Notas

Especial Monte Pelloni

María Rosa Pareja: “relativamente se hizo justicia”

Días atrás finalizó el juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en el ex Centro Clandestino de Detención “La Cacha”, donde estuvo detenido el abogado olavarriense José Alfredo Pareja. La condena a prisión perpetua a los represores que actuaron en este lugar deja esperanzas de justicia para el futuro de los juicios que se están desarrollando.

María Rosa Pareja es hermana de José Alfredo Pareja, un joven abogado olavarriense que fue secuestrado en la madrugada del 12 de febrero de 1977. Fue el primer secuestro que se produjo en Olavarría en el marco de la última dictadura cívico-militar. Su padre Alfredo Pareja y su madre  Isabel Galbiati fueron los precursores de la lucha por los derechos humanos en Olavarría: Alfredo fue fundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Olavarría (APDH) en 1979.

José Alfredo se había recibido de abogado a fines de 1975 en La Plata y entre enero de 1976 y enero de 1977 hizo el Servicio Militar en el Regimiento de Caballería “Simón Bolívar” de Toay, La Pampa. Cuando regresó a Olavarría instaló su propio estudio jurídico en la casa de sus padres y trabajaba además con otros abogados como Mario Gubitosi (también detenido tiempo más tarde).

jose1

José Alfredo Pareja el día que juró como Abogado:Foto: Gentileza familia Pareja.

La noche del 11 de marzo de 1977 se reunió en el departamento de su hermana María Rosa, ubicado el edificio de San Lorenzo y Bolívar. En el mismo edificio vivían Horacio Rubén Leites, Walter Jorge Grosse y Julio César Tula, entre otros oficiales del Ejército. Allí cenó junto una pareja de abogados amigos que habían compartido estudios con él. Esa noche, José los reunió para mostrarles su título de abogado. Todo transcurría normalmente hasta cerca de las 23 hs cuando sonó el timbre. “Era (Horacio) Leites, que me venía a pedir el teléfono para hacer un llamado al Ejército ya que se había olvidado de decirle algo a Julio César Tula quien estaba de guardia en ese momento” recuerda María Rosa. Tula está imputado en la causa Monte Pelloni II y actualmente se encuentra prófugo. La llamada transcurrió normalmente, Leites no dijo nada fuera de lo normal sino que parecía que respondía consultas de Tula: ‘sí, no, sí, no…”. Al finalizar la llamada todos entablaron una conversación con el entonces Teniente del Ejército por más o menos una hora. “Recuerdo que José le contó que había hecho el Servicio Militar en Toay y Leites le dijo que tenía conocidos allá” sostuvo María Rosa. Leites se retiró del departamento y pasada la medianoche José se fue a su casa a cambiarse “porque esa noche se encontraba en la confitería ‘Rodríguez’ con unos amigos” previo paso por lo de su hermana a buscar a los abogados amigos para alcanzarlos hasta su domicilio. Nunca volvió.

Esa noche María Rosa se fue a dormir algo preocupada. El teléfono la despertó a las siete de la mañana del domingo 12 de marzo de 1977. Era su padre exaltado “¿Dónde está José que no ha venido, dónde está el auto?. Esa noche José manejaba el auto de su padre, un Chevrolet 400 color claro. “Enseguida a mí se me cruzó Leites por la cabeza, ‘acá lo detuvo Leites’, dije. Bajé y le golpeé la puerta casi a las patadas, me abrió y lo acusé del secuestro, él me dijo que no sabía nada y me intentó calmar. ‘Te voy a averiguar, pero nosotros no lo tenemos’”.

mariarosa

María Rosa Pareja presenció la mayoría de las audiencias del juicio de Monte Pelloni. Foto: Prensa FACSO.

El auto apareció abandonado esa tarde en un camino hacia Pourtalé, tenía signos de violencia en su interior y afuera estaba chocado. El chapista que lo arregló dijo que había sido chocado por un vehículo de color verde ya que había rastros de pintura. El título de abogado que José llevaba con él tampoco apareció: “alguno lo debe tener como trofeo” afirma la hermana de José. Un testigo dijo haber visto entrar el auto esa noche al Regimiento, por lo que se presume que a José Alfredo lo llevaron al cuartel. Desde ahí el destino fue incierto. Las averiguaciones que comenzó a hacer su padre, incluso a través del Ministro de Relaciones Exteriores del Ecuador, fueron en vano.

En junio de 1977, Carlos Cascio, vecino de la familia Pareja, los invitó a su casa para presentarles a su novia, una chica de La Plata llamada Patricia Pérez Catán (médica, detenida en el CCD “La Cueva” en Mar del Plata y exiliada en Suiza hasta 1995). Durante la cena surgió el tema de la desaparición de José Alfredo. Patricia relató que ella había estado detenida en “La Cacha” aunque fue liberada rápidamente ya que había sido vista por civiles. Sin sospechar lo que vendría a continuación, Pérez Catán les consultó sobre el apellido de la familia y sorprendida por la respuesta dijo “Yo estuve en La Cacha con José Alfredo Pareja, me dijo que era abogado y de Olavarría”. María Rosa recuerda que todos quedaron atónitos ante ese comentario, que fue lo único que pudieron reconstruir sobre el circuito de detención que siguió su hermano.

cacha4

Patricia Pérez Catán fue testigo en el juicio y le permitió a la familia Pareja reconstruir parte del circuito de detención que siguió su hijo José Alfredo. Foto: Infojusnoticias

Hoy, 37 años después, finalizó el juicio por el ex CCD “La Cacha”. “Relativamente se hace justicia pero nunca vamos a saber a fondo la verdad de todas estas cosas y de la maniobra que hicieron los militares en conjunto”, reflexiona María Rosa. Además, el sentido de justicia también lo encontrará con la sentencia del juicio por Monte Pelloni ya que varios de los partícipes de la desaparición de su hermano están siendo juzgados. Para María Rosa Pareja está bien el pedido de ampliación de la imputación hacia los cuatro militares por las muertes de seis olavarrienses. “Actuaban en patota entonces son todos responsables” finalizó. /AC-FACSO