Notas
Participación y resolución de demandas

La mediación y el diálogo ante los conflictos comunitarios

Los métodos que permiten la resolución de conflictos de manera pacífica mediante el diálogo. El rol del mediador como tercero neutral que acompaña a las partes implicadas en la búsqueda de soluciones más beneficiosas.

 

El conflicto suele ser parte de la vida cotidiana y más aún en sociedad. Considerado como un elemento inevitable en cualquier relación, a través de él se encuentran múltiples significados, luchas, discursos y resoluciones que pueden darse por medio de vías alternativas que difieren de la instancia judicial. “La mediación entiende al conflicto como una posibilidad de cambio y es algo que no se puede evitar. Al mismo tiempo, no sería deseable que se evite porque es a través del él que las personas discuten sus relaciones y transforman la sociedad”, explica el antropólogo Juan Pablo Matta, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales. 

Desde 2011 funciona en Olavarría el Centro Municipal de Relaciones Vecinales y Defensa del Consumidor. Su objetivo es descentralizar el servicio de mediación que existe para así llegar de manera  directa a los Servicios Territoriales y las localidades en las cuales se trabaja. Así, a través de políticas sociales, se promueve el vínculo entre los vecinos con las instituciones y referentes de los barrios a los que pertenecen. Dicho Centro posee profesionales capacitados con herramientas que son aplicadas mediante el diálogo y la mediación ante la presencia de un conflicto. Sin embargo, no todo es mediable, por lo cual desde este espacio se especifica cuáles son los pasos a seguir en caso de que un determinado conflicto llegue a una demanda legal. “Los mediadores trabajamos con herramientas comunicacionales, procedimentales y de la trasformación (…) Lo que se intenta es que las personas puedan cambiar esas narrativas que generan el conflicto e irse con otra que los identifique”, detalla María Elena Dapello, abogada y Directora del Centro Municipal de Relaciones Vecinales y Defensa del Consumidor de la Municipalidad de Olavarría. Entre las demandas más comunes que recibe el Centro se destacan: ruidos molestos, problemas con mascotas, aguas residuales, árboles que pasan de una vivienda a la otra, conflictos de medianera, filtraciones de agua por cañerías rotas o tanque de agua, escombros o basura en los cordones cuneta. Asimismo, existen temas de mayor gravedad como agresiones verbales, lesiones leves, entre otros. “Las personas piensan que en algunos barrios pueden darse determinados conflictos y en otros no. Nosotros lo que observamos es que, en líneas generales, son más o menos similares en todos lados”, profundiza Dapello.

Conflicto1“Lo que se intenta es que las personas puedan cambiar esas narrativas que generan el conflicto”, destacó Dapello./ Foto: Agencia Comunica

Otra de las entidades a las que pueden acercarse los vecinos, en caso de que existan demandas, son las sociedades de fomento. Éstas son organizaciones sin fines de lucro que cumplen el rol de desarrollar diversos tipos de actividades por y para la comunidad, generando, además, que los vecinos tengan una voz que los represente de manera colectiva. Si bien hay cuestiones que pueden resolverse al interior de cada sociedad de fomento, hay otras situaciones que las exceden y que requieren de una resolución Municipal. “Cuando hay algún reclamo barrial, me llegan las notificaciones a mí y yo las delego a la Municipalidad (…) Yo no puedo resolver el conflicto del vecino. Los delegados municipales tienen que venir a ver qué pasa y partir de ahí, tratar de arreglar el problema”, manifiesta Jorgelina Martínez, vecina y presidenta de la Sociedad de Fomento Villa Mailín. Según Martínez, el barrio ha mejorado con el paso de los años aunque existen reclamos de una gran vigencia en el tiempo, como es el caso de la luminaria en las calles, que ya lleva más de dos años de lucha. “Desde la Municipalidad lo que me contestaron es que ya estaba el reclamo para Villa Mailín y que la luminaria va a llegar pero hay que esperar... Incluso vine con los delegados al barrio para mostrarles la situación”, aclara.

La importancia de los mediadores

El programa “Abriendo Ventanas”, compuesto por las abogadas y mediadoras María Elena Dapello, Natalia Messineo, y el Doctor en Antropología Juan Pablo Matta, surgió en 2012 como consecuencia de una articulación entre la Facultad de Ciencias Sociales con el Municipio. “En principio tiene que ver con mi investigación de Doctorado, lo cual hizo que tuviera una experiencia con el Centro Municipal de Relaciones Vecinales y Defensa del Consumidor. A partir de allí, la directora me invitó a que trabajáramos juntos, más específicamente en el área de Relaciones Vecinales”, expresa Matta. El programa se organiza en dos planos amplios de trabajo. Por un lado, la necesidad de descentralizar el servicio de mediación que existe actualmente para distribuirla en todos los barrios, y de esa manera cubrir las necesidades de los vecinos; y además, se plantea que exista la formación de mediadores comunitarios con la particularidad de ser abierta a quienes deseen participar, sin distinciones de formación profesional y/o académica. Los mediadores deberán ser imparciales ante un conflicto determinado y cumplir con la función de escuchar de manera activa, empática y comprometida al otro, para que de esta manera el problema comience a solucionarse en una primera instancia. “No equiparamos conflicto con violencia. Lo que nosotros hacemos es no evitar el conflicto, por el contrario, atenderlo. Lo que sí tratamos es que el conflicto no se traduzca en violencia”, resume Matta. Bajo estas formas, las soluciones involucrarán a todas las partes en conflicto, lo que necesariamente los obligará a ser partícipes de la búsqueda de posibles resoluciones. En la actualidad estas herramientas alternativas están siendo aplicadas en mayor medida que las jurídicas, provocando una ruptura con los paradigmas tradicionales. El diálogo, la predisposición entre los vecinos y la comprensión de sus derechos hará que los conflictos sirvan para fomentar la construcción y reconstrucción de sus realidades en un sentido colectivo para así luchar, a través de la participación, por la resolución de sus demandas./ AC-FACSO