Notas
Formación y prácticas profesionales

La importancia de Crecer Juntos

El funcionamiento de los talleres protegidos posibilita la integración de personas con discapacidad a través de las distintas experiencias laborales. El valor del aprendizaje y la educación mediante el trabajo.

Al ingresar en la Asociación Civil Crecer Juntos se percibe un ambiente de trabajo grupal que se realiza de manera sostenida en diferentes áreas. Tanto en panificados, como en textil y carpintería, los talleristas son los encargados de llevar a cabo la producción de diversos productos. Las manufacturas no sólo reflejan el producto final sino el proceso de aprendizaje, elaboración y posterior comercialización. En definitiva, un desarrollo que nutre de sentido el trabajo en la institución.

De esta manera, los adolescentes y adultos que asisten a los talleres son los protagonistas de una metodología que contempla lo educativo y lo didáctico en el marco de la integración mediante el empleo. “Lo que más me gusta es el grupo y los profesores, que son parte de esta gran familia” destaca Celeste Barrera, quien concurre al taller de costura desde hace diez años. Del mismo modo, Franco Crespo se siente feliz cada vez que trabaja en carpintería. “La verdad que disfruto mucho de venir. Nosotros hacemos tablas, bandejas y porta servilletas” detalla.

El trabajo de Celeste y Franco son tan sólo dos de tantas experiencias del desempeño sostenido que se lleva adelante desde hace más de 17 años en la Asociación. Así, el crecimiento individual forma parte de una gran matriz cultural que contempla la constitución de una identidad institucional a partir de espacios de aprendizaje y prácticas laborales específicas. El espacio no solo es entendido desde el trabajo sino también como un ámbito de enseñanza, donde los talleristas aprenden a partir de las distintas pedagogías ofrecidas.

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El taller de costura se lleva adelante desde hace doce años y en la actualidad está a cargo de Brenda Torres. Foto: Prensa FACSO.

La idea central de la institución se basa en la realización profesional de personas con distintos tipos de discapacidad a través del aprendizaje y el desarrollo de oficios. Por otra parte, la unión y el compromiso con el otro se vinculan con el progreso del grupo. “Es un lugar de encuentro con sus pares. A veces lo que no puede hacer uno lo hace otro. El secreto es el equipo” grafica Renata Lazzaro, secretaria de la Asociación. “Es fundamental el esfuerzo mutuo, es un dar y recibir”, agrega. Por su parte, Rosana Donegana, coordinadora general de “Crecer Juntos”, coincide y resalta la voluntad de trabajo: “A mí me enorgullece, es una satisfacción enorme contar con ellos. Son incondicionales”, resume. Lazzaro señala que “el mensaje tiene que ser que el trabajo con personas con discapacidad es competitivo y puede circular en el mercado”. Esta faceta es fundamental, ya que el espacio no sólo es pensado desde una dinámica productiva sino que se apuesta por el desarrollo grupal.

Actualmente el establecimiento cuenta con la asistencia de 36 personas que trabajan diariamente. Además de Donegana y Lazzaro, concurren distintos profesores que también forman parte del equipo de coordinación: Brenda Torres, profesora de textil; Pablo Oyarzu, profesor de artes visuales; y Juan Crespo, profesor de educación física, son los encargados de llevar adelante las actividades. En cuanto a los productos, los propios integrantes de los talleres son los encargados de administrar no solo la producción sino también la comercialización que se realiza por encargue. “Los chicos en panificados producen pan, galletitas y pizzas. Se manejan solos desde hace años. En carpintería sucede lo mismo. Son muy independientes” afirma Donegana. “El taller de costura funciona desde hace 12 años y cada vez se amplía más. El año pasado, mediante un proyecto, adquirimos cinco máquinas que son muy importantes” señala. Además, se planifican otras técnicas para sumar a futuro. “El objetivo es agregar serigrafía y sublimación. Queremos probar con distintas técnicas” concluye.

Dentro de dicho crecimiento se apunta a profesionalizar más la producción para incrementar la demanda.  De esta manera, según los directivos de la Asociación, es necesario profundizar la difusión de las actividades realizadas. “Nosotros utilizamos el ‘boca en boca’ y Facebook” indica Lazzaro. “Usamos esas vías por lo económico porque comunicar por otros medios a veces cuesta”, resalta Donegana. La falta de recursos, muchas veces actúa como un límite a la hora de dar a conocer la institución y sus actividades. “De pronto, la Provincia se atrasa en pagarnos, pero no nos sucede solo a nosotros sino a varias instituciones” reconoce Rosana.

En cuanto a lo legal, Crecer Juntos funciona como ONG y cuenta con personería jurídica. Esta figura le permite tener acceso por ejemplo, al peculio, que es un sueldo mensual otorgado desde Provincia a los talleristas por su labor. Además, desde marzo de este año se implementó un beneficio proveniente del Estado nacional que consiste en una tarjeta alimenticia con un determinado saldo para que pueda ser utilizada en distintos comercios. Es por ello que constituirse como una ONG les posibilita gestionar recursos que resultan de suma importancia para una institución de estas características.

Marcelo Babio, investigador y docente a cargo del Taller de Comunicación Institucional que trabajará en conjunto con “Crecer Juntos” detalla el momento que vive la Asociación. “Es una institución con un muy bajo nivel de burocratización y con pocos recursos humanos de gestión pero a su vez demuestra una gran capacidad de producción y de vinculación comunicacional explicita” asegura. “Han demostrado tener llegada y satisfacer con los productos pero pueden generar objetivos comunicacionales que promuevan una mejor comercialización”, resume.

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Para el investigador Marcelo Babio la constitución de la identidad institucional es fundamental. Foto: Agencia Comunica.

Un acuerdo entre instituciones

Desde la Secretaría de Extensión, Bienestar y Transferencia y la cátedra de Taller de Comunicación Institucional de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNICEN se ha impulsado un acuerdo de colaboración institucional con “Crecer Juntos” con la finalidad de brindar asesoramiento y acompañamiento en la promoción y difusión de los productos de la asociación. La intervención por parte de la Facultad consta de dos partes. Por un lado, la instancia de valoración de soportes y modalidades de comunicación que apuntan a la visibilización de la organización por parte de Cecilia Arce y Margarita López, integrantes de la Secretaría de Extensión de FACSO; en una fase posterior, los estudiantes del Taller de Comunicación Institucional llevarán a cabo una evaluación y un diseño de una producción que responda a las problemáticas comunicacionales de la institución acompañados bajo la supervisión de los docentes Marcelo Babio y Andrea Rivero.

Intentar afianzar la visibilidad de la Asociación es uno de los puntos significativos a trabajar para lograr la construcción y posterior constitución identitaria. “Crecer Juntos se encuentra en un momento particular. La instancia principal es darse a conocer para poder generar demanda sobre los productos. Nosotros podemos trabajar en la identidad para determinar quiénes son ellos y además para comunicar y vender mejor” subraya Babio. El objetivo del trabajo en conjunto es poder articular las necesidades con las herramientas, soportes y canales que pueda aportar la Facultad. “Ese es el desafío. Afrontar un vínculo con una institución de estas características, poder realizar un diagnóstico y ofrecer un producto comunicacional en concreto respecto a las producciones en los talleres” concluye Cecilia Arce.

El trabajo en los talleres se inició y se sostiene a partir de una iniciativa en conjunto que contempla una dinámica de encuentro a partir de la capacitación y el aprendizaje. La pertenencia al grupo, la posibilidad de aprender y desarrollar un oficio son las claves para el crecimiento laboral de distintos jóvenes que apuntan a realizarse día a día. /AC-FACSO.