Notas
Formación profesional y comunidad

Residencias médicas: educación de calidad

Cada año cientos de médicos, incluyendo graduados de la UNICEN, comienzan sus residencias. Sus objetivos radican en formarse como especialistas en las variadas disciplinas que abarcan los diferentes aspectos de la medicina.

 

Una residencia médica es una etapa de formación de posgrado a la cual acceden los médicos que han concluido su carrera de medicina y obtuvieron su Título de Grado y su Matrícula Profesional. Durante los cuatro años que dura una residencia, el médico tiene la oportunidad de especializarse en el área de su interés a partir de una práctica intensiva y supervisada que contempla también contenidos teóricos. Estas actividades se desarrollan dentro de un centro de salud, ya sea el Hospital o un Centro de Atención Primaria de la Salud, conocidos como salas periféricas. En Olavarría, el Hospital Municipal Héctor M. Cura , de nivel IX de complejidad, cuenta con residencias en cirugía general, clínica médica, medicina general, ortopedia y traumatología, pediatría, terapia intensiva, tocoginecología y diagnóstico por imágenes que se abren a concurso todos los años. Hay puestos que dependen del sector provincial y otros que son municipales. La forma de acceso es mediante un examen que posiciona al médico en un ranking. Acorde a ese puesto podrá obtener su lugar en una residencia.

Los residentes definen la experiencia como una etapa necesaria, enriquecedora pero a la vez sacrificada. “Es lo que te va a permitir a vos insertarte en el medio laboral como médico, sobre todo la especialidad nuestra que necesitas mucha práctica porque con el título de médico y con hacer un curso de ginecología no basta, tenés que tener contacto con el paciente”, manifiesta el Dr. Juan Bricka, graduado en la Universidad de Buenos Aires y jefe de residentes de tocoginecología. “Desde que te enfrentas con el paciente, todos los días tenés un desafío”, declara la Dra. Josefina Montenegro, residente de tercer año de medicina general y egresada de la UNICEN. “Lo que más nos cuesta es esto del problema social que trae el paciente consigo. Nos cuesta llegar a la persona, que te cuente si le pasa algo o no”, añade. “Nosotros hacemos esto desde la mirada de familia y comunitaria, trabajamos mucho en equipo de manera interdisciplinaria porque a veces es difícil solucionar esos problemas que van más allá de la enfermedad puntual”, agrega la Dra. Gisela Frasca, jefa de residentes de medicina general y graduada en la Universidad Nacional del Sur. Otro de los grandes obstáculos es la carga horaria que demanda una residencia, sobre todo durante los primeros años. “No está bueno estar 24 hs de guardia y al otro día tener que seguir toda la mañana y la tarde trabajando, por eso estamos peleando mucho por el descanso post-guardia, para que los residentes se puedan ir a su casa a descansar”, señala Bricka.

Med general

El Centro de Atención Primaria N°6 del barrio 12 de Octubre es la sede de las actividades de los residentes de medicina general./ Foto: Agencia Comunica.

Si bien las tareas que desempeña un residente varían de una especialidad a otra, en ginecología se realizan actividades de consultorios externos, de guardia, en sala de internación y en quirófano. “En los últimos años de residencia hay también actividad de rotación extra curricular, es decir que los residentes pueden hacer una rotación fuera del hospital en cualquier parte de la provincia de Buenos Aires para especializarse en un tema específico”, agrega el Jefe de Residentes de tocoginecología.

La Dra. Montenegro, explica que los residentes de medicina general realizan “tareas formativas como la  atención en sala o en el hospital, y otras tareas de investigación, además de los cursos de inglés, metodología de la investigación, entre otros”. Durante el primer año el residente atiende a los pacientes acompañado de un superior. A medida que pasa el tiempo, comienza a adquirir una mayor autonomía. “Al principio, cuando hacíamos las primeras residencias, el médico residente era visto como un practicante, un estudiante avanzado de medicina que hace el trabajo de médico. En cambio, el residente es un médico recibido que opta por una formación de posgrado”, manifiesta el Dr. Héctor Trebucq, Director de la Escuela Superior de Ciencias de la Salud perteneciente a la UNICEN. “Ahora el médico residente es indistinguible del médico de planta y la sociedad lo ha naturalizado”, puntualiza.

La Dra. Frasca coincide con el Dr. Bricka en que sus tareas como jefes son sobre todo organizativas. “A principio de año a los jefes de residentes nos piden una propuesta de jefatura que organiza las rotaciones de los residentes. El Ministerio de Salud tiene un programa básico donde están los contenidos mínimos que tenés que cumplir durante los cuatro años y las competencias a desarrollar en cada año de residencia”, detalla la jefa de residentes de medicina general.

Las decisiones de los graduados

La elección de una especialidad es una tarea compleja para todo médico que desea seguir adquiriendo conocimientos de posgrado. Las doctoras que escogieron medicina general coinciden en que se decidieron por el Hospital de Olavarría ya que la residencia en esta área lleva más de 35 años funcionando y presenta una propuesta de trabajo atractiva basada en su experiencia. “En mi caso me convenció la ginecología porque es una especialidad que tiene para hacer muchas cosas, tiene un poco de todo lo que a mí me gusta: mucho consultorio, quirófano, guardias, tiene urgencias, es muy variada y muy abarcadora”, señala Bricka.

Trebucq

“Una residencia médica para mí es la mejor formación de posgrado que puede tener un médico”, declara el Dr. Trebucq, Director de la ESCS./ Foto: Agencia Comunica.

El médico que acaba de egresar tiene otras opciones en el caso de no optar por una residencia, como son los cursos superiores que también brindan una especialización pero no tienen la misma carga horaria en lo que concierne a las prácticas médicas. En otros casos, el médico también puede insertarse directamente en el medio laboral realizando guardias o en el área de emergencias, ya que generalmente son mejor remuneradas que las residencias pero carecen de etapas formativas. “En general todavía se sigue eligiendo la formación por sobre lo económico. Entre el 95 y el 96 % de los graduados ha accedido a una residencia”, aclara Trebucq.

A la expectativa por recibir nuevos médicos este año, los jefes de residentes de las dos especialidades remarcan que el Hospital Héctor M. Cura es una buena opción para realizar la formación de posgrado debido a sus variadas ofertas y el tiempo que lleva a cargo de esta tarea. Al mismo tiempo, la cantidad de ingresantes cada año determina la posibilidad de realizar más y mejores proyectos. “Ojala todo el mundo optara por hacer una residencia porque de esa forma vamos a mejorar la formación de los profesionales y eso fundamentalmente va a reflejarse en una mejoría de la atención a la gente y a nuestras comunidades”, concluye Trebucq. /AC-FACSO.