Notas
Educación en jóvenes y adultos

Volver a estudiar

La finalización del secundario, los objetivos buscados a través de los planes de terminalidad educativa y los desafíos existentes propios de la etapa. La importancia de retomar las cursadas reflejadas en diferentes historias.

 

Desde lo establecido por las normativas nacionales y provinciales, la educación secundaria para jóvenes y adultos tiene como objetivo asegurar la terminalidad del nivel secundario obligatorio, garantizar el acceso a una educación de calidad en igualdad de condiciones y posibilitar mejores oportunidades en lo laboral y social. La culminación de los estudios secundarios, comprendido desde el Estado como un derecho personal y social, suele vincularse generalmente a diferentes necesidades y experiencias. Para algunos, la obtención del título es parte de un requerimiento laboral; mientras que a otros los incentiva el anhelo de finalizar esta etapa. Luciana Valchi es empleada doméstica y está cursando en el Centro Educativo de Nivel Secundario (C.E.N.S) Nº 451, que comparte edificio con la Escuela Nº 22. “Quiero demostrarles a mis hijos que, a pesar de que la mamá tiene 36 años, se puede. La secundaria era una asignatura pendiente y venir al colegio es como un cable a tierra que me conecta con mucha gente”, afirma Luciana, quien además tiene como meta contar con mayores oportunidades en el plano laboral.Una historia diferente es la de Magalí San Juan, de 20 años, quien retomó la escuela luego de repetir tres años consecutivos, lo que la imposibilitó para concluir en el tiempo previsto. Hoy se encuentra cursando el último año del nivel secundario de adultos en el C.E.N.S Nº 451. “Yo repetí por rebelde. Pero luego me dio ese famoso click y mi objetivo es terminar. En mi casa había familiares que se burlaban de mí porque repetía mucho. Ahora que me voy a recibir será como una forma de decirles: ‘te tapé la boca’”, detalla orgullosa Magalí.

El C.E.N.S en Olavarría posee dos modalidades: presencial, donde la matrícula alcanza a 274 estudiantes, cuyo requisito es una mayor constancia en la asistencia; y semipresencial, con 734 estudiantes, en el que se presenta una mayor flexibilidad en los horarios.El plan FINES 2, destinado para mayores de 18 años, tiene cursadas de dos días por semana propuestas en base a las posibilidades y realidades de los estudiantes. La experiencia de Blanca Rodríguez, de 63 años, en el trayecto educativo a través de este plan da cuenta de la oportunidad de finalizar sus estudios en el Centro de Jubilados Hipólito Irigoyen. “Era algo que tenía pendiente. Siempre me gustó pero no había tenido posibilidades porque me crié en el campo y me casé joven, lo cual impidió que asistiera normalmente”, explica. Las sedes donde se cursa el FINES 2 se encuentran en Servicios Territoriales, sindicatos, sociedades de fomento, templos, iglesias, centros de jubilados y sedes de partidos políticos. En la actualidad cuenta con una matrícula de 1190 estudiantes distribuidos en 55 comisiones dentro del partido de Olavarría.

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Como Blanca, muchos jóvenes y adultos se encuentran finalizando la secundaria a través del programa FINES 2./ Foto: Agencia Comunica.

Por otra parte, frente a diversas problemáticas vinculadas al aprendizaje se llevan a cabo, por ejemplo, tareas de apoyo y acompañamiento por parte de tutores y docentes. “Una de las situaciones que existen en el semipresencial es que la mayoría no pueden estudiar solos o no tienen una lectura comprensiva, por lo que no están preparados para planificarse su día de estudio”, señala Claudia Ruppel, docente de educación primaria y directora del C.E.N.S Nº 451. “Ante esta situación se da respuesta mediante el FINES 2: está el profesor y si o si tienen que asistir”, profundiza.

“Estos programas vienen recibiendo críticas que ponen en duda la calidad de la formación recibida. Si bien el FINES fue pensado como un programa acotado en su duración y para destinatarios definidos, aquellos que por las políticas de las últimas décadas habían quedado excluidos del sistema educativo, su expansión en el territorio y el incremento de la matrícula hace que hoy coexista como una ‘ortopedia’ del secundario tradicional”, explica Stella Pasquariello, licenciada y directora del Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría. La docente e investigadora plantea, además, en qué medida estas propuestas educativas cubren de manera efectiva la terminalidad de la educación secundaria en jóvenes y adultos. “Lo que habría que analizar es cuántos de los que se inscriben egresan y puntualmente cómo se va dando el proceso de aprendizaje de manera de garantizar condiciones dignas en el marco de un real derecho a la educación”, describe.

La función histórica de los planes y programas educativos

Los Centros Educativos de Nivel Secundario (C.E.N.S) son instituciones que se crearon a nivel nacional y que comenzaron a articularse en la modalidad de jóvenes y adultos de la Provincia de Buenos Aires. Históricamente, se iniciaron en 1970 durante la dictadura militar denominada “Revolución Argentina” (1966-1973). En Olavarría se empleó con el objetivo de organizar ciclos cerrados para la finalización de los estudios secundarios de personas que se encontraban en el regimiento (militares y suboficiales). Con el paso del tiempo, se incorporaron grupos de la policía para llevar a cabo dicha terminalidad. Al finalizar el servicio militar obligatorio, los C.E.N.S comenzaron a recibir las demandas de las personas que no habían concluido sus estudios secundarios, brindando así cursos abiertos a la comunidad para mayores de 18 años. Existen, además, diversos planes a nivel nacional y provincial. Desde el Ministerio de Desarrollo Social y Educación de la Nación, en conjunto con la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, se llevan adelante, desde 2003, los Centros de Orientación y Apoyo (C.O.A) que se emplean para aquellas materias previas que quedaron sin rendir; y los planes de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios: FINES (2008) destinado a jóvenes y adultos, mayores de 18 años, que terminaron de cursar como alumnos regulares del último año de la educación secundaria y adeudan materias; y FINES 2 (2013), descripto anteriormente.

La educación secundaria deberá sostener el cumplimento escolar obligatorio, regulado bajo la Ley Nacional de Educación Nº 26.206 y en la Ley Provincial de Educación Nº 13.688. La obtención del título secundario posibilitará el acceso a una mayor participación social y mejores condiciones laborales que serán complementadas con las iniciativas y decisiones personales. Expandir un horizonte de oportunidades y dar el ejemplo desde la práctica son, a fin de cuentas, la mejor manera de cumplir con un compromiso y acceder al derecho de la educación secundaria. /AC-FACSO.