, quien fue llamada a declarar bajo el nombre de María Mercedes Gutiérrez aunque ella aclaró que su nombre era efectivamente otro: Natalia Anastasia Ledesma, hija de Amelia Isabel Gutiérrez y Juan Carlos Ledesma. Natalia Ledesma relató como el 15 de septiembre “se llevaron a mis padres y a mí”. Su familia se reencontró  con ella ocho meses después de su nacimiento. En ese momento, ella se encontraba en el Hospital de Olavarría. Tiempo después fue adoptada por su abuela. En este sentido, relató cómo después se mudaron a Córdoba, donde pasaría a residir junto a su hermano, su tío y sus abuelos.

La parte más emotiva del relato de Ledesma fue cuando narró los porvenires de la desaparición de sus padres. “La consecuencia es muchísima. Siempre soñamos que venían a buscarnos. Nunca pudimos asociar ser ‘desaparecido’ con la palabra muerte”. Siguiendo la misma línea en su testimonio, recordó que siempre “faltaba mi mamá y mi papá, para todo faltaban ellos. Destruyeron a mi familia”. A pesar del desgarrador relato, destacó: “hace cuatro días que estamos todos juntos, toda la familia junta. Comemos y hasta nos reímos entre todos. Aunque sea es reparar algo de todo lo que falta”. Mediante una pregunta del fiscal Walter Romero acerca de su nombre, Natalia Ledesma aseguró que su segundo nombre, Anastasia, se debe a que le gustaba a su madre, Amelia Isabel Gutiérrez, quién aún continúa desaparecida. “A mi mamá le gustaba mucho el nombre Anastasia, que era el de la princesa rusa que se encontraba perdida”, aunque reconoce que a ése nombre no lo pudo tener hasta hace dos años siendo que antes se llamaba María de las Mercedes.

Por último fue el turno de Laura Viviana Nichea, hija de Lidia Araceli Gutiérrez. Nichea estuvo la noche en que sus padres fueron secuestrados. “Había civiles y militares. Ese día, golpearon la puerta y la tiraron abajo”. A partir de allí, ella se quedó sola junto a sus hermanos Manuela y Alejandro. A pesar de que ellos se fueron con sus tíos Elba y “Peco”, Laura se quedó con sus abuelos. A medida que avanzó su testimonio, recordó cuando se reencontró con Lidia Araceli Gutiérrez. “Fui a visitar a mi madre a Devoto. Cuando la veía me emocionaba mucho” comentó, a la vez que recordaba las manualidades plásticas que le confeccionaba su madre en prisión. “Hacía muchas artesanías. Una vez me hizo una muñequita muy linda”. La parte más emotiva del testimonio de Laura se produjo cuando relató las secuelas que le provocó esta situación de horror. “Se me hicieron úlceras en las piernas de los nervios. Después me enfermé y estuve internada”. Luego de toda la tragedia vivida, contó cómo fue la experiencia de recorrer el ex CCD. “Conocí Monte Pelloni, pero tuve que salir porque me sentía muy mal y triste”. Luego de éste último testimonio y al no ser interrogada por la defensa de los imputados, el Tribunal levantó la sesión en el recinto efectuando un cuarto intermedio hasta mañana miércoles a las 9 hs. /AC-FACSO