Notas

Inclusión y compromiso social

Los desafíos de una plena integración en el ámbito laboral

La necesidad de vencer la discriminación hacia personas en situación de discapacidad convierte a la perseverancia y la voluntad en formas de superar obstáculos y alcanzar metas. El deporte y la música como herramientas de inserción.

Actualmente, Olavarría ofrece limitados espacios laborales en donde las personas en situación de discapacidad puedan insertarse. Sin embargo, existen experiencias que prueban lo contrario. Rubén López es abogado de vocación. Desde su nacimiento padece una distrofia muscular de tipo Kugelberg – Wallander. Esta enfermedad, de carácter degenerativa progresiva, afecta las células que controlan los músculos y hace que éstas mueran y no se puedan regenerar. A pesar que se le diagnosticó una expectativa de vida de dieciséis años, Rubén ha superado ampliamente esa cifra ya que con 46 años sigue ejerciendo su profesión con un estudio jurídico propio. La voluntad y un espíritu inquebrantable de lucha fueron los pilares para el logro de sus metas.

Desde el marco que regula las legislaciones correspondientes a las personas con discapacidad, la situación en nuestra ciudad es compleja. Si bien existen leyes nacionales (Nº 22.431) como provinciales (Nº 10.522), e incluso tratados internacionales que reflejan cuáles son sus derechos, muchas de ellas no se cumplen. La más importante es la ley Nº 26.368 que recoge la convención sobre los derechos de las personas con discapacidad e incluye el protocolo facultativo. “En Olavarría la situación es lamentable porque hay montones de leyes incumplidas. Desde accesibilidad, barreras arquitectónicas, transporte, educación” asegura López.

En cuanto al cumplimiento de sus derechos, la inserción laboral debería estar asegurada, aunque en muchos casos esto no es así. “Es difícil porque no hay una política muy abierta en cuanto a lo que es inserción laboral” relata José Marín, quien es no vidente y es empleado en una panadería. Los diferentes tipos de discapacidad son un factor que determina el ingreso o permanencia a una fuente laboral a pesar de que todos deberían tener este derecho garantizado. “Es más fácil para una persona que está en silla de ruedas entrar a un trabajo dentro de una oficina. Pero para una persona con discapacidad visual es muy difícil por el hecho de no poder trabajar en atención al cliente o frente a una máquina” considera Marín, quien trabajaba en una financiera antes de perder la visión hace 15 años. “Me costó mucho insertarme en el mercado laboral y en la sociedad también” reconoce. “Pasé de tener toda la capacidad para hacer un trabajo que me gustaba a no poder hacerlo más. Eso me llevó un tiempo de preparación tanto mental como psicológica”, profundiza. Pero su voluntad hizo que nunca se resignara. “Es difícil pero siempre digo que no es imposible” enfatiza José. En el horizonte también se vislumbran otras alternativas al desempeño laboral. “No solamente estoy trabajando, soy músico. Toco la guitarra, el teclado y también canto” afirma Marín, quien disfruta de la música y del poder ayudar. “Estoy brindando un servicio también en una comunidad cristiana así que me las arreglo de todas maneras” añade con entusiasmo.

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El abogado Rubén López planteó la necesidad de cumplir con las leyes sobre discapacidad para lograr una inserción efectiva. Foto: AC-FACSO.

Las dificultades que presenta la ciudad

En Olavarría, desde el punto de vista de acceso urbanístico y arquitectónico, los problemas e inconvenientes son numerosos. En muchos casos no existen rampas adecuadas, son insuficientes o se encuentran obstruidas por vehículos mal estacionados. A su vez, las veredas se encuentran dañadas y dificultan el recorrido de las sillas de ruedas. Por otro lado, las nuevas construcciones tampoco contemplan esta problemática. “Se construyeron edificios nuevos que tienen en su acceso ocho escalones consecutivos. Automáticamente me siento discriminado porque no puedo vivir en ese edificio” afirma Rubén López, a la vez que concluye “para mí es muy doloroso llegar al 2015 en Olavarría y ver que todavía seguimos con situaciones que yo considero de discriminación”.

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El palista Lucas Díaz Aspiroz, un ejemplo de superación a través de la inclusión social y deportiva. Foto: Facebook Lucas Díaz Aspiroz.

En estos casos, las barreras físicas no solo suponen un obstáculo directo sino que además se configuran como un acto de exclusión. En este sentido, Lucas Díaz Aspiroz, martillero público de profesión y además palista del equipo argentino de paracanotaje, reafirma lo expuesto con un ejemplo. “El otro día pase por una esquina, la rampa estaba tapada, saqué fotos y las subí a mi Facebook. A esa especie de denuncia la compartieron alrededor de 160 personas”. Aunque de todos modos reconoce, “no me puedo enojar por lo que no está hecho aunque si me pondré contento si la semana que viene hacen una rampa y veo que las cosas van cambiando”.

La integración a través del deporte

La historia de Lucas demuestra esfuerzo y superación. Hace 15 años un accidente de tránsito le impidió volver a caminar. A pesar de ello nunca bajó los brazos. En su caso, el deporte fue fundamental. “Yo siempre hice actividad, cada deporte que aparecía lo hacía” relata. “Primero jugué al pádel y al fútbol, aunque cuando tuve el accidente el deporte pasó a un segundo plano”, señala. Finalmente, la pasión por el canotaje surgió hace aproximadamente dos años y con ella la consecuente profesionalización. “Me invitaron y fui. Ahí empezó todo. Salir, subir la silla al auto, bajar, salir. Siempre fui muy activo en eso, de ir para allá y para acá” concluye.

En cuanto a los objetivos a futuro, Díaz Aspiroz participará en marzo del selectivo en Nordelta, en abril de la Copa del Mundo en Alemania y después del Sudamericano en Brasil. Luego, tiene planeado regresar a República Checa a concentrar alrededor de un mes para ponerse a punto para el Mundial de Italia. La idea de clasificar para los Juegos Olímpicos se presenta como lo más cercano. “Hoy estoy séptimo en el mundo (clasifican los seis primeros). Siempre voy a hacer lo mejor, a dejar todo” puntualiza con expectativas. La vocación por el Derecho que guía a Rubén, la pasión por el deporte de Lucas y la inspiración que provoca la música en José, más el acompañamiento de sus familias, son las claves para vencer las barreras y superarse día a día. Si bien desde lo legal-institucional aún falta mucho por cumplir, estas historias demuestran el compromiso asumido por sus protagonistas para trascender a pesar de las dificultades. Estos ejemplos deberán servir para reflexionar acerca del rol que desempeñan las instituciones y la ciudadanía para así lograr una plena inclusión de las personas discapacitadas en la sociedad. /AC-FACSO